El Pabellón Pitiu Rochel estaba a reventar como no se veía desde los tiempos del Calpisa. Por primera vez un club alicantino de un deporte femenino había conseguido llegar a una final europea. El Mar Alicante de balonmano se enfrentaba al Ferencvaros húngaro. Una cita para la historia de nuestra ciudad… de la que ahora se cumple una década.
Diez años después de aquel inolvidable 15 de mayo de 2011, en AQUÍ en Alicante hemos vuelto a juntar a tres de las jugadoras que formaron parte de ese legendario equipo. Ellas son la capitana eldense Isabel Ortuño, la danesa Lene Tobiasen y la alicantina Marisa Gayo. Enseguida surgen muchos recuerdos de una época que marcó sus vidas para siempre.
Inicios del equipo
Hablamos de un club surgido en 1978 de la mano de Salvador Crespo, profesor del colegio Tossal que creó un equipo infantil de balonmano femenino. Años más tarde se independizaron del colegio y encontraron el patrocinio de la empresa Unión Alicantina, adoptando dicho nombre. Las chicas crecieron hasta tener edad suficiente como para competir en categoría senior.
El Unión Alicantina estuvo luchando durante varios años por ascender a División de Honor, gesta que por fin lograría en 1991. Se convirtió entonces en el típico equipo ‘ascensor’, cosechando varios descensos y ascensos.
“En esa época el club fichaba en los colegios. Yo jugaba en el Jesús María, era la única chica de un equipo mixto porque entonces el balonmano no se consideraba un deporte muy de niñas. Con 16 años me incorporé al equipo senior y logramos ascender a División de Honor en 2001” nos cuenta la extremo izquierda Marisa Gayo.
Salto de calidad
A finales de los años 2000 el conjunto alicantino, entonces ya refundado como Mar Alicante, dio un salto de calidad fichando varias jugadoras extranjeras. Una de ellas fue la danesa Lene Tobiasen.
“Empecé con el balonmano casi en la guardería, pues en Dinamarca es el deporte nacional. Pasé por varios clubes daneses hasta que un verano me enamoré de un alicantino, así que busqué un equipo por aquí”, explica la extremo derecha.
Isabel Ortuño
Pero sin duda el gran fichaje estrella fue la incorporación de la lateral izquierda Isabel Ortuño, quien había sido la primera balonmanista española en jugar en el extranjero (en el Viborg danés) y ganar una Copa de Europa. Se convirtió en la gran capitana del equipo y junto a ella también vendría su hermana Laura, suplente de Tobiasen en la banda diestra.
“Yo entonces jugaba en el Sagunto, pero el equipo tenía problemas económicos y encima no estaba muy a gusto con la entrenadora. El director deportivo del club, Alejandro Rico, me hizo una buena oferta, y además me pillaba cerca de casa pues soy eldense”, cuenta Ortuño.
“Era la época en la que las constructoras todavía ponían dinero para el deporte local. Además en aquel momento éramos el único equipo alicantino en Primera División, así que nos convertimos un poco en el buque insignia del deporte de la ciudad. Por eso el presidente logró el apoyo de empresas, y pudo ofrecernos buenos contratos. Yo llevaba varios años jugando en otros equipos de España y me propusieron regresar”, comenta Marisa.
«La llegada de Sandoval nos espabiló porque dejamos de perder balones y mejoramos en defensa» I. Ortuño
La llegada de Sandoval
En la temporada 2008-09 las chicas del Mar Alicante lograban alcanzar la quinta posición de la Liga española. Al año siguiente fueron cuartas, y además subcampeonas de la Copa de la Reina. El equipo estaba en claro auge. No obstante su debut en competición europea fue más bien decepcionante, pues perdieron en primera ronda de la Copa EHF contra el Kikinda serbio.
“Quizás habíamos caído un poco en la monotonía. El club entonces tuvo la buena de idea de contratar como primer entrenador a Ángel Sandoval, pero sin despedir a nuestro hasta entonces técnico Esteban Roig, que se quedó como segundo”.
“Ángel nos metió mucha seriedad y disciplina. Hasta entonces perdíamos muchos balones y no siempre defendíamos bien. Mejoramos muchísimo en todas nuestras carencias. Incluso yo que siempre he sido horrible defendiendo llegué a sentirme una buena defensora”, recuerda Ortuño.
Lubin y Copenhague
En primera ronda de la Recopa de Europa 2010-11 tocó el Zaglebie Lubin. El conjunto alicantino perdió por 2 goles en Polonia, pero luego remontó con un 27-22 en la vuelta. En octavos de final el rival fue el Copenhague.
