Entrevista > Macarena Olona / Portavoz adjunta de Vox en el Congreso (Alicante, 14-mayo-1979)
24 de febrero. Sesión plenaria en el Congreso de los Diputados. El presidente Pedro Sánchez comparece para rendir cuentas del actual estado de alarma, y el resto de grupos parlamentarios le replican. En medio del debate, la diputada Macarena Olona abandona el hemiciclo durante 30 minutos para atender nuestra llamada.
“Me hace mucha ilusión hablar con vosotros, porque es mi primera entrevista para un medio alicantino” nos dice antes de empezar. Ella es nacida en Alicante, aunque fue electa diputada por Granada. Actualmente viene a ser la nº 3 de Vox (tras Santiago Abascal e Iván Espinosa de los Monteros) y la persona alicantina que ocupa un lugar más alto en la cúpula de un partido nacional. Minutos después de esta entrevista protagonizará su enésimo rifirrafe público con el vicepresidente segundo Pablo Iglesias.
Antes de hablar de política. ¿Cómo fue tu juventud en Alicante?
Vengo de una familia trabajadora, mi madre es autónoma y nos sacó adelante a mi hermana y a mí. Estudié en los jesuitas y luego hice Derecho en la Universidad de Alicante (UA), donde me distinguieron con el premio extraordinario de carrera. Siempre he estado muy orgullosa de este logro, porque la facultad de Derecho de la UA tenía un prestigio extraordinario y la verdad es que yo misma pude comprobar la excelente calidad de los docentes.
En segundo de carrera conseguí un trabajo de pasante en un despacho y estuve compatibilizándolo con los estudios. El ejercicio profesional siempre me ha apasionado. Recuerdo que por la mañana estaba en clase, desde la una de la tarde iba a la Biblioteca a estudiar y a las cuatro entraba en el despacho hasta las tantas de la noche.
Me acabé dando cuenta que con esos horarios en el ámbito privado me iba a ser imposible formar una familia, así que decidí pujar a la Abogacía del Estado. Al no encontrar a nadie en Alicante que me ayudase a preparar las oposiciones, con 22 años me mudé a Madrid.
«Mira que soy católica, pero la verdad es que yo iba a la romería de la Santa Faz sobre todo por el cachondeo»
Con esos horarios, ¿te quedaba algo de tiempo para vivir?
Pues a veces muy poco, la verdad. Recuerdo por ejemplo que a la biblioteca de la Facultad venía siempre mucha gente a ligar, y yo intentaba no levantar la mirada de los libros porque tenía solo esas pocas horas para estudiar (risas). Si casi ni pisé la cafetería del campus.
Lo que no me perdía por nada del mundo eran las paellas de la UA. También me lo pasaba fenomenal en las romerías de Santa Faz. Y mira que soy católica, pero la verdad es que yo iba sobre todo por el cachondeo. Que Dios me perdone (risas).
«El colectivo de los feriantes ha sido uno de los más olvidados por el Gobierno durante la pandemia»
Recuerdo con mucho cariño la feria de Navidad, que por cierto el colectivo de los feriantes es uno de los que más está sufriendo esta pandemia porque les han bajado la persiana sin darles ninguna salida. Es igual que con la tauromaquia, por razones únicamente ideológicas han sido excluidos de las ayudas. ¿Y quién tiene riñón para aguantar en España sin ingresar un solo euro desde marzo del pasado año?
¿Qué tal crees que ha evolucionado Alicante desde tu infancia a la actualidad?
En aquella época Alicante ya era una ciudad de servicios muy abierta con esa alegría y saber disfrutar que nos caracteriza a los alicantinos, aunque también con sus sombras profundas. Desgraciadamente nunca hemos tenido a los gobernantes que nos mereceríamos. Algunos de hecho están siendo ahora juzgados por corrupción pero en fin… los alicantinos ya conocíamos perfectamente lo que ocurría desde mucho antes de este juicio. Lo cierto es que, muy a pesar de nuestros dirigentes, hemos tenido un desarrollo extraordinario.
