Entrevista > Luis Jesús Quiles Carrillo / Técnico Superior de Investigación. Departamento de Ingeniería Mecánica y Materiales (Monóvar, 15-febrero-1992)
Luis Jesús Quiles Carrillo lleva cuatro años investigando para desarrollar un material que pueda sustituir a los plásticos de un solo uso, principalmente los envases destinados a la alimentación.
Acaban de concederle una beca post doctoral, lo que le permite tener un poco más de tiempo para seguir investigando y perfeccionar este material y así poderlo aplicar también en otras industrias, como la del automóvil o la del juguete.
¿Por qué usar una piel de naranja o una cáscara de almendra para desarrollar un material que pueda sustituir el plástico?
El plástico tiene la problemática de que está generando gran contaminación, sobre todo en los océanos. Sustituir el plástico es muy complicado, así que el objetivo era buscar una idea que minimice al máximo su impacto medioambiental y para eso se puede usar plástico que sea biodegradable, que no generen una carga y problemática medioambiental. Puedes reciclarlos, pero siempre hay gente que no recicla o siempre acaban algunos en el suelo, en el campo, etcétera.
«La idea era utilizar residuos comunes de la zona para potenciar la economía circular»
Con productos de la zona…
Efectivamente. Por eso la idea era buscar un residuo común en la provincia de Alicante o en la Comunidad Valenciana, como es el caso de las almendras o las naranjas, e incluso la algarroba o casquería de arroz, para sacar un material plástico nuevo, biodegradable, con un coste que la industria se pueda permitir y a la vez mejorar las prestaciones y propiedades de este material.
Y además generando una economía circular. Desde la agricultura hasta el plástico lo has creado con tus residuos, y ese plástico generado te puede servir a la vez de compost o abono. Es una economía que depende de sí misma y a la vez no generas residuos.
¿Qué es un polímero y dónde reside su importancia?
Es una estructura química que está muy presente en la naturaleza, por ejemplo las resinas y los almidones. Son muy fáciles de obtener; se descubrieron hace más de un siglo gracias a elementos derivados del petróleo.
A partir de éste, se descubrió que se podían polimerizar materiales de manera sencilla y con unas propiedades muy buenas con un coste bajo. Por eso la introducción en la industria ha ido en auge de manera exponencial. El problema es que tiene unas grandes concentraciones de carbono y genera mucho CO2, y tarda mucho en degradarse.
¿Cuánto tarda de media en deshacerse un plástico y cuánto debería tardar el material que investigas para que la afectación medio ambiental sea mínima?
La degradación de un polímero industrial o derivado del petróleo tardan entre cincuenta y ciento cincuenta años, los más simples. Depende mucho de la estructura o del tipo de polímero que se utilice y del tamaño. Pueden llegar a tardar hasta los mil años o más los elementos como la botella de agua.
Para que un material sea biodegradable se requiere que sea capaz de degradarse en un tiempo inferior a los dos años. Algunos de los materiales que llevé a cabo en mi investigación rondan de media entre los dos y tres meses. Y llegamos a hacer un material con piel de naranja y almidones que rondaba el mes y medio.
«La ciencia debe ir por delante de la industria para ofrecer soluciones a los problemas como el del plástico»
¿Cuál es el papel de la ciencia en la búsqueda de soluciones ante la problemática del plástico en el planeta?
La ciencia debe ser la pionera en este tipo de factores, y la industria debe ser la encargada de producir y ser rentable para que puedan seguir funcionando y dando trabajo. La ciencia es la que debe ir por delante de la empresa e investigar y aplicar la innovación y el desarrollo para que los nuevos materiales puedan utilizarse en la industria de forma eficaz y con un coste que se puedan permitir.
¿Para qué se podría utilizar el material que investigas y pretendes desarrollar?
Inicialmente se buscaba resolver la problemática del envase de un solo uso, porque es el residuo más grande que se genera. No obstante, las pruebas que hemos realizado nos han hecho ver que este material se puede utilizar en multitud de sectores, como el del juguete o el automóvil.
«Sigo investigando para mejorar la producción y reducir los costes para que se pueda aplicar en las empresas»
¿Cuándo crees que puedes tener los primeros resultados aplicables al día a día?
Los materiales están hechos. Ahora tenemos que seguir investigando y combinándolos para ampliar los límites de estos materiales y perfeccionarlos para poderlos orientar a cada industria de forma concreta.
Hay que trabajar en mejorar la fabricación para reducir el coste. La transición hacia el uso de nuevos materiales no va a ser rápida ni fácil, y esto debe ir acompañando de la concienciación de la población y de legislación.