Entrevista > Laura Aliaga Romero / Jugadora profesional de baloncesto (Alicante, 4-noviembre-1994)
Con veintiséis años la alero alicantina Laura Aliaga, de 1,86 metros de altura, es una de las firmes apuestas del baloncesto profesional a día de hoy. Desde que se iniciase por primera vez en el basket de primer nivel con el catalán Segle XXI, con apenas catorce años, no ha dejado de crecer en el mundo del deporte.
¿Cómo fueron los comienzos?
Fueron muy buenos, tengo gran recuerdo. Quizás vino todo de muy buena mano y evolucioné muy rápido. Comencé en el colegio Maristas, donde el baloncesto siempre se ha vivido mucho, y al terminar mi primer año ya estaba interesado en mí el Club Baloncesto San Blas.
Fue difícil tomar esa decisión porque en una niña de doce años dejar a su grupo de siempre es un poco complicado. Al año siguiente empecé en el club y fue muy rodado. Entrenaba con niñas mayores, me llamaron de la selección autonómica para jugar con ellos el Campeonato de España y más tarde estaba en dinámica de la Selección Española.
«La llegada al club Segle XXI cambió mi vida por completo»
Hasta que con apenas catorce años pones rumbo a Barcelona tras fichar por el Segle XXI, ¿qué supuso para ti la llegada a este club?
Ahí cambió mi vida por completo. Recuerdo que en verano, estando con la Selección, vino una jugadora mayor que yo a contar la experiencia del Segle XXI. Ahí era ingenua, no me lo creía mucho y lo veía como algo muy lejano e imposible. Ese mismo invierno mi padre me comentó que habían llamado a casa para ofrecerme una beca en dicho club.
Fueron unas semanas muy difíciles, tanto para mí como para mi familia, que sabían que si decidía seguir y marcharme ellos perdían a una hija con catorce años. Sin embargo, fue la mejor elección que hice para poder estar donde estoy ahora. Ahí fue cuando me di cuenta de que me quería dedicar a esto lo más profesionalmente posible y que si no me iba, en Alicante me iba a ser imposible.
Desde hace tres años milita en el club lucense Durán Maquinaria Ensino, con el que ascendió a la Liga Endesa
A día de hoy militas en el Durán Maquinaria Ensino, ¿qué tal se está portando el club?
Es mi tercer año aquí en Lugo y estoy feliz. Desde que llegué hace tres años me he sentido como en casa, la ciudad es muy bonita, acogedora y su gente es muy amable. El club, desde el minuto uno, puso todos sus medios a nuestra disposición y han estado ayudándonos y mimando en su medida.
Y ahí se ha notado la evolución en estos tres años, de ascender a Liga Endesa a jugar el año pasado una Copa de la Reina, y este año vamos a por otra y en una buena posición en la tabla.
Un equipo con el que compites en la máxima categoría del baloncesto femenino español, ¿te lo imaginabas cuando te iniciaste en el deporte?
Hace mucho tiempo, cuando estaba aún en Alicante, me hicieron una entrevista y dije que quería jugar en la máxima categoría de baloncesto femenino y aquí estoy. Jugar en la Liga Endesa es increíble, el nivel ha subido, es una liga muy competitiva y muy conocida fuera de España, donde muchas jugadoras extranjeras quieren jugar. Me siento una privilegiada de llevar los años que llevo jugando en esta liga y disfrutándola al máximo.
«Mis mejores momentos: jugar una final con mis compañeras de Alicante, cuando me dieron la camiseta de la Selección para debutar y cuando jugué mi primer Europeo»
¿Cuál crees que ha sido tu mejor momento deportivo?
Elegir uno me es imposible, pero me acuerdo de la sensación de la primera vez que jugué una final con mis compañeras de Alicante, la primera vez que me dieron la camiseta de la Selección con mi nombre y debuté con ella, o cuando jugué mi primer Europeo.
¿Y el peor?
Cuando sufrí una lesión grave mi último año en el centro de alto rendimiento y a las puertas de un Mundial. Fue una lesión difícil, me rompí la tibia y el peroné y la recuperación no salió bien desde el principio; tarde más de lo que tenía que haber tardado, perdiéndome así el mundial que tanto quería.
Hubo un tiempo en el que me planteé dejarlo, ya que fue muy duro para mí. Estaba en una situación difícil, tenía la selectividad por delante y mi futuro estaba en el aire. Gracias a mis padres, que me animaron, aquí estoy dándolo todo y contándolo ahora como anécdota.
Brecha salarial del deporte femenino
Aunque los sueldos en el baloncesto femenino han mejorado en comparación con otros años, siguen existiendo grandes diferencias con los hombres. Una situación que seguirá así, explica la jugadora alicantina, hasta que empresas, televisión, ayuntamientos y muchos más confíen en el deporte femenino como lo hacen en el masculino.