Entrevista > Tirso Calero Jordá / Productor, guionista y director de cine y televisión (Alcoy, 1976)
Televisión, cine, teatro o libro. No hay formato que se le resista. El que fuera el creador y jefe de guionistas de series de televisión como ‘Servir y proteger’, ‘L’Alqueria Blanca’ o ‘Bandolera’ acaba de incorporarse a la serie de TVE ‘Cuéntame cómo pasó’.
Además, el próximo mes estrenará ‘Tarántula’, su nueva obra de teatro que espera poder presentar en Alcoy en la primavera del próximo año.
¿Siempre tuviste claro tu interés por la cinematografía?
Desde pequeño sabía que quería dedicarme al cine y a la televisión, pero no tenía claro cómo hacerlo. Por eso estudié y me licencié en Derecho en la Universidad de Alicante. Mientras cursaba la carrera, mi tiempo libre lo dedicaba al cine, escribiendo y rodando cortos, colaborando con radios y periódicos hablando de cine, organizando cinefórums en la universidad… El cine estaba dentro de mí, pero en esa época no pensaba que podría dedicarme profesionalmente a ello.
¿Cómo recuerdas tu primer proyecto profesional?
Mi primera alegría profesional fue rodar un cortometraje en Alicante titulado ‘Se alquila’. Era profesional porque me rodeé de auténticos profesionales del cine y yo era el novato. Lo rodé mientras estudiaba quinto de Derecho.
La experiencia fue muy gratificante y las críticas al trabajo fueron positivas. Eso me animó a tomar un tren y, una vez terminada la carrera, marcharme a Madrid en busca de una oportunidad laboral en el mundo audiovisual.
¿Te fue fácil?
Tuve suerte pues, al poco de llegar a la capital, accedí a una entrevista de trabajo en Europroducciones, una de las productoras más importantes del momento. Tras la entrevista y ver los cortometrajes que había rodado, me contrataron como becario de guión. Yo no había pisado un plató de televisión en mi vida y ahí empezaron a enseñarme el oficio.
«Ahora soy menos impaciente, más pausado y reflexivo»
¿En qué has cambiado desde entonces?
Ahora soy menos impaciente, más pausado y reflexivo. Creo que una carrera en el mundo audiovisual es como una maratón, gana quien resiste. No vale ir demasiado rápido al principio porque enseguida pierdes fuelle y te adelantan. La constancia es la clave. Eso y el trabajo duro, ya que aquí nadie regala nada.
La verdad es que cuando era niño soñaba con poder dirigir películas y estoy muy satisfecho por haber podido rodar dos largometrajes. Suelo trabajar más en televisión que en cine, pero estoy muy a gusto en los dos medios.
‘Ana y los siete’ fue su primera serie como guionista
Uno de tus primeros proyectos a nivel nacional fue ‘Ana y los siete’, ¿qué supuso para ti formar parte de este formato?
Fue la primera serie en la que trabajé como guionista. Entré en la segunda temporada de la serie, que era un gran éxito de audiencia en TVE. Lamentablemente duré sólo unos meses porque la renovación rápida de guionistas era una constante en esa serie. Fue una experiencia agridulce, pero aprendí mucho.
El hecho de haber estado en una serie de primera división como esa me permitió conocer gente y aspirar a otras producciones. Por ejemplo, gracias a esa serie y a haber vendido mi primer guión de cine, una productora valenciana se fijó en mí para comenzar a trabajar en ‘L’Alqueria Blanca’.
A lo largo de los años has trabajado mayoritariamente en series diarias como ‘Bandolera’, ‘Amar es para siempre’ y ‘Servir y proteger’, ¿por qué decidiste especializarte en este tipo de formato?
No lo busqué yo, sino que vino así la cosa. Después de ser coordinador de guión de la serie ‘L’Alqueria Blanca’, me hicieron una oferta para incorporarme como guionista en ‘Amar en tiempos revueltos’ y no me lo pensé. Me fui de cabeza porque el jefe de guionistas de esa serie, Rodolf Sirera, era uno de mis autores favoritos y ‘Amar en tiempos revueltos’ era una producción espectacular, dentro del formato de los seriales diarios.
Allí estuve más de dos años, hasta que me inventé ‘Bandolera’ y entonces, en esa serie, me dieron la oportunidad de convertirme en jefe de guionistas. Enlacé una serie diaria con otra, casi sin parar. De hecho, durante diez años he estado trabajando como jefe de guionistas en distintas series diarias. Es algo que quema mucho porque la presión es constante. La parte positiva es que es un trabajo que está muy bien remunerado.
¿Cómo es el proceso de creación de un capítulo para una serie diaria?
En las series diarias el equipo de guión se divide entre escaletistas y dialoguistas. Normalmente un capítulo lo firman dos personas y el coordinador de guión debe reescribirlo para que todo quede uniforme. Digamos que el coordinador es quien tiene toda la serie en la cabeza y debe decidir el rumbo de las tramas, la aparición de nuevos personajes…
Y ahora, tras ochocientos capítulos y cuatro temporadas, a finales del año pasado dejaste ‘Servir y proteger’, serie que creaste hace años. ¿Qué motivó tu marcha?
Creo simplemente que era el momento de dejarlo. Fueron casi cuatro años a tope, sin descanso, y sólo con esa serie en la cabeza, todos los días de la semana. Necesitaba descansar y oxigenarme porque yo mismo veía que ya no me quedaban ideas nuevas.