Mi familia materna sigue viviendo allí, y me da mucha pena ver ahora cómo se están destruyendo las oportunidades de numerosos alicantinos. Recientemente me reuní con la Asociación Empresarial Hostelera de Benidorm (HOSBEC) y es desolador. El turismo es la principal fuente de ingresos en nuestra provincia, por lo que esta situación nos está causando un desastre todavía mayor que en otras partes de España. Por eso hemos recurrido ante el Tribunal Constitucional (TC) estos estados de excepción encubiertos a los que nos ha abocado este Gobierno.
«Rajoy me cesó como abogada del Estado porque el PNV le pidió que cortara mi cabeza»
¿Por qué has acabado de diputada por Granada?
Todo empezó en marzo de 2019, cuando contactó conmigo Espinosa de los Monteros porque conocía mi trayectoria en la lucha contra la corrupción que estaba llevando desde la Abogacía del Estado. En aquel momento Vox todavía era un bebé precioso, no tenía ni presencia en el Congreso.
A mí siempre me ha dolido mucho el euro público. Durante mis diez años en el ejercicio fui una abogada del Estado muy particular, casi tenía más perfil de fiscal. Investigué varios casos de corrupción para que los responsables se sentaran ante la Justicia, hasta que un día el PNV pidió mi cabeza al Gobierno de Rajoy porque estaba perjudicando a dos cargos de este partido.
Así que acabé en la empresa pública Mercasa, que es accionista de Mercalicante, y aquí me puse con una investigación interna por un caso gravísimo que no puedo contarte porque aún está en la Audiencia Nacional, pero ya te digo que es una auténtica película de terror.
Yo nunca tuve entre mis ambiciones personales entrar en política. Como te he contado, me costó seis años de mi vida a razón de diez horas diarias obtener mi plaza en la Abogacía. Sin embargo después de toparme ante tantos techos de cristal, entendí que debía combatir a los políticos en su misma arena. La verdad es que el proyecto de Vox me enamoró y creo mucho en Abascal. Al incorporarme casi in extremis, pues se me brindó la oportunidad de ser candidata por Granada.
«Villarejo me contó que le visitaron emisarios secretos de PP, PSOE y Podemos para intentar que oculte o desvele información»
Hablando de corrupción. Recientemente estuviste en la cárcel visitando a Villarejo por la comisión parlamentaria para investigar el caso Kitchen. Ya que somos ambos alicantinos, cuéntame algo de lo que te dijo que no hayas declarado a otros medios.
(Risas). A ver, tengo que ser muy cuidadosa en este tema. Yo me defino como una mujer de ley y orden, más ahora que estoy en política. Mantuvimos un encuentro de dos horas, pero hay partes que solo podré desvelar cuando se celebre la comparecencia de Luis Bárcenas en el Congreso el 11 de marzo.
No quiero contribuir más al circo que los partidos del Gobierno y sus socios odiadores han pretendido crear con esta comisión para castigar en el hígado al PP. Ahora bien, no nos van a tomar el pelo. Si quieren Kitchen, van a tener Kitchen hasta en la cocina. Y tendrán a toda una abogada del Estado en ello.
Francamente yo desconozco si lo que el señor Villarejo me trasladó es cierto o no. A mí no me corresponde juzgar la veracidad de sus declaraciones, pero sí tengo claro que su testimonio es esencial porque él es la pieza clave del caso. Además debe declarar el primero, para así tener un hilo del que tirar en el resto de testimonios e intentar aflorar algo de luz en estas cloacas horribles que verdaderamente me tienen espantada con cada dato que voy averiguando. De hecho he tenido acceso a los actos judiciales, que ya no hablamos de políticos sino de un magistrado, y esto es otra auténtica película de terror.
Sí que te puedo adelantar algo que no he desvelado todavía. Esta visita fue solo la primera, a principios de marzo espero mantener un nuevo encuentro con Villarejo.
Por lo que me dices… parece que este señor está colaborando bastante, ¿no?