“Para mí fue una eliminatoria muy especial porque era volver a mi país y además yo había estado en el Copenhague. Recuerdo que me sentía súper motivada para jugar bien, y luego me salió un partido horrible. La jugadora que tenía que cubrir metió unos diez goles. Al final acabamos perdiendo 27-24”, relata Tobiasen.
Sin embargo una vez más las alicantinas arreglaron la situación remontando en casa, donde se impusieron con un claro 35-26. “Sabíamos que la clave era tapar a la central. Yo me puse encima de ella desde el primer minuto. Así anulamos totalmente al Copenhague, y de paso pude resarcirme del partido de ida”, recuerda la danesa.
El Rostov ruso
En cuartos se enfrentaron al Rostov Don. En este caso el partido de ida se jugó en el Pitiu Rochel, donde ganaron con un apretado 24-22.
“No se me olvidará nunca el viaje a Rusia, aquello fue una auténtica odisea de un día y medio. Llegamos al hotel a mediodía y nos tuvimos que acostar porque estábamos muertas. El partido se jugó en un pabellón de hockey sobre hielo, y aunque los rusos colocaron un parqué de madera encima el suelo estaba congelado. Yo me caí en una jugada y tuvieron que vendarme totalmente la cabeza. Parecía una momia”, cuenta Isabel Ortuño.
Las alicantinas salieron una vez más victoriosas de la batalla sobre el hielo ruso, empatando a 21. Así llegaron a semifinales, donde esta vez les tocaría viajar hasta Suecia.
«Cuando llegamos a Suecia nos recibieron vestidos de toreros y sevillanas como en Bienvenido Mr. Marshall» M. Gayo
El Lugi sueco
“Cuando llegamos a Suecia una delegación del Lugi nos recibió todos vestidos de sevillanas y toreros. Parecía aquello la película de ‘Bienvenido míster Marshall’. Recuerdo que nuestro presidente quiso agradecerles el detalle, pero como no sabía hablar inglés creo que no le entendieron nada”, rememora entre risas Marisa Gayo.
“En Escandinavia conciben el balonmano a otro nivel. Nosotras siempre limpiábamos el balón con un secador y cuchillo cuando se llenaba de resina. Sin embargo en el pabellón de Lund nos encontramos una máquina de limpiar balones. Estábamos tan alucinadas con ese invento, que todas hacíamos cola para usarla”, relata Isa.
El Mar Alicante cayó 24-22 ante el Lugi, pero una vez más volvió a remontar delante de su cada vez más numeroso público ganando 28-22 en la vuelta.
«Teníamos tanta confianza en nosotras mismas que siempre sabíamos que algo nos haría ganar el partido» L. Tobiasen
“Teníamos mucha confianza en nosotras mismas. Aunque empezáramos mal, sabíamos que pasaría algo que resolvería la situación. Normalmente era Isa Ortuño quien nos arreglaba el partido marcando los goles decisivos, pero todas sabíamos cual era nuestro rol en el equipo”, nos explica Tobiasen.
La finalísima contra el Ferencvaros
Las chicas del Mar Alicante seguían abonadas a la épica y ya estaban en la gran final de la Recopa de Europa. Todo un hito en la historia del deporte femenino alicantino. Solo les separaba del título el poderoso Ferencvaros de Budapest.
“En Hungría el recibimiento no fue ni mucho menos tan simpático como en Suecia. Las aficiones del este siempre han sido muy duras, y los ultras del Ferencvaros de fútbol iban también a los partidos de balonmano. Recuerdo un ambientazo increíble de bengalas e incluso la peña haciendo barbacoas en el exterior del pabellón. Yo aquel día no pude jugar por una lesión, y me sentaron en la grada junto a dos antidisturbios”, nos cuenta Marisa.
El partido acabó 35-29, un marcador negativo pero que hacía pensar que la remontada podía ser posible en Alicante.
“Durante los días previos se montó una buena en Alicante. La prensa y la ciudad se volcaron con el balonmano femenino como nunca había ocurrido. Jamás un equipo alicantino había tenido dos páginas por periódico ni se había retransmitido por la televisión. Hasta acicalaron la pista del Pitiu Rochel”, indica Gayo.
El Mar Alicante eliminó a equipos con presupuestos mucho mayores como el Rostov, el Copenhague o el Lugi sueco
Derrota en la final
Finalmente se escapó el título. En algún momento del partido se llegó a soñar con la remontada, pero el marcador acabó con un empate a 23 que hizo campeonas a las húngaras.