¿Cómo surgió ‘Servir y proteger’?
Es una serie muy especial para mí. Me llamó la productora Plano a Plano para preguntarme si estaba disponible, ya tenía mucha experiencia en diarias, y si quería tomar las riendas del proyecto. Me dieron mucha libertad para crear la serie, con la premisa de que fuera un policíaco y tuviera a dos protagonistas femeninas principales.
Es una serie que ha funcionado muy bien de audiencia porque lograba una buena mezcla entre el melodrama y el thriller. Sorprendió positivamente a los telespectadores. Es un trabajo muy bien hecho por parte de todo el equipo.
«Aunque sea agotador me gusta el formato del serial diario»
¿Echas de menos formar parte de este proyecto?
Realmente no echo de menos esa serie, pero no descarto volver a trabajar en series diarias. De hecho, he recibido varias propuestas para crear nuevas series diarias y he dicho que no… hasta que termine diciendo que sí. Aunque sea agotador me gusta el formato del serial diario.
«Cuando yo comencé nadie quería dedicarse al guión»
Con esta extensa trayectoria, ¿cómo ves el panorama actual del guionista en nuestro país?
Cuando yo comencé los guionistas teníamos menos competencia. Casi todo el mundo quería ser actor o director, pero nadie quería dedicarse al guión. Ahora eso ha cambiado. Hay muchos jóvenes que salen de escuelas de cine que tienen claro que quieren dedicarse al mundo del guión.
Lo tienen más complicado porque tienen más competidores, pero su ventaja es que ahora existen más cadenas y plataformas que demandan mucho contenido de ficción. Es decir, se hacen más series y alguien tiene que escribirlas.
En tu caso, ¿qué te motiva a escribir?
Me gusta imaginar, no puedo evitarlo. Siempre pienso en nuevas tramas, nuevos personajes… mi cabeza nunca logra desconectar.
«Siempre pienso en el espectador cuando escribo una historia»
¿Qué historias te gusta contar?
Siempre pienso en el espectador cuando escribo una historia. Me gusta sorprenderle pero, sobre todo, emocionarle. Hay escritores que sólo piensan en ellos mismos, en hacer historias que les gusten a ellos. Lo respeto, pero yo tengo otra forma distinta de proceder.
Además del formato audiovisual, también has escrito textos para el teatro. Tus comedias ‘Swingers’ o ‘Aguacates’ han cosechado un gran éxito, siendo habituales en la cartelera madrileña, ¿qué experiencia disfrutas más, escribir para teatro, cine o serie de televisión?
La ventaja del teatro es la inmediatez. Cuando estás viendo una obra de teatro que has escrito, enseguida notas si la cosa funciona o no. La reacción del público es esclarecedora. Además, me encanta poder llevar mis obras teatrales al público alcoyano. En Alcoy he logrado representar ‘Dinamita’ en el Teatro Principal y ‘Aguacates’ en el Teatro Calderón, después de haber recorrido media España con ellas.
Estoy muy a gusto en los tres formatos. En el cine tienes más tiempo para crear, en el teatro sientes la adrenalina del directo y en la televisión tu trabajo llega a muchísima más gente.
En julio estrenas tu nueva obra de teatro, ‘Tarántula’, ¿de qué trata?
Está protagonizada por Armando del Río, Laia Alemany y Alex Barahona. Yo la he escrito y también la dirijo. Es una obra de suspense, en la tradición de las películas de Hitchcock, que cuenta la historia de una mujer que sufre un ataque en su propia casa y debe luchar con uñas y dientes para defenderse. Los acosadores se darán cuenta de que han escogido la víctima equivocada.
¿Llegará a Alcoy?
Se estrenará en el Teatro Reina Victoria de Madrid, uno de los mejores teatros de la capital. Allí estaremos un mes y en otoño iniciaremos una gira nacional. Creo que llegaremos a Alcoy en la primavera del próximo año.
Además, acabas de empezar a trabajar como guionista en la serie ‘Cuéntame cómo pasó’ de TVE, ¿cómo está siendo esta primera toma de contacto?
Después de muchos años escribiendo series diarias es un placer volver a un formato más flexible en el que gozas de más tiempo para pensar y escribir. En el equipo de guión de ‘Cuéntame cómo pasó’ somos siete personas y estoy encantado con la mecánica de trabajo. Mis capítulos se verán en TVE en 2022. La verdad es que es un lujo formar parte de una serie tan exitosa que ya es historia de nuestra televisión.
Espera rodar el próximo año su tercer largometraje: ‘Love Room’
¿Hay otros proyectos en marcha ahora?
Estoy desarrollando una miniserie para una productora valenciana que tiene muy buena pinta. Es una historia de tres capítulos, de época. En breve sabremos si sale adelante o no. Y es probable que el año próximo pueda rodar mi tercer largometraje como director. Se titula ‘Love Room’, se rodará en Valencia y está basado en mi primera obra de teatro.
Faceta de escritor
Tras su primer libro ‘El último viaje de Víctor Reyes’, a finales del año pasado presentó su segunda novela, ‘Ozono’, publicada por Malbec Ediciones, en la que habla del fin del mundo y de la búsqueda de la felicidad. Todo ello, envuelto en una trama de aventuras, con elementos de ciencia ficción. Ha recibido una muy buena crítica por parte de los lectores y puede que, en el futuro, sea el origen de una película, tal y como confiesa el alcoyano.