Son 13 informáticos, pero en plena pandemia les mandaron tres personas más, aunque no se sabe cuánto tiempo estarán todavía. Cuestión de contratos. Deben atender todos nada menos que a un hospital general, el Universitario de Alicante, con 800 camas (más los refuerzos del ahora en barbecho hospital de campaña), un centro de especialidades (Babel), doce centros de salud y cinco consultorios: unos 5.000 trabajadores, una quinta parte en los centros de salud y el resto en el General Universitario y el centro de especialidades.
Te reciben aparentemente relajados pero ocupándose de mil y una incidencias, ilusionados de que se valore su labor, una piña con un trabajo que “nunca es monótono. Siempre intentas planificarte y hay una lista de tareas que tiene cada uno. Dada la gran variedad de ámbitos que abarca la informática, es imposible saber de todo, así que hay una cierta especialización entre nosotros: algunos están más vinculados a la atención telefónica, otros conocen mejor los temas de comunicaciones o de gestión de servidores”.
De programas y servidores
La informática, simplificando mucho, posee dos brazos: el ‘hardware’ (el soporte físico, la ‘mercancía dura’) y el ‘software’ (los ‘programas’, la ‘mercancía blanda’). El servicio de Informática se ocupa principalmente del segundo. Para ello cuentan con ocho servidores físicos donde se alojan y mantienen unos 150 servidores virtuales, 111 en Windows y 39 en Linux (el primero posee código privativo pero con permisos para desarrolladores, el segundo es de código abierto; otras distribuciones o sistemas sólo podrían ser atendidos por el fabricante).
“La mayoría de ellos -señalan- tienen aplicaciones que son usadas en uno o más servicios del Hospital, otros sirven para que unas aplicaciones se comuniquen con otras, y unos cuantos están para que todo este entramado de servidores se pueda conectar a la Red, obtener actualizaciones y mantener los sistemas de seguridad adecuados”. Lo de las interconexiones sirve además, por ejemplo, para que al consultar tu tarjeta sanitaria con el móvil sepas tus citas en el hospital o el centro de salud, y tus medicamentos.
Atienden a unos 5.000 trabajadores entre hospital y centros
A todas horas
Se trabaja en realidad bajo unas presiones muy singulares. Aparte de la permanente actualización de sistemas y aplicaciones. Lo tienen muy claro: “En una empresa de otro tipo estas tareas pueden llevarse a cabo fuera del horario laboral, pero el hospital funciona las 24 horas, 365 días al año, lo que hace que haya que buscar el momento menos malo para llevar a cabo estos trabajos”.
Esto, por supuesto, les lleva a esfuerzos extra: “A veces se tarda sólo unos minutos, pero en ocasiones estas tareas duran varias horas y dejan sin acceso a la historia clínica, por lo que hay que coordinar a mucha gente y facilitarles a los profesionales planes alternativos que minimicen el impacto de estas paradas de servicio. Esto nos obliga muchas veces a trabajar fuera del horario habitual, por la noche, o de madrugada”.
Han de trabajar muchas veces fuera del horario habitual, por la noche, o de madrugada
En tiempos de pandemia
La covid-19 añadió más obstáculos al recorrido, teniendo que recurrir, hasta donde humanamente se pudo, al teletrabajo: “Tuvimos que tramitar unas 500 solicitudes de autorizaciones para trabajar desde casa, lo cual también implicó que tuvimos que ayudar a mucha de esa gente a configurarse sus ordenadores personales para poder conectarse desde casa, porque no es un proceso sencillo. Nosotros mismos estuvimos teletrabajando parcialmente entre marzo y junio. Hicimos equipos e íbamos semanas alternas al Hospital”.
Obviamente, no fue el 2020 un año precisamente tranquilo. Se llegaron a contabilizar 20.939 llamadas, unas 1.745 al mes. En la aplicación que tienen para registrar tiques (o sea, incidencias, solicitudes), asentaron nada menos que 22.818 y hubo que sustituir 133 ordenadores obsoletos. Llegó 2021 y tampoco hubo tranquilidad. Aparte del trabajo habitual, les tocó montar la infraestructura informática para los Centros de Vacunación de Ciudad de la Luz y de Sant Vicent del Raspeig.
Alicante fue pionera en el wifi gratuito a los usuarios
Trabajar en equipo
En ese cuidado organigrama es fundamental trabajar en equipo. “Intentamos tener todos los procedimientos documentados de forma que, si alguien no está, por ejemplo, porque está de vacaciones, se pueda seguir dando servicio a los usuarios”, apuntan. Por poner un ejemplo, eso incluye el que haya informáticos “especialistas por aplicaciones que se encargan de resolver incidencias más complejas que surjan en ellas, y además conocen a las empresas con las que tenemos contratados los mantenimientos y contactan con ellos para resolver problemas y coordinar actualizaciones”.