Tiene muchas ganas de hablar, sí. De hecho lo primero que me soltó, después de darme las gracias, es que habían ido a visitarle de tapadillo emisarios del PSOE, Podemos y PP para tratar de llegar a un acuerdo con él. En unos casos obviamente para castigar a otros partidos políticos, y en otros casos para ocultar la información que tiene.
Y es que le tienen absolutamente silenciado en la cárcel, le están aplicando medidas que ni a los terroristas. Debo recordar que es un preso preventivo por un delito común, a todos los efectos.
Además estamos ante una gran contradicción. Se está intentando desvirtuar su testimonio diciendo que es un mentiroso, al mismo tiempo que se le aplican medidas extremas para silenciarle apelando a que su testimonio puede afectar a la seguridad del Estado. Esto no hay por donde cogerlo. O miente o lo que desvela afecta al Estado. Ambas cosas al mismo tiempo es imposible.
«PP y PSOE ya han llegado a un acuerdo para repartirse el CGPJ con Podemos, PNV y tal vez Esquerra»
El tema de la independencia de la Justicia daría para una tesis, pero te lo pregunto. ¿Cómo crees que se debería de elegir el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ)?
Yo quiero denunciar claramente que se está produciendo un caso de corrupción política con este acuerdo indigno que han cerrado el PP y PSOE e implica la cesión de sillas a Podemos, el PNV y tal vez ERC. Esto no lo digo solo yo, también lo ha dicho Europa a través del GRECO en todos sus informes, señalando que España está permitiendo la corrupción al dejar que las sucias manos políticas entren al CGPJ para intentar controlar el poder judicial desde su mismo corazón.
Desde Vox hemos registrado una proposición para reformar la Ley Orgánica del Poder Judicial con el fin de volver a sistema vigente de 1980. Esta ley se modificó en tiempos de Felipe González, porque hasta entonces el sistema originario determinaba que los vocales jueces del CGPJ se elegían por y entre los jueces. Desde entonces se decidió que estos vocales se eligieran mediante el Congreso y el Senado, al igual que los vocales de procedencia no judicial.
Además hemos puesto un recurso de amparo con petición de suspensión automática para el proceso de renovación que está en marcha. Así vamos a intentar que el poder judicial se mantenga indemne ante este asalto que se está perpetrando, tal y como se lleva consumando desde hace 40 años.
«Dicen que Vox crispa el Congreso, pero lo que hacemos es romper el consenso progre imperante»
Durante esta pandemia desde Vox habéis sido brutalmente críticos con la gestión del Gobierno. Podéis tener vuestras razones, pero… ¿toda esta agresividad en el Congreso, no crees que contribuye a dividir todavía más la sociedad española en un momento en el que quizás necesitamos estar más unidos que nunca?
A nosotros se nos acusa sistemáticamente de crispar y siempre somos muy claros en la contestación. Si sus señorías entienden por “crispar” romper el consenso progre que ha habido en este hemiciclo antes de la llegada de Vox, que tengan muy claro que vamos a seguir crispando día tras día.
Aquí nos insultan en cada pleno. Nos llaman fascistas y nos deshumanizan. Cuando sufrimos agresiones, lejos de condenarlas lo que hacen es banalizarlas. Incluso llegaron a acusarnos de inventárnoslas, como cuando a mi compañera Rocío de Meer la rompieron una ceja en un acto político en el País Vasco y el portavoz de Podemos (Pablo Echenique) la insultó diciendo que su sangre era kétchup. Tuvimos incluso que publicar el informe médico en redes sociales.
Yo desde la tribuna les he pedido a sus señorías que al menos cumplan lo más básico, es decir el decoro y la educación. Porque se puede discrepar en los argumentos, pero en ningún caso cabe el insulto. En el personal del Congreso existe una gran tradición de respeto a lo que significa esta cámara. Y si se les exige una formalidad y vestimenta a los ujieres, al menos todos los diputados deberíamos también cumplir con esto. Es muy grave cobrar un sueldo público, que además no se ha visto mermado en un solo euro durante esta pandemia, para representar a los españoles y no mantener un mínimo de saber estar.