Entrevista > Paco Rosique / Presidente de la Junta Central de Fiestas de Villena (Villena, 1966)
Paco Rosique es socio y cabo de la comparsa de Estudiantes; además posee una larga trayectoria festera en la ciudad. El 29 de noviembre de 2019 fue elegido como presidente de la Junta Central de Fiestas (JCF), pocos meses antes de que estallase la pandemia de covid en todo el mundo.
En diciembre se cumplirán dos años de su nombramiento como presidente. ¿Cuál es la decisión más difícil que ha tenido que tomar desde la llegada al cargo?
Sin lugar a dudas, lo más duro fue el primer año con la llegada de la pandemia durante el mes de marzo. Asumimos que era algo que venía para quedarse cuando faltaban seis meses para la celebración de las fiestas de 2020.
Esos fueron los momentos más complicados de nuestro mandato. Hubo que hablar por videoconferencia con muchos presidentes y delegados de comparsas, con el señor alcalde, con la concejala, y nos dimos cuenta de que esto iba para largo y que debíamos tomar la medida de no solicitarle al ayuntamiento la organización de las fiestas. Esa fue la decisión más dura, la cual tuvimos que anunciar el 17 de junio de 2020.
¿Conociendo lo sucedido se presentaría hoy a la presidencia de la Junta Central de Fiestas?
Nadie se presenta a un cargo así para gestionar una pandemia o unas ‘no fiestas’, pero nosotros tenemos un equipo de gente muy implicada en ellas con la ilusión de poder organizarlas como consideramos que se debe hacer.
Si ahora mismo nos dijeran si nos presentaríamos para estar al frente durante dos años de pandemia, pues seguramente no lo haríamos, porque nosotros hemos venido aquí a hacer fiesta.
¿Volvería a suspender hoy los Moros y Cristianos de 2021?
Sin lugar a dudas. Nosotros no podemos celebrar festejos actualmente, pues la conselleria de Sanidad nos ha pedido que no se produzcan grandes concentraciones de gente ni desfiles por la calle. No podemos congregar a mucho público, ni tan siquiera con medidas de seguridad como la distancia interpersonal o el uso de mascarillas.
Para nosotros fue tajante conocer que las bandas de música no podían pernoctar en las sedes festeras al no ser personas convivientes. Con tanto impedimento no era viable organizar desfiles y las fiestas como las conocemos no se podían realizar. Había que cancelarlas; y hoy, sin dudas, volveríamos a suspenderlas de nuevo.
«Los nuevos estatutos pretenden ser mucho más democráticos y eliminar los aspectos alegales que actualmente se desarrollan»
Los nuevos estatutos de la JCF son uno de los proyectos estrella de su candidatura. ¿En qué punto se encuentran actualmente?
Los estatutos están en la última fase. Se creó una comisión con presidentes y delegados en la que poder analizar los aspectos que suscitaban más controversia, para buscar puntos de unión antes de pasarlos a la asamblea de compromisarios.
Los actuales son unos estatutos de federación que no contemplan al socio, y se hacen muchas cosas que no están recogidas, como por ejemplo cobrarle treinta euros…
¿Y qué es lo que desean?
Lo que pretendemos con estos estatutos es que sean mucho más democráticos, que eliminen todos esos aspectos alegales que actualmente se desarrollan. De este modo al próximo presidente ya lo votarían los socios pertenecientes a esta casa.
Para lo bueno o para lo malo, desde aquí se gestionan aspectos como los seguros o los kilos de pólvora que se utilizan, y que sean socios no festeros los responsables nos acarrea muchos problemas de tipo legal.
¿Cómo se traduciría esto en nuestras fiestas?
Se dispondría de un organigrama donde estuviera una junta de gobierno, compuesta por los presidentes y presidentas de las comparsas, y una de organización con los delegados, para que cada uno tuviera una función mucho más clara y menos repetitiva.
Actualmente solo hay una junta de gobierno, y si los presidentes proponen hacer cualquier cosa todo se ralentiza mucho por el procedimiento a seguir. Vivimos en la era de la comunicación instantánea y no podemos estar funcionando como cuando se fundó la Junta Central de Fiestas hace cincuenta años.
«El ayuntamiento nos ha cubierto mucho y nos ha sacado las castañas del fuego, pero pretendemos darle una seguridad y protección a la Junta Central»
¿Cuáles son los principales cambios que proponen estos nuevos estatutos?
Se pasaría de ser una federación a una asociación de asociaciones, en la cual estarían las comparsas y los socios representados todos por igual. Este trabajo ha sido supervisado por un gabinete jurídico para protegernos y disponer de un marco de referencia con el ayuntamiento.
De esta forma se evitarían problemas del pasado, como son las denuncias que hemos tenido por parte de un socio al manipular datos desde la Junta Central o los vividos con la SGAE.
Un cambio de cara al futuro…
Con estos estatutos habrá marcos de referencia anuales o bianuales con el ayuntamiento, ya que siempre hemos trabajado bajo su auspicio pero nunca marcados con unos estatutos que nos protegieran.
Hasta ahora el consistorio nos ha cubierto mucho y nos ha sacado las castañas del fuego cuando lo hemos necesitado, pero pretendemos darle a la Junta Central una seguridad y protección para que no se repitan algunos problemas del pasado.
¿Un deseo para el año 2022?
Me gustaría despertar de esta pesadilla y que todo volviera a estar como estaba en el Ecuador Festero de 2020. Querría poder retomar ese Ecuador en 2022 y proyectar con ilusión los Moros y Cristianos de ese año.
Estoy convencido de que serán unas grandes fiestas ahora que todo el mundo sabe lo que podemos perder, ya que vamos a valorarlo mucho más. Lo mejor que nos puede pasar en 2022 es volver a esa rutina, de la que antes estábamos tan cansados y que ahora tanto añoramos.