“Es cierto que habíamos vencido antes a equipos con presupuestos enormes, pero siendo honestas… el Ferencvaros se nos escapaba. No creo que pudiéramos haber hecho más de lo que hicimos por ganar esa final. Era un equipazo con muchas jugadoras titulares de la Selección de Hungría. Llegamos hasta donde llegamos”, reconoce la capitana del conjunto alicantino.
Aún así las jugadoras recuerdan esta Recopa de Europa como un gran éxito deportivo. De hecho el club alquiló un gran autobús descapotable para que las chicas del Mar Alicante recorrieran la ciudad saludando a la afición como las grandes subcampeonas que eran.
Caída en picado
De rozar el oro europeo, al abismo. Casi inmediatamente de haber vivido este gran éxito, el Mar Alicante empezó a sufrir problemas económicos que acabaron desembocando en su desaparición definitiva en 2014.
“El problema es que era un club construido por el tejado. No tenía ni siquiera una cantera propia, se nutría de la del Agustinos. Era todos los años gastar y gastar. Eso acabó siendo insostenible”, opina Marisa.
Las tres balonmanistas lamentan este triste final de un equipo que fue tan importante en sus vidas. “Teníamos una relación tan buena entre nosotras, que ahora cuando nos hemos reencontrado para este reportaje es como si no hubiera pasado el tiempo”, nos cuentan sonrientes.
A algunas de sus excompañeras no las han visto desde hace años porque viven fuera de la provincia (o incluso de España); pero recuerdan con gran afecto a toda aquella plantilla formada por las Pradel, Núñez, Jovovic, Cracium, De Sousa, Maestro, Barrios, Laura Ortuño, Uki, Demoniere…
Ortuño fue la máxima goleadora de aquella Recopa con 87 tantos
Después del Mar Alicante
Actualmente nuestras tres protagonistas ya están retiradas de las canchas. Isabel Ortuño anotó su último gol como profesional en un partido ante el Elda Prestigio de la 2011-12. Fue el tanto de la victoria que supuso la clasificación para disputar competición europea, pero el club renunció a dicha plaza al encontrarse en una situación financiera insostenible.
Ella ha sido una de las mejores balonmanistas españolas de todos los tiempos, y admite que sus años más brillantes los vivió en el Mar Alicante. De hecho en aquella histórica Recopa de Europa 2010-11 fue la máxima goleadora de la competición con 87 tantos. Todo a pesar de que las defensas rivales solían propinarle golpes de todos los colores y sufrió varias lesiones. “Llegué a acostumbrarme a jugar con dolor. Cada día me entrenaba a tope para recuperarme y terminaba las sesiones poniéndome hielo y tomándome tres calmantes”, relata.
La eldense entendió que ya había hecho sufrir demasiado a su cuerpo, y se retiró del juego a la temprana edad de 29 años rechazando suculentas ofertas de España y el extranjero. Ahora entrena a la cantera del Elda Prestigio, al tiempo que trabaja en un comedor escolar.
Gayo y Tobiasen
Marisa Gayo ha seguido jugando al balonmano hasta la pasada temporada, cuando decidió colgar las zapatillas definitivamente. Antes de ello tuvo una pequeña aventura en política, siendo concejala de Deportes en Alicante durante el pasado mandato. Actualmente es madre y trabaja como coordinadora de los equipos femeninos del CB Benidorm.
Lene Tobiasen quiso quedarse por la terreta tras su experiencia en el Mar Alicante. Ella también es madre y luego de dejar el balonmano fue recepcionista en un camping de l’Alfàs del Pi. Actualmente trabaja en una inmobiliaria.
Desde entonces ningún otro equipo español de balonmano femenino ha vuelto a llegar a una final europea
Una época dorada
Nunca hemos vuelto a tener un equipo deportivo en Alicante de tan alto nivel. Tampoco ningún otro club español de balonmano femenino ha vuelto a llegar a una final europea desde entonces.
“No es un secreto que la Liga Española de balonmano femenino ha empeorado desde nuestra época. La mayoría de nuestras mejores jugadoras están en el extranjero. Si queremos volver a los tiempos del Mar Alicante necesitamos más inversión pública y privada. Invertir en deporte es ahorrar dinero en planes antidroga, de inclusión, etcétera. Aquí se aprenden unos valores de disciplina y compañerismo que te los llevas para toda la vida”, asegura Marisa Gayo.