Entrevista > Joaquín Pérez / Empresario (26-septiembre-1953)
Joaquín Pérez es el tercero de siete hermanos, y es uno de esos pocos empresarios que lleva prosperando en sus negocios desde sus inicios, por encima de las crisis y de las adversidades, en los últimos 50 años.
En el año 1960 Joaquín contaba con siete años de edad, cuando la familia decidió trasladarse desde Guadix a Elche en busca de un futuro mejor. El primer negocio familiar fue una carnicería en el barrio de San Antón, que al poco tiempo se transformó en un pequeño supermercado, algo innovador para la época, y más tarde abrieron también un almacén de patatas.
Lo siguiente fue comprar con sus hermanos cuatro camiones y abrir una empresa de transportes, y de ahí llegó la idea de vender neumáticos y abrir un taller con algunos de sus hermanos, dándole el nombre de su madre: Soledad.
No imaginaban que desde aquel momento su idea iba a prosperar tanto como para convertirse hoy por hoy en una importante empresa multinacional que da trabajo a más de mil personas.
Un destacado nombramiento
En 2019 fue nombrado presidente del Consejo Social de la Universidad Miguel Hernández, órgano de gobierno de esta entidad que la representa con el objetivo de conseguir la mayor calidad de sus enseñanzas, potenciar su capacidad investigadora e impulsar el progreso social, económico y cultural de la sociedad.
¿Cuál cree que es la fórmula para prosperar tanto en los negocios?
En el caso de nuestra familia y nuestra empresa han sido tres elementos: Unión de todos los hermanos, siguiendo el ejemplo y las enseñanzas de nuestros padres y llevando el respeto por lo propio y por lo ajeno al máximo nivel; Ilusión, porque desde que nacimos hemos mirado al futuro desde nuestro pasado más incierto y humilde pensando en que cada día era mejor que el anterior y luchando por conseguir avanzar.
Hemos intentado mejorar y buscar cómo y qué hacer para salir de una situación dura en nuestros inicios, muchos años atrás, no solo para nosotros sino para todas las personas que nacieron y vivieron en los años 50 y 60, época en la que no podías pararte ni para respirar.
Y el tercero, por supuesto, trabajo y esfuerzo para conseguir ganarle al fantasma de la pobreza y tratar de obtener mejoras, aunque fuese en lo más básico, no escatimando dedicación y trabajando de sol a sol.
¿Su filosofía sigue siendo la misma después de tantos años?
Hoy las cosas han cambiado pero el espíritu y la filosofía es la misma, nada es gratis y si queremos seguir impulsando nuestra familia y empresa solo existe ese camino para cada uno de los integrantes de la misma.
Tenemos la suerte de contar con una plantilla de personas que nos ayudan y colaboran, dando lo mejor de cada uno de ellos para avanzar y desarrollar nuestro proyecto común.
«Solo falta impulso por parte de las administraciones para que los sueños de muchos sean riqueza para su comunidad»
¿Qué consejos daría a los nuevos emprendedores?
Alguien dijo: No tienes que ser un genio, un visionario o un graduado para tener éxito. Todo lo que necesitas es perspectiva y un sueño.
«Los emprendedores son y deben ser una raza que nunca se debe extinguir, gracias a ellos el mundo avanza»
Los emprendedores son y deben ser una raza que nunca se debe extinguir, gracias a ellos el mundo avanza, la sociedad avanza, si todos fuésemos conformistas que sería de nosotros. Aunque caigan no deben parar, deben seguir emprendiendo y poniendo ideas, proyectos y acciones para que ellos y su entorno mejore.
España es un país de emprendedores desde su historia más antigua, lo llevamos en nuestro interior, solo falta impulso por parte de las administraciones para que los sueños de muchos se conviertan en riqueza para su comunidad y conseguir que seamos un país avanzado industrial y socialmente.
¿Cuál es el futuro que le augura a la industria con los tiempos que corren?
Son momentos muy duros, como nunca nos hemos enfrentado en muchos años atrás; no es fácil, pero es ahora más que nunca cuando debemos dar el máximo, siempre lo hemos hecho, pero ahora más todavía, y debemos aprovechar la parte positiva, si es que la hay, de tanta negatividad.
¿Qué efectos cree que va a causar en la industria la pandemia a medio plazo?
La pandemia ha sacudido los pilares de la sociedad global actual. No va a ser fácil, no todas las empresas sobrevivirán, lamentablemente, pero no por eso debemos rendirnos.
Vienen tiempos muy duros y estamos inmersos en una situación que afecta no solo a la economía sino a la vida de las personas, esta generación no habíamos vivido algo tan terrible, pero debemos confiar en que las vacunas, la ciencia y todo lo que se está haciendo va a tener su recompensa y más pronto que tarde todo volverá a la normalidad.
Tenemos que agarrarnos a esa esperanza y por eso debemos seguir luchando y no tirar la toalla. La economía arrancará con fuerza y por eso debemos también tratar de mejorar en la medida de lo posible nuestras empresas, modernizándolas y aceptando la nueva realidad digital y las nuevas formas de entender tanto el comercio como la producción industrial, en un mercado con exigencias cada vez más distintas.
«Uno de mis objetivos es hacer que la universidad se acerque a la calle»
¿En qué consiste su papel en la Universidad Miguel Hernández y qué le gustaría proponer?
La universidad es un ágora de conocimiento donde se pueden ensayar fórmulas que nos pueden ayudar ahora y en el futuro.
Uno de mis objetivos es hacer que la universidad se acerque a la calle, a la sociedad, al mundo empresarial, a todos los ámbitos en una relación biunívoca donde se derriben las murallas entre una parte y la otra. Que se tiendan puentes para que todo ese conocimiento que se tiene en las universidades pueda ser usado y aprovechado por el mundo en general de una manera fácil y asequible, y eso redunde en un beneficio mutuo.