Entrevista > Juan Vicente Berenguer / Presidente Club de Pilota La Nucía (Sevilla, 1980)
Lo primero que llama poderosamente la atención en Juan Vicente Berenguer es su acento. Uno esperaría que el presidente del Club de Pilota de La Nucía (y de cualquier otro sitio) hable con un claro acento valenciano y no un deje sevillano ‘que no se pué aguantá’.
Juanvi, como se le conoce, es el claro ejemplo de que la pilota, además de un deporte, es una tradición; casi una expresión cultural que puede servir perfectamente para que las personas que han llegado a esta tierra provenientes de otros puntos de España y del mundo conozcan más y mejor aquellos elementos que han moldeado, durante siglos, el carácter de los valencianos.
La pilota no es solo un deporte. También es parte de la cultura autóctona valenciana y, por lo tanto, en un mundo cada vez más globalizado tiene que pelear por encontrar su sitio en la agenda de ocio de jóvenes y mayores. ¿Cómo calificaría su estado de salud?
A pesar de ser minoritario, durante los últimos años lo está practicando mucha gente gracias a la creación de las escuelas, al apoyo de los ayuntamientos y la diputación… creo que hoy en día el estado de salud es muy bueno porque, además, tenemos una gran cantera.
«Pese a ser minoritaria, la practica mucha gente gracias a las escuelas y al apoyo institucional»
Vivimos en una zona donde mucha gente, como usted mismo, ha venido de fuera y quizás no esté familiarizada con las variantes del juego de pelota que se practican aquí. ¿Cuáles son las principales modalidades?
A nivel profesional está la ‘escala i corda’ y el ‘raspall’. En la primera de ellas se enfrentan dos equipos de tres, dos o una sola persona. Es similar al tenis, ya que el objetivo es pasar la pelota por encima de la ‘corda’ y que el contrario no la devuelva o lo haga por debajo de la misma. Además, tiene una puntuación muy parecida.
En el ‘raspall’ se trata, como su nombre indica, de raspar; es decir, la mayoría de las veces se juega rozando el suelo. Se practica sin red y cada equipo tiene que defender su pared, esto es, conseguir que la pelota no rebote en ella.
Hace poco más de un mes cerraron, con rotundo éxito, su III Campus de Pilota Valenciana en La Nucía. Con cerca de cuarenta chavales en la escuela, ¿está satisfecho de su evolución?
En ese campus participan, más o menos, los mismos chavales que durante el año practican en nuestra escuela.
Durante la temporada entrenan y compiten, y el resto del tiempo ellos mismos intentan seguir con iniciativas como el campus o, incluso, con las extraescolares que se ofrecen en los colegios y que imparte Pere Roc II, que es nuestro jugador profesional y que, además, lleva la escuela.
«Lo bueno de este deporte es que los profesionales son muy cercanos a los aficionados»
Pere Roc II, al que acaba de nombrar, es todo un campeón del mundo. Si lo comparamos con un deporte más conocido, sería como decir que los niños de La Nucía entrenan diariamente con Messi. ¿Sirve de aliciente para ellos tener un ejemplo tan cercano en el que mirarse?
Lo bueno que tiene este deporte es que los jugadores profesionales son muy cercanos a los aficionados. De hecho, durante las mismas partidas es muy normal que interactúen con el público.
Para los niños, sin duda, es un aliciente estar con él porque, como dices, es un deportista que ha tenido mucho éxito.
Pensando en el rendimiento deportivo futuro de esa escuela, ¿ha detectado ya a algún chaval que crea que puede ser un gran jugador profesional?
Tenemos muy buena cantera. Nosotros llevamos tres años con la escuela y, en ella, los resultados no son lo importante; pero las aptitudes que tienen los niños y su compromiso con la pilota han ayudado a que alguno de ellos ya despunte.
Eso hace que cada año le pongamos más empeño e intentemos avanzar también nosotros para, de esa manera, darles las herramientas para que puedan disfrutar. Si el club mejora, ellos también lo harán.
Para seguir mejorando, ¿qué es lo primero que le haría falta al Club de Pilota La Nucía?
Una buena infraestructura para nuestra escuela. Ahora mismo, ya la tenemos en parte porque nuestras categorías de alumnos juegan bien en esas instalaciones, pero en el momento en que necesitemos un poco más, se nos quedarán justitas.
Para dar ese salto, tanto a nivel de escuela como de fomento del aficionado, estaría bien tener una instalación algo mejor que la actual. Dicho esto, estamos muy contentos con lo que tenemos.
«Para los niños es un aliciente entrenar con Pere Roc II, un jugador con mucho éxito»
¿Se refiere a contar con un trinquet?
Sí, podría ser una de las grandes peticiones del club. De esta manera podríamos enseñar bien a los niños y, en invierno, seguir sin interrupciones, ya que ahora mismo a veces tenemos que parar las clases por la lluvia. Lo ideal, efectivamente, sería un trinquet.
Estamos en esa época del año en que los padres pensamos en qué actividades extraescolares pueden practicar nuestros hijos. Además de hacer deporte, ¿qué otros beneficios ofrece la pilota para los chavales?
Como se suele decir en Valencia y Alicante, “la pilota es un ‘esport de cavallers’”. Se enseña al niño a ser un deportista honesto, a reconocer sus propios fallos…
Este deporte, además, permite a sus practicantes crear bonitos vínculos y relaciones con sus compañeros. Incluso entre los propios padres que les acompañan.