Si los océanos de la Tierra se drenaran por completo, revelarían una extensa cadena de volcanes submarinos que serpentean alrededor de todo el planeta. Este extenso sistema de cordilleras oceánicas es producto del material expulsado del interior terrestre, donde las temperaturas de la roca en ebullición pueden derretirse y elevarse a través de la corteza, dividiendo el fondo marino y remodelando la superficie del planeta durante cientos de millones de años.
Ahora, los geólogos del MIT han analizado miles de muestras de este material a lo largo de las dorsales oceánicas y rastreado su historia química para estimar la temperatura del interior de la Tierra. Los resultados del equipo del MIT, los cuales se publican recientemente en la revista especializada Journal of Geophysical Research: Solid Earth, proporcionan un mapa de temperatura del interior de la Tierra alrededor de las dorsales oceánicas. Un mapa con el que los científicos ahora pueden comprender mejor los procesos de fusión que dan lugar a los volcanes submarinos y cómo estos procesos pueden impulsar el ritmo de la tectónica de placas con el paso del tiempo.
Su análisis muestra que la temperatura en las dorsales oceánicas de la Tierra es relativamente constante y se sitúa alrededor de los 1350 ºC. Sin embargo, hay «puntos calientes» a lo largo de las crestas submarinas que pueden alcanzar los 1600º, comparables a la lava más caliente. «La convección y la tectónica de placas han sido procesos importantes en la configuración de la historia de la Tierra», explica la autora principal del estudio, Stephanie Brown Kerin, del Departamento de Ciencias de la Tierra, Atmosféricas y Planetarias -EAPS- del MIT. «Conocer la temperatura a lo largo de toda esta cadena es fundamental para entender el planeta como un motor térmico y cómo la Tierra podría ser diferente de otros planetas y capaz de sustentar la vida», añade.