José Sacristán / Actor
Uno de los más grandes de las artes escénicas patrias está de visita en la provincia de Alicante. Hablamos de José María Sacristán Turiégano (27-septiembre-1937, Chinchón, Madrid), quien llegará el próximo 17 de abril al Teatro Municipal de Torrevieja para interpretar la obra-monólogo ‘Señora de rojo sobre fondo gris’.
Se trata de la adaptación teatral de la novela homónima escrita por Miguel Delibes con grandes tintes autobiográficos. Un proyecto que arrancó en 2019 y cuya gira ahora arriba a la ciudad torrevejense.
Hombre conciso y al grano. Repasamos sus inicios en la actuación y las claves de su fascinación por la obra de Delibes, de quien fue gran amigo en vida. Sacristán siempre intentó convencerle en balde de llevar esta novela a los escenarios, hasta que ya fallecido fueron sus hijos quienes dieron el visto bueno. Un homenaje post-mortem a uno de los mayores literatos españoles que nos dio el siglo XX.
«Fuimos muchos los que intentamos convencer en balde a Delibes de llevar esta novela al teatro o al cine»
¿Cómo se te metió en la cabeza la idea de ser actor?
Fue de niño viendo una película en el cine de mi pueblo, sinceramente ya ni me acuerdo del título. Creo que era una de éstas por entregas, protagonizada por Fu-Manchú. Yo siempre soñaba con ser el pirata, el gánster, el mosquetero, etc. La verdad es fue como una fascinación, o una revelación. Y aquí estamos, 60 años después.
«En mi primera obra de teatro solo tenía una frase y cobré 50 pesetas»
¿Recuerdas cuál fue tu primera obra de teatro?
Como profesional fue en 1960 y solo tenía una frase. Decía “Señor Jenkins” por la cual me pagaron 50 pesetas. En concreto era la obra ‘El celador’, que se representó en el Teatro Infanta Isabel de Madrid. Entré de meritorio gracias al director madrileño José Luis Alonso.
«Nunca me ha importado hacer comedias o dramas, lo importante es la historia y los personajes»
Es imposible que te pregunte por toda tu inmensa filmografía, así que te dejo elegir. ¿Qué película recuerdas con más cariño?
Todas. Sinceramente las quiero a todas por igual aunque unas me gusten más y otras me gusten menos. No tengo preferencia hacia las comedias o los dramas, me gustan las historias y los buenos personajes. El género y el medio me son indiferentes.
¿Y por qué película crees que se te recuerda más?
Tampoco me veo capaz de hablar en el nombre de los espectadores, eso es el público quien debe decidirlo.
Mójate al menos con los directores. ¿Con qué director te ha gustado más trabajar?
Eso tampoco te lo voy a decir. Afortunadamente tengo la suerte de no haber tenido problemas con ninguno.
Yo soy un gran apasionado de la comedia y si me permites a mí elegir una… recuerdo como divertidísima ‘¡Qué vienen los socialistas!’. Una de aquellas películas que contribuyeron a abrir las puertas del humor político en la España de la Transición.
Sí que era muy divertida, sí. Ahora mismo no te sabría decir si fue de las primeras en tocar el humor político, quizás en aquella época (1982) ya se podía hacer chistes de estos temas en España y formó parte de unas cuantas películas que apuntaron por ahí. Yo desde luego la recuerdo como muy graciosa y sin afán de pontificar, con Mariano Ozores como director.
Volviendo al presente, hablemos ya de esta obra-monólogo de ‘Señora de rojo sobre fondo gris’. El argumento se ambienta en los años 70 y lo protagoniza un pintor alter-ego de Delibes.
En realidad es el Delibes más personal. Cuando escribió la novela protegió su identidad con un personaje llamado Nicolás que es un pintor, que también vive la enfermedad y muerte de su mujer. Desde luego más íntimo no puede ser.
«Delibes creía que la fuerza de la memoria del amor puede incluso vencer a la propia muerte»
¿Qué tiene la literatura de Miguel Delibes que tanto te fascina?
