Amparo Navarro ha presidido este martes su primer Claustro Universitario como rectora de la Universidad de Alicante. Una convocatoria en la que la máxima responsable de la institución académica ha exhibido músculo en su informe de gestión en el cual ha dibujado una administración impecable desde que accedió al cargo.
Navarro ha reivindicado la fortaleza de la Universidad de Alicante en el ámbito de la transferencia de conocimiento, «hemos logrado la cifra de 4,3 millones de euros en contratos, una cifra de la cual nos felicitamos, puesto que en momentos de crisis, las pequeñas y medianas empresas acostumbran a prescindir de la innovación», y también ha destacado el número de patentes, diez solicitudes y cinco más en trámite en España, y doce más internacionales. En este sentido, la rectora ha sacado pecho en el campo de la investigación dónde además de un aumento del 18 % en la inversión en proyectos de investigación, ha experimentado un incremento de los contratos, que han subido un 40 % respecto de 2020, así como en su financiación, que ha crecido un 50 %.
La rectora ha querido poner el énfasis en los contratos predoctorales industriales, que se financian a medias entre las empresas y la administración y que «han subrayado el valor los doctorados con una finalidad práctica y útil para las empresas».
Navarro también ha dedicado una reflexión a la transformación digital. Por un lado, ha apuntado las mejoras en infraestructuras digitales que se han llevado a cabo en la Universidad, «imprescindibles para poder hacer frente a la demanda tecnológica de nuestra universidad como ha demostrado la pandemia». En el campo de la administración electrónica ha apuntado los once nuevos procedimientos incorporados y la mejora de otros dieciocho. «Esto es el futuro», ha recalcado, «si hace más de un siglo fue la máquina de escribir la que revolucionó los formularios que ya no se tenían que rellenar a mano, ahora es la administración electrónica donde se tendrá que hacer todo.»
En este sentido, también se ha referido a proyectos en curso como son la Plataforma de Aprendizaje Personalizado o la sensorización del campus y el sistema de smart university. Sin embargo, la rectora ha recalcado la vocación presencial de la UA y ha apostado por aprovechar los recursos tecnológicos para personalizar la docencia, «tenemos que dar un paso adelante en el aprendizaje personalizado y desterrar la idea de que se pueden dar clases del siglo pasado por videoconferencia».
Entre otros puntos que ha tratado el informe de gestión, la rectora ha apuntado que, «a pesar de la pandemia», la cifra de estudiantes matriculados en los diferentes grados de la UA no se ha visto afectado y ha apuntado que, de hecho, ha subido en el caso de los estudios de posgrado y en los títulos propios, pero ha reconocido que sí que ha disminuido en el caso de la Universidad Permanente.
Durante la intervención, Amparo Navarro ha asegurado que trabaja para mejorar la estabilidad de la plantilla, un punto en el cual ha sido muy crítica con la nueva Ley de universidades que exige que el profesorado asociado no sobrepase el 20 %, «el problema es que hace falta una ley de gasto que nos permita cumplir lo que se nos exige». Navarro ha vuelto a decir que su objetivo es «el relevo generacional de las plantillas»; sin embargo, «topamos con la tasa de reposición que no nos permite más que suplir las jubilaciones y la carencia de recursos». En este punto también ha explicado que «continuamos esperando el Plan de Financiación de las Universidades Públicas Valencianas, que esperemos que no se demore más allá de este año».
Navarro también se ha felicitado por la recuperación de la movilidad del alumnado, tanto nacional y europea como internacional más allá de Europa y ha puesto sobre la mesa la importancia de los idiomas. «Es una cosa que sabemos de hace años y por eso apostamos fuerte por la internacionalización, y como complemento, este año, el estudiantado de la UA tiene la opción de realizar los cursos de inglés de manera gratuita, una medida a la cual hemos destinado 600.000 euros».
La rectora también ha reivindicado la buena salud de la Universidad de Alicante en el campo de la calidad, «donde hemos recibido nuevos sellos de calidad este año y hemos acreditado varios estudios», y en el reconocimiento nacional e internacional, «la Universidad de Alicante está presente en los principales rankings del mundo y de España», y ha destacado estudios como los de Turismo, «que se sitúan en la posición 36 del mundo, lo que pone de relieve la relación y buena conexión de la universidad con su entorno socioeconómico».
Defensora Universitaria
La reunión del Claustro Universitario también ha servido para pulsar la salud de la Universidad de Alicante a través del informe de la Defensora Universitaria. Cecilia Gómez ha explicado que el curso 2020-21 ha sido especial a causa de la pandemia de la COVID-19, «ha sido un curso complicado en el que la comunidad universitaria se ha tenido que adaptar a situaciones cambiantes sobrevenidas» y ha concluido señalando que «todos los estamentos han cumplido con sus funciones y se han adaptado a esta situación tan difícil de forma satisfactoria».
En cuanto a los datos, este curso se han recibido 177 solicitudes de actuación, que se han admitido a trámite. La mayor parte, el 68 %, de estudiantes; el 18 % las solicitó el personal docente e investigador, y el 4 % a instancia del personal de administración y servicios.
El motivo principal de las actuaciones tenía que ver con cuestiones de evaluación docente de la organización de la actividad docente. Las actuaciones referidas a la administración entran en la terna de las mayoritarias, y por la banda contraria, solo el 7 % de las actuaciones de la Defensora Universitaria han tenido relación con el comportamiento.