En eso 2020 continúa ofreciendo plusmarcas: implantaron un nuevo sistema de digitalización de preparaciones de Anatomía Patológica, mejoraron la red wifi implementando once antenas (hay 212) y montaron la infraestructura informática para el ‘hotel medicalizado’ (en Sant Joan, pero gestionado por el General Universitario) para enfermos de la covid-19 o la del hospital de campaña. Confiesan que fue un no parar. Al menos, eso sí, parecen haber pasado los tiempos del “¡no me funciona nada!”, “¿ha probado a apagar y encender el ordenador?”.
Durante 2020 contabilizaron hasta 20.939 llamadas
Savia nueva
Nuevas generaciones de personal llegan a los centros sanitarios, mientras que las anteriores ya han tenido tiempo de adaptarse a una sociedad cada vez más digitalizada. Y acostumbrada, por ejemplo, a enfrentarse a los 2.905 terminales gestionados, 2.200 en Atención Especializada (hospital y centro de especialidades) y 705 en Atención Primaria (centros de salud), y eso sin contar impresoras (2.200) o armarios de comunicaciones (90, en el hospital 69: estos armarios o ‘racks’, estantes, albergan equipos informáticos, equipamientos electrónicos y de comunicaciones).
Y de ello se benefician los usuarios de forma más o menos indirecta: la red wifi está diseñada también para ser abierta a enfermos y acompañantes. “Ahora todos los hospitales disponen de una red de este tipo para pacientes -confirman-, pero nuestro hospital fue piloto en la implantación de dicha red. Aquí se probaron las distintas alternativas hasta que se decidió la solución a implantar en todos los centros de la conselleria de Sanitat”.
Hay alguien ahí
Dicen que no hay mal que por bien no venga, aunque también dicen que este refrán se inventó para consolar desgracias. Como el asunto de las llamadas, que fue caballo de batalla que permitió solucionar, por la vía de urgencia, lo del ‘hardware’ que pudiera haber obsoleto, así como la posibilidad de mejorar el ‘software’. Y las comunicaciones, tanto entre pacientes y centros como internas.
Aumentó en 2020, por ejemplo, el número de ‘switches’ (literalmente, ‘interruptores’) para poder conectar por cable cualquier dispositivo a la Red. Así, en atención primaria se llegaban a los 76, y a 143 en el hospital. Este año, con el cambio del modelo de red (de 10 gigabytes en los “caminos principales”), ha aumentado notablemente, en un mundo donde, señalan, “cada vez es más importante poder consultar imágenes rápidamente”.
Hay 2.905 terminales, 2.200 impresoras y 90 armarios de comunicaciones
Al servicio del paciente
“Aquí contamos con el acicate y agravante de que todo está organizado para dar un mejor servicio al paciente, y cualquier problema que impida esto puede poner en peligro la salud de alguien. Todos en el servicio de Informática somos muy conscientes de ello”, afirman. Por ello, continúan modernizando el servicio. Entre los planes de futuro, tras la renovación en 2021 del cableado de fibra óptica y toda la electrónica de red del Hospital General, está seguir adaptándose a la llegada de nuevas tecnologías.
Así ocurre con la llamada infraestructura hiperconvergente: básicamente, profundiza en la virtualización del ‘hardware’, lo que permite aumentar de manera sobresaliente tanto la capacidad de actuación como la seguridad aplicable a esta. Porque la seguridad no deja de ser un tema importantísimo, y más dada la clase de datos con los que se trabaja aquí, ante todo historiales médicos.
El futuro está aquí
“Dentro de las aplicaciones que se usan -continúan-, las más usadas y las que más recursos utilizan tanto técnicos como humanos son las que posibilitan tener una historia clínica digitalizada. De esta forma se puede registrar y consultar todo lo que se le ha hecho al paciente, sus tratamientos, informes, etc. Otras muchas aplicaciones se integran con esta para asegurar que la identificación de los pacientes sea correcta y única y desde un mismo sitio se pueda consultar toda la historia clínica”.
“Tenemos un proyecto pendiente de ejecución para la construcción de un nuevo CPD (centro de procesamiento de datos) -añaden- que cumpla con los estándares actuales más modernos y que permita limitar el tiempo de paradas no programadas por cortes de suministro eléctrico o cualquier otra circunstancia”. Renovaciones para “un futuro que ya es presente”.