El comercio local, de proximidad, es ese en el que dos vecinos del barrio entablan una conversación, en el que el dependiente o dependienta atiende conociendo lo que gusta y necesita el cliente, el que mima y mira por ofrecer productos de calidad y el que sostiene a una familia con lo que gana en la propia localidad, contribuyendo a la economía de la población.
«La suspensión de las fiestas y otras celebraciones nos ha dejado muy tocados» R. Pérez
Situación del comercio
Un año después, la situación sigue sin dar un respiro al comercio local, que afronta como puede las restricciones. Rafa Pérez Orts, presidente de la Asociación Comarcal de Empresarios del Comercio (ACECA), asegura que el balance es muy negativo. “El hecho de que se hayan suspendido las fiestas y multitud de celebraciones nos ha dejado muy tocados y ha mermado mucho nuestras posibilidades”.
Según Pérez, no solo es el comercio lo que se ve afectado, sino muchas cosas que hay detrás que también sufren los efectos. Los proveedores, la parte mercantil que hay detrás, el poder adquisitivo de los clientes y por consiguiente la bajada de las compras.
Las ventas en internet se han incrementado un 300 por ciento según un estudio de CONFECOMERÇ- PATECO
El presidente de ACECA destaca que lo que está funcionando es lo que ha ido bien siempre, cuidar al cliente, porque no todos los productos funcionan como para venderse por internet, a pesar de que las ventas en este soporte se han incrementado en un 300 por ciento según un estudio realizado por CONFECOMERÇ- PATECO.
Tienda de ropa
Ante esta situación, algunos se han tenido que reinventar o incrementar aún más algunas estrategias que ya venían desarrollando, pero que ahora cobran especial relevancia.
Es el caso de Silvia Soler Boutique. Silvia se ha caracterizado en su recorrido al frente de la tienda de ropa por realizar acciones como meriendas con sus clientas, o ‘guateques’, como ella los llama, la venta online a través de su web y una comunicación constante a través de las redes sociales.
Sus clientas son un público muy concreto que busca prendas de calidad con un toque vintage en su gran mayoría. Además de las medidas de seguridad propias de la pandemia, el aforo reducido, la ventilación del espacio en el que se ubica, el lavado de manos con gel y el uso de mascarillas, se ha visto obligada a adaptar el horario en varias ocasiones.
«Al final se trata de estar cerca de la gente, aunque tenga que ser de forma distinta» S. Soler
Innovando ante las restricciones
Durante todo el mes de febrero, y tras el pico de contagios sucedido en navidad, los comercios no esenciales debían cerrar antes de las seis de la tarde: “Llevamos muchos meses en los que, como es comprensible, la gente no sale tanto de casa; yo suelo tener una buena afluencia de gente en la tienda física, pero estos meses se está notando un bajón considerable. Me di cuenta de que tenía que buscar soluciones”, comenta Soler. Y una de las soluciones fue potenciar algo que llevaba ya algunos meses haciendo: la venta rápida a través de los ‘stories’ de Instagram.
“Tengo tienda online también, pero las ventas por ‘stories’ en Instagram, en mi caso, son una forma muy dinámica e inmediata de llegar a mi público objetivo. Las clientas hablan conmigo y las puedo atender de forma muy cercana y personal. La mayoría son ya clientas habituales y conozco su talla, y me consta por ellas mismas que les gusta mucho ver mis ‘stories’.
Al final se trata de estar cerca de la gente, aunque tenga que ser de forma distinta. Intento crear contenido que transmita la esencia de boutique, que sea agradable de ver y ameno, es algo que disfruto mucho haciendo y me funciona bien”.
Alimentación
Y aunque la alimentación es comercio esencial, Pescados Mira, con José Luis, Pepe y Ana Núria, ubicado en el Mercat Sant Mauro, en el centro de la ciudad, también se ha querido acercar a sus clientes. Ahora la gente sale menos de sus hogares y José Luis se encarga de grabar en vídeo con su móvil inteligente todo el género que les ha entrado fresco y de calidad. Los clientes habituales han pasado a formar parte de una lista de difusión en Whatsapp por donde manda esos vídeos.
Los usuarios responden con el pedido sin necesidad de tener que ir a verlo en persona y ellos salen a hacer los repartos y lo acercan a sus hogares o puestos de trabajo. Aseguran que también crearon hace tiempo una página de Facebook en la que exhiben lo que venden: “Poco a poco hemos ido viendo que a parte de nuestra clientela nos llega gente nueva y joven, que es lo que queríamos”.
El Whatsapp también es el sistema que utilizan en la Frutería Santi, ubicada en el Mercat de la Zona Norte. Mucha gente huye ahora de las colas y aglomeraciones de los sábados por la mañana. Las tres hermanas que trabajan juntas en el puesto, Mónica, Concha y María, se encargan de recibir los pedidos a través de esta red social y prepararlos. De esta forma el cliente llega, paga y recibe su bolsa, sin necesidad de esperas y reduciendo el tiempo de exposición.