Entrevista > No Name / Grupo musical originario de Santa Pola
La formación santapolera ‘No Name’ comenzó su andadura en el año 1997. Desde entonces ha recorrido gran parte de la geografía española, y principalmente se muestra muy activa por la zona de la Comunidad Valenciana y Murcia. La formación ofrece su mejor versión en los directos, llegando a actuar en una media de 80 a 100 conciertos anuales.
Orientado al pop rock en español, toca una amplia variedad de versiones, todas ellas conocidas por el público general. Con casi 25 años de carrera, el trío formado por Plata, a la guitarra y voz; Pascualet, a la batería y voz, y Nacho al bajo, sigue con más energías y ganas que nunca.
Sois procedentes de Santa Pola, ¿cómo os inspira vivir en un lugar tan privilegiado?
Vivir en Santa Pola es una maravilla. Estuve viviendo en Madrid un tiempo intentando abrirme camino en la música. Y lo hice, conocí cientos de músicos, tocamos en muchas salas y escenarios de todo tipo. Fue una gran experiencia, pero al final te das cuenta que puedes vivir en un entorno como el nuestro y dedicarte a la música igualmente.
La vida en grandes ciudades puede ser muy estresante. Disfrutar de tu tiempo en Santa Pola no tiene nada que ver, es calidad de vida.
Hacéis versiones de una amplia variedad de canciones españolas conocidas, ¿de esta forma conectáis más con el público?
Tocamos pop-rock español; desde la movida, pasando por los 90, hasta canciones y grupos actuales más enfocados al indie-pop. Siempre son temas conocidísimos por todo el mundo. Cada uno puede disfrutar de las canciones más emblemáticas acorde a sus vidas.
Podemos tocar un tema de 1981 de ‘Los Secretos’, o una canción de ‘Second’ o ‘Izal’. La diferencia puede ser de 40 años entre canciones, pero siempre vigentes y asequible a todos los públicos.
¿Cuál es la década o corriente que más os gusta a vosotros y por qué?
Pues en realidad va un poco por barrios, ten en cuenta que entre los tres componentes del grupo hay diferencias de edad. Realmente nos gustan todas sin importar el estilo, época o autor.
Disfrutamos mucho las canciones más clásicas, por así decirlo; de Radio Futura, Hombres G, La Frontera, La Unión, Nacha Pop… Creo que nuestro público se identifica más con estas canciones o grupos, y nos transmiten esa energía de vuelta en cada concierto.
En los 25 años de carrera de la banda, ¿qué es lo más surrealista que os ha pasado?
Tenemos muchísimas anécdotas, para hacer un documental. Hace tres años actuamos en Boadilla Del Monte para una fiesta de una empresa muy reconocida. Volvíamos de madrugada en nuestra furgoneta. Era diciembre, con una niebla muy intensa, y por error tomamos la autopista hacia Toledo. Ni un solo coche en casi todo el trayecto.
En un momento dado me puse al volante, serían las tres de la madrugada. De repente vi algo en el centro de la autopista. Me asusté un poco, claro, y desperté al resto. Cuando llegué a la altura de aquello, resultó ser un búho gigante, o algo así, que debía medir un metro. Puse la luz larga y nada, ni parpadeó. Tuve que esquivarlo dando un volantazo y, al mirar el retrovisor, allí seguía impasible. Fue surrealista, y en muchas ocasiones lo recordamos.
«Ser tres instrumentos en la banda te obliga a exprimir mejor tus armas musicales»
Por vuestra formación han pasado diferentes componentes, y ahora la forma un trío. ¿Es ahora cuando tenéis el formato perfecto?
Definitivamente sí. Al principio éramos cuatro o cinco componentes y llegamos a un punto, por obligaciones y compromisos, en el que tuvimos que abordar algunos conciertos como trío. Al principio me negaba, porque si cantas y tocas al mismo tiempo la guitarra te atas demasiado al micrófono. Prefería otra guitarra con nosotros, o teclado, para poder cantar más relajado, pero nos dimos cuenta de que el formato trío era más dinámico.
Ser tres instrumentos te obliga a esforzarte y exprimir mejor tus armas musicales y también disminuye el caché, da pie a más contrataciones.
«El público en los conciertos es insustituible»
Habéis pasado de ofrecer una media de 80 a 100 conciertos anuales al parón actual, ¿os ha enfriado o, por el contrario, seguís activos?
Nos ha enfriado, como a todos, aunque hemos mantenido ensayos dentro de los marcos legales en cada momento. Hemos hecho algún concierto en streaming, pero tampoco transmites igual al público.
Los conciertos, así como el teatro o cualquier expresión artística de este tipo, es insustituible. Esperamos que pronto comience a caminar de nuevo la maquinaria de los espectáculos de todo tipo.
En la actualidad estáis creando una asociación musical. ¿En qué consiste y a quién va dirigido?
Se trata de un proyecto conjunto con varios músicos locales, con la finalidad de aprender a tocar un instrumento musical, de un modo lúdico, que sea capaz de atraer a personas de cualquier edad y acercarles a nuestro mundo a través de guitarra, bajo, batería y percusión teclados. Así como iniciarse en el manejo de temas técnicos tales como conocer el funcionamiento de una mesa de mezclas, software para producción, etcétera.
Creo que va a ser algo muy interesante y que vamos a disfrutar. El proyecto se llama ‘No name music Experience’ y seguramente en mayo arranque.
¿Qué otros proyectos os gustaría llevar a cabo en un futuro?
Pues que funcione nuestra asociación, a corto, medio y largo plazo, y por supuesto que vuelva la música en directo. Después ya veremos; queremos preparar nuestro XXV Aniversario, pero poco a poco, dejemos que vaya fluyendo todo.
«Nunca ha habido una regulación clara y justa para los que nos dedicamos al espectáculo»
¿Es difícil vivir de la música en nuestro país? ¿Hay cultura y apoyos suficientes?
Es muy difícil vivir de la música. Siempre lo ha sido, y una situación como la que estamos viviendo lo ha dejado patente. Nunca ha habido una regulación clara y justa para los que nos dedicamos al espectáculo, en este caso a la música.
Cualquier otro país refuerza y cuida mucho más su patrimonio cultural, musical, etcétera. En España desafortunadamente no es así. Ojalá cambie pronto, porque creo que hay mucha riqueza musical y creatividad que deberíamos cuidar.