Quien conoce su obra sabe cómo se pone a contarnos y vernos a los seres humanos. Salen nuestras bajezas, nuestras miserias, nuestras grandezas… ‘Señora de rojo sobre fondo gris’ es un canto a la memoria del amor. Lo que Miguel propone es sencillamente mostrar el dolor inmenso de la pérdida del ser querido, al tiempo que transmitir que mientras somos amados y recordados nunca desaparecemos del todo. La fuerza de la memoria del amor puede incluso vencer a la propia muerte.
La obra versa sobre la precipitada muerte de la esposa del protagonista, algo que como comentabas le ocurrió al propio Delibes cuando falleció su mujer Ángeles de Castro por un tumor cerebral a los 50 años. Esto influyó considerablemente en su estilo literario posterior…
Indudablemente. Esta pérdida trastornó por completo a Miguel. Ella no era solo su esposa, también su complemento perfecto en su vida. Fue un palo terrible y estuvo mucho tiempo sin escribir.
De hecho, cuando Delibes volvió a coger la pluma vivió sus mejores años como escritor en cuanto a reconocimiento del público. ¿Quizás el dolor le inspiró para ser un literato todavía más completo?
Yo no lo creo así. Miguel ya era muy grande desde mucho tiempo antes de que falleciera su mujer. En ‘Señora de rojo sobre fondo gris’ concretamente dio una dimensión de su propio dolor.
No le debió ser fácil escribir esta novela, pues su esposa Ángeles fallece en 1976 y el libro no se publica hasta 1991. Tú que le conocías, ¿por qué tardó tanto en escribirla?
Según Miguel me contó, necesitó mucho tiempo para reaccionar ante este palo. También experimentó una especie de pudor hacia no contar a nadie lo que le ocurría, lo cual no se le pasó hasta bastantes años después.
De hecho Delibes nunca te permitió en vida llevar esta novela al teatro…
Efectivamente, no autorizó que se hiciera ni obra ni película de este texto porque no quería que se le pusiera cara a este personaje. No solo se lo pedí yo, también lo hizo Pilar Miró y otros muchos. Ya dos años antes de fallecer conseguí que me permitiera hacer una lectura dramatizada.
Lo cierto es que el permiso definitivo acabaron dándomelo sus hijos tras el fallecimiento de Miguel (2010). Conseguimos convencerles mostrándoles la versión que habíamos realizado Pepe Sámano y yo para adaptarla al teatro. Ya nos conocían bastante, pues Sámano trabajó mucho con Miguel y yo realicé en su día la versión teatral de su otra novela ‘Las guerras de nuestros antepasados’.
Miguel Delibes tuvo sus desavenencias con el régimen franquista y Manuel Fraga durante esta época. ¿También hay crítica política en esta obra?
Está más bien como telón de fondo. La hija y el yerno del protagonista están en la cárcel por cuestiones políticas. Miguel no hacía mucho hincapié en el tema político, que por supuesto sí importa y afecta a la obra pero no de una manera capital.
¿Recomiendas al espectador que se lea la novela antes de ver la obra?
No hombre, qué preguntas haces (risas). No tienen nada que ver, tanto la novela como la obra tienen sus propias personalidades. El verso literario es uno y el dramático es otro. Lo que se va a encontrar el espectador es una versión donde lógicamente hay que resumir el texto original, porque sino la obra duraría una semana.
Te confieso que eso fue lo más doloroso de hacer esta adaptación al teatro, porque no queríamos cortar nada pero alguna parte teníamos que quitar. Al final el resultado creo que es exactamente lo que Miguel quiso contar.
Hace poco trabajaste en la serie ‘Alta Mar’. ¿Tienes algún proyecto más entre manos?
No. Ahora estoy solo concentrado en realizar esta gira final de ‘Señora de rojo sobre fondo gris’, que terminará el año que viene.
A los 83 años… ¿se piensa ya en la retirada?
Te vuelvo a repetir. Yo ahora estoy solo centrado en terminar esta gira teatral. Cuando acabe, pues ya pensaré en otros proyectos o en lo que tenga que pensar.