Entrevista > José Soler / Suboficial Coordinador de Información e Investigación
Más allá de si sus peripecias se acercan más o menos a la realidad, el de catástrofes es uno de los géneros cinematográficos con más seguidores en todo el mundo. Su temática concreta varía con el tiempo y las modas. Así, a finales de los 70 se vivió un auténtico ‘boom’ de cintas sobre tragedias aéreas, coincidiendo con la ‘democratización’ de los viajes en avión.
Más tarde, en los 80 y 90, llegaron las historias relacionadas con desastres naturales de todo tipo, a la vez que crecía la preocupación social por el cambio climático. Y últimamente, bueno… la realidad quizás haya superado ya a la ficción.
Capacidad de anticipación
En todas ellas, se dan varios elementos comunes y, quizás, la figura que no puede faltar en ninguna es la del bombero, ese personaje que, habitualmente, corre hacia el peligro cuando los demás huyen de él. La persona -en el cine siguen siendo casi siempre musculosos y atractivos hombres, pero en la realidad cada vez encontramos más mujeres en el colectivo- que, muchas veces sin pensar demasiado en las consecuencias de sus actos, se mete en el ojo del huracán para rescatar al prójimo.
En realidad, las cosas son mucho más estudiadas. Menos impulsivas. Protocolizadas y anteponiendo una muy estudiada ‘coreografía’ que los bomberos ensayan una y mil veces para tratar de garantizar al máximo su seguridad y la de aquellos a los que tratarán de ayudar cuando el teléfono suene con malas noticias. Y, para ello, deben de ser capaces de anticiparse a todo aquello que puede salir mal en los distintos escenarios que presenta su entorno más cercano.
No debe ser habitual que en un trozo de terreno tan pequeño se den tantos escenarios distintos como en la Marina Baixa: rascacielos, viviendas diseminadas, mar, montaña… ¿supone un reto extra para el Parque de Bomberos situado en Benidorm?
Las peculiaridades de una zona operativa hacen que los bomberos se especialicen más o se preste más atención a unos factores determinados. Por ejemplo, donde hay edificios de altura, se desarrollan más esos procedimientos y me consta que Jaime Llorca, el sargento de la Marina Baixa, se dedica a hacer prácticas y controles de ‘columnas secas’, habiendo logrado un alto grado de excelencia en ese terreno.
Es normal porque, por poner sólo dos ejemplos, en Benidorm tenemos el hotel más alto de Europa y el edificio In Tempo, todavía no está inaugurado, pero también es altísimo.
Más allá de esos edificios en altura, ¿qué otras peculiaridades presenta la Marina Baixa para el trabajo de los bomberos?
Una de las más importantes es el interfaz existente entre urbanizaciones y zonas forestales. En toda la comarca hay urbanizaciones que están completamente metidas en zonas forestales y, por lo tanto, tenemos que cuidar bien esa cuestión. Eso también genera una especialidad porque una cosa es apagar un incendio forestal en la montaña y otra es apagar incendios forestales trufados de viviendas, con sus vallas, sus puertas… es complicado.
«La Marina Baixa es la comarca donde más trabajo tiene el helicóptero de rescate en toda la provincia»
Todo ello, sin olvidar que estamos muy cerca de la montaña del interior provincial.
Es que en la Marina Baixa también están muy especializados en el rescate en montaña. De hecho, donde más trabajo tiene el helicóptero de rescate es en esa comarca. En concreto, por esa cantidad de zona montañosa que comentas con la presencia del Puig Campana, el Ponoig, el Salto de Sella…
En ese alto número de rescates, ¿tiene mucho que ver la actividad turística?
Se producen muchos accidentes por parte de personas que se meten en rutas y lugares que desconocen y eso nos lleva un trabajo extra. Por ello, la mayoría de los bomberos de la zona conocen el territorio, las sendas, las zonas más peligrosas… Por ejemplo, la perimetral del Puig Campana se ha convertido en una visita obligada de todos los años.
«El Parc Natural de la Serra Gelada está bien protegido. Tiene una buena red de hidrantes y tenemos el mar al lado»
La Marina Baixa cuenta con el Parc Natural de la Serra Gelada, una de las joyas medioambientales de la provincia. ¿Está bien protegido?
Una de las ventajas es que está muy cerca de zonas urbanizadas y eso provoca que cuente con una buena red de hidrantes. Además, es un punto en el que la carga de agua no supone un problema porque tenemos el mar al lado. En el caso de la Serra Gelada, nos da más trabajo por rescates en sus acantilados que por incendios.
«Partimos de una base: el edificio se puede quemar, pero la gente se tiene que salvar»
Hablando en líneas generales, ¿considera que los rascacielos de Benidorm están bien construidos y preparados para hacer frente a posibles incendios en altura y garantizar una evacuación segura?
Sí. Ten en cuenta que el Código Técnico de Edificación se encarga de velar por la seguridad de las personas. Ese código se preocupa más en diseñar los edificios para que permitan la evacuación que para salvar el edificio en sí. Partimos de una base: el edificio se puede quemar, pero la gente se tiene que salvar.
