El común de los historiadores están de acuerdo en que el origen etimológico de Alicante viene de Lucentum y el de Elche de Illici. Ahora bien, ¿de dónde sale el nombre de Santa Pola? Pues aquí ya no está tan claro.
Algunos aspectos sí son seguros. El término de Santa Pola tiene un evidente origen religioso y está estrechamente relacionado con la isla de Tabarca. Sin embargo, existen varias teorías al respecto. Una de ellas apunta a que pudo venir de un supuesto viaje que habría realizado el apóstol San Pablo a estas tierras. Otra que sería la evolución de una palabra latina.
Nosotros no vamos a resolver este misterio, pero al menos podemos ahondar en él para que sean los lectores quienes se queden con la explicación que más les guste.
Quién fue San Pablo
Pablo (o Paulo) de Tarso fue un romano que nació en la parte más al este del antiguo Imperio, concretamente en la región de Celicia (donde se ubica la actual Turquía). De origen judío, durante sus años de joven se dedicó a perseguir cristianos (religión entonces prohibida en Roma) poco después de la muerte de Jesús.
Se dice que participó en detenciones y lapidaciones de aquellos primeros seguidores de Jesucristo que surgieron por la zona de Israel. Sin embargo su vida cambió radicalmente cuando de camino hacia Damasco para realizar más persecuciones, según la tradición cristiana, la voz de Dios se le apareció para preguntarle “Pablo, ¿por qué me persigues?”.
A partir de esta experiencia se convirtió en un devoto defensor de Cristo y se unió a los cristianos que en la clandestinidad trataban de difundir el mensaje de Jesús. Para ello realizó numerosos viajes por todo el Imperio Romano y fundó varias comunidades cristianas.
Dicen que San Pablo desembarcó en Tabarca durante los últimos años de su vida
¿Viajó a Hispania?
En sus últimos años de vida, San Pablo aseguró que su próximo peregrinaje sería a Hispania. Según la tradición, llegó a nuestra península desembarcando en la Isla Plana (actual Tabarca) y luego se instaló durante un periodo de tiempo en el Portus Ilicitanus (actual Santa Pola).
La gran pregunta es… ¿qué hay de cierto en esta supuesta estancia del apóstol por nuestras tierras? Pues evidencias reales, ninguna. Si San Pablo creó realmente una comunidad cristiana en el Portus Ilicitanus, ésta debió de ser minúscula y efímera pues no hay ninguna constancia de ella.
Ni siquiera está claro si San Pablo llegó a Hispania. Se dice que pudo residir durante algún tiempo en Tarraco (actual Tarragona). Cabe señalar que durante esta época el apóstol era un hombre muy perseguido por las autoridades del Imperio Romano, por lo cual casi todos sus movimientos son oscuros y secretos.
Finalmente fue atrapado en Italia y mandado ejecutar por el emperador Nerón. En la Primera Carta de Clemente a los Corintios se dice que antes de su muerte “llegó hasta el límite de Occidente”. Tal vez ésta sea una referencia a Hispania, pues en la Península ibérica es donde estaba el lugar más occidental del Imperio, el cabo Finisterre.
Lo cierto es que las primeras fuentes que mencionan el supuesto desembarco de San Pablo en Tabarca datan de la Edad Media, es decir unos cuantos siglos más tarde. Por ello muchos se inclinan a pensar que esta supuesta visita del apóstol fue solo un rumor posterior, alimentado por la misteriosa vida que tuvo durante sus últimos años en la clandestinidad.
Santa Pola podría ser una derivación de la palabra ‘palus’ que signfica humedal o del dios griego Apolo
Origen romano o griego
Otra teoría apunta a la palabra ‘palus’, que en latín significa humedal o pantano. Puede que los romanos utilizaran dicho término para referirse a la zona entre la Albufera de Elche y Tabarca. Tal vez dicha palabra evolucionara a Pola, e incluso que por ello se acabara conociendo a la isla como de San Paulo y de ahí surgiera siglos después la leyenda del desembarco del apóstol.
Algunos incluso apuntan a que pudiera ser una derivación de Apolo, dios de las artes y el arco en la mitología griega. Cabe recordar que la civilización helena tuvo mucha influencia en la zona de Santa Pola durante la Edad Antigua.
Sea como fuere, hacia la Edad Moderna ya aparecen las primeras referencias como ‘Lugar nuevo de Santa Pola’ al pequeño poblado establecido en donde hoy se ubica la villa marinera.
La Isla de San Pablo o Isla Plana adquirió su actual nombre en el siglo XVIII, cuando fuera poblada por un centenar de familias que provenían de la isla tunecina de Tabarka.
En la Guerra Civil hubo un intento fallido de cambiar el nombre de Santa Pola
Sobrevivió a la guerra
Unos cuantos años más tarde, cuando estalló la Guerra Civil en España, hubo un gran fervor entre las autoridades republicanas por cambiar los topónimos religiosos. Por ejemplo San Vicente del Raspeig pasó a llamarse Florido del Raspeig, mientras que al barrio alicantino de San Blas fue renombrado como Barrio de la Libertad.
En el caso de Santa Pola también hubo intención de modificar el topónimo, si bien no llegó a hacerse por desacuerdos entre los concejales republicanos. Por tanto el nombre de nuestro pueblo se ha mantenido intacto hasta la actualidad.