La Nucía, como el resto de la Marina Baixa y la mayor parte de la Comunitat Valenciana, ha vivido casi en estado de shock el tránsito de 2020 a 2021. Los dos primeros meses de este año que ya está a punto de cumplir su primer trimestre, nos ha traído un durísimo golpe de realidad.
Después de sortear la primera (de la que estos días se cumplirá el primer aniversario) y segunda ola de la pandemia coronavírica, con cifras mucho menos dramáticas que otras zonas de España, el tercer envite de la enfermedad ha sido, sencillamente, demoledor.
Medidas de prevención
Por ello, y pese a que el ayuntamiento nuciero lleva desarrollando un sinfín de acciones desde marzo de 2020 para tratar de paliar al máximo posible las consecuencias de la pandemia, tanto en el ámbito sanitario como en su vertiente socioeconómica, la virulencia con la que la covid-19 se ha cebado en esta ocasión con La Nucía y el resto de la Comunitat Valenciana ha obligado a tomar decisiones que, hasta el momento, habían sido innecesarias.
Algunas de las principales, al menos hasta que podamos afirmar de forma definitiva que ya ha llegado el momento de dejar atrás la alarma sanitaria y nos podamos centrar en la recuperación socioeconómica, se han basado en la prevención de nuevos contagios y, por lo tanto, en la adopción de medidas profilácticas en edificios y zonas públicas.
Educación insiste en que estos purificadores son un complemento que no exime del resto de medidas previamente en marcha
Evitar el contagio escolar
Por motivos obvios, uno de los colectivos que más preocupa a buena parte de la población es el de los menores de edad. Toda la comunidad educativa lleva desde antes del inicio del actual curso escolar preparando e implementando medidas, para evitar que se produzcan brotes y contagios en un entorno tan sensible como los centros escolares.
Así, se han creado grupos burbujas, reducido ratios, creado y adaptado nuevos espacios en colegios e institutos, adaptado usos en entornos como el comedor o el patio, y se ha fomentado, en la medida de lo posible, el distanciamiento social y la higiene personal.
El último paso en este sentido lo ha dado el ayuntamiento de La Nucía, que el pasado mes de enero anunciaba una inversión de 30.000 euros para dotar a todos los centros educativos públicos del municipio de purificadores de aire que, según algunos estudios, ayudan a reducir el riesgo de que se produzcan brotes y contagios en entornos tan complicados de gestionar como son las aulas.
185 purificadores
El anuncio realizado por Bernabé Cano, adelantó que el consistorio nuciero iba a adquirir un total de 185 purificadores de aire para ser instalados en las aulas de los distintos centros escolares de La Nucía, un proceso que ya se comenzó a desarrollar a principios del pasado mes y que se ha venido implementando desde entonces.
La concejalía de Educación de La Nucía acordaba la adquisición de estos dispositivos y su instalación en todos los espacios educativos públicos como son la Escola Infantil, los colegios, el instituto, la Escuela de Adultos o la Seu Universitària. En palabras de sus responsables, “el objetivo de esta actuación de instalación de purificadores es intentar tener unos espacios educativos lo más seguros posible, aunque la ventilación de las clases seguirá siendo necesaria”.
El primer edil nuciero, Bernabé Cano, explica que “desde el ayuntamiento demostramos nuestro compromiso con la educación y con las peticiones de la comunidad educativa, y por ello vamos a disponer de purificadores en los centros educativos de La Nucía”. Según Cano “se trata de contribuir a tener unos espacios educativos lo más seguros posibles y reducir el riesgo de contagios de la covid-19 en las aulas”.
Los purificadores se seguirán usando cuando se supere la pandemia al ser también útiles para eliminar elementos alérgenos
Uso futuro tras la pandemia
Esta actuación ha supuesto una inversión de 30.000 euros en unos aparatos que, según sus especificaciones técnicas, son capaces de eliminar el 99,6 por ciento de bacterias y virus, y a su vez neutraliza polen, ácaros, humos y contaminación exterior, por lo que su uso, una vez se supere la actual situación pandémica, podrá seguir siendo útil ya que “es un producto recomendado también para personas con alergia o asma”.
Los aparatos eliminan el 99,6 por ciento de bacterias y virus y neutralizan polen, ácaros, humos y contaminación exterior
En lo relativo a su funcionamiento, Educación ha explicado que “tienen luz ultravioleta C, que desinfecta y mejora la calidad del aire. Por tanto, además de prevenir del contagio de la covid-19 con la renovación del aire, también será beneficioso para el alumnado y profesorado con alergias o patologías respiratorias”.
Básicamente, estos purificadores recogen el aire de una estancia y lo hace pasar por una serie de filtros especiales. En el caso de los aparatos que ha adquirido La Nucía, se asegura la purificación de más del 90 por ciento del aire de una estancia. Los mismos ya han comenzado a ser instalados en los distintos centros escolares nucieros, habiendo comenzado por el CEIP La Mixara y la Escola Infantil El Bressol.