Muchas veces, los incendios en los que hay accidentes no es el sistema de seguridad el que ha fallado, sino que son las personas, que han bloqueado las puertas de seguridad con cuñas o no han llevado un mantenimiento adecuado de las mismas.
«En un incendio, el problema llega cuando la gente sale de la zona segura intentando huir. Muchísima gente muere en la escapada»
Sé que cada incendio es un caso único, pero, en líneas generales, ¿la evacuación del edificio es la primera opción a tomar?
Nosotros somos más partidarios de confinar que de evacuar. Ten en cuenta que un incendio en un bloque de viviendas puede estar mucho tiempo ardiendo y los demás pueden quedarse confinados, con puertas y ventanas cerradas y dándonos a nosotros el tiempo suficiente para extinguirlo. El problema llega cuando la gente sale de esa zona segura intentando huir. Muchísima gente muere en la huida.
Es decir, muere más gente por asfixia que por quemaduras.
¡Desde luego! La gente se quema después de morir. Lo importante es no perder la calma, llamar al 112 y prepararse con una toalla húmeda, mantener todo cerrado y alejarse lo más posible de la zona caliente. Por orden, tenemos el confinamiento, el alejamiento y la evacuación.
¿Por qué ese orden?
Si la gente sale de casa y se deja su puerta y las de seguridad abiertas, lo más común es que se inunde de humo la caja de escaleras y lo que has conseguido es meter a las personas en una ratonera. Por ello, sólo evacuamos cuando hace falta, bajo nuestras indicaciones y, por favor, cerrando todas las puertas a nuestro paso.
«Cuando entramos en un interfaz urbano muchas veces dejamos de apagar pinos y nos dedicamos a salvar gente»
Repito una frase que acaba de decir: “el edificio se puede quemar, pero la gente se tiene que salvar”. En otras palabras, vidas por encima de los bienes. ¿Sucede lo mismo en otros incendios como los forestales, cuando muchas veces vemos a personas quejarse de que no se ha acudido a apagar las llamas cerca de casas en medio del monte?
Cuando se inicia una catástrofe, de la índole que sea, siempre faltan medios. A nosotros nos pasa lo mismo. Cuando se produce un incendio forestal, hasta que llega el momento en el que podemos tomar el control del mismo, tenemos que priorizar. Y en ese sentido, lo tenemos muy claro: la prioridad siempre es salvar personas.
Lo que no podemos hacer es ir a tratar de salvar una vivienda cuando tenemos a mucha gente que, al salir, lo ha hecho con el coche y puede estar atrapada por las llamas. Nosotros, cuando entramos en un interfaz urbano, muchas veces dejamos de apagar pinos y nos dedicamos a salvar gente.
¿Cree que la gente comprende estas situaciones?
Nosotros llegamos a tener un juicio que no se llegó a celebrar porque una persona había denunciado a los bomberos por no defender su vivienda, cuando estábamos evacuando a la población para ponerla a salvo. Estábamos confinando a la gente en una zona segura de la urbanización y sólo después, cuando estaba todo el mundo seguro, nos pusimos a extinguir. En definitiva, si un incendio nos desborda, establecemos prioridades.
En este caso, supongo, se une la impotencia con el desconocimiento de los procedimientos adecuados.
Efectivamente, muchas veces vemos a la gente echar agua a la llama cuando eso no sirve de nada porque estás intentando apagar algo que ya se ha quemado. Lo importante es cortar el avance para que el fuego no llegue a zonas que se pueden salvar.
Sucede, por ejemplo, en los fuegos en industrias. Ves que hay una nave ardiendo, pero estamos echando agua a la pared y a la nave de al lado, donde no hay fuego. Lo que estoy haciendo es enfriar para que las llamas no se extiendan.
En la zona tenemos un largo historial de gotas frías, que antes se concentraban en septiembre y octubre. ¿El cambio climático está afectando de alguna manera su trabajo en este sentido y en el aumento del número de incendios?
Ten en cuenta que esto no es algo que pase de un día para otro pero, efectivamente, está ocurriendo y de forma acelerada. Por ello, nos estamos especializando. Los fenómenos costeros han aumentado, también los cambios bruscos de temperatura, que afecta a los incendios o las nevadas… todo ello lo tenemos en cuenta.
«Lo principal, es que si la gente ve que hay un incendio y que estamos trabajando en la zona, estén muy atentos a las órdenes que les dará la policía»
Para terminar, ¿cuáles serían los consejos básicos que le gustaría lanzar a la población ante una situación de riesgo?
Lo principal, es que si la gente ve que hay un incendio y que estamos trabajando en la zona, que estén muy atentos a las órdenes que les dará la policía. Si hay que evacuar, se avisará y si se da esa orden hay que salir de allí dejando la vivienda con las persianas cerradas, los toldos recogidos… que no se pongan con la manguerita, que no va a servir de nada. Y si el gatito o el perrito está ahí, que lo dejen cerrado dentro. Que no se pongan a buscarlo.
En el caso de incendios en gran altura, que estén atentos a las palabras confinamiento, alejamiento o evacuación. Ese vecino que ve un fuego y se dedica a llamar a todos los timbres no lo está haciendo bien. Lo normal, es encerrarse en casa y esperar órdenes de una autoridad.