Pero si por algo se caracterizan estas estrellas, según el consenso científico, es por ser astros cuasi inertes que se enfrían lentamente. O al menos eso era lo que se pensaba hasta el momento, pues las últimas observaciones realizadas por el Telescopio Espacial Hubble acaban de poner en duda parte de esta afirmación.
La controversia llega de manos de un equipo internacional de científicos, en su mayoría de la Universidad de Bolonia, quienes han descubierto la primera evidencia de que las enanas blancas pueden ralentizar su velocidad de envejecimiento al quemar hidrógeno en superficie durante las etapas finales de sus vidas, haciéndoles parecer más jóvenes de lo que son en realidad; un descubrimiento que podría tener consecuencias en la forma en que los astrónomos miden las edades de los cúmulos estelares.
«Hemos encontrado la primera evidencia observacional de que las enanas blancas todavía pueden experimentar una actividad termonuclear estable», explica el científico de la Universidad de Bolonia y el Instituto Nacional Italiano de Astrofísica, Jianxing Chen. «Esto fue una gran sorpresa, ya que está en desacuerdo con lo que creíamos hasta el momento», añade el que también es director del estudio.