Entrevista > Samuel López / Premio Arracada de Oro 2021
De la mano de Samuel López el tenista Pablo Carreño fue bronce en los pasados JJ.OO. tras ganar al número 1, Djokovic. El villenense está disfrutando de una época que espera que vaya a más.
Llevas ya treinta años en el mundo del deporte profesional. ¿Cómo comenzó tu carrera en el tenis?
Empecé con ocho o nueve años en el Club de Tenis Villena. Al cumplir dieciocho años contacté con Antonio Martínez Cascales y le dije que me gustaría seguir intentándolo en el mundo del tenis. Con veintitrés años empecé a dedicarme a la enseñanza, siempre de la mano de Antonio. Después comenzó nuestra andadura con la academia y ya son veintiséis años allí.
«La de Pablo Carreño fue una medalla muy difícil, contra el número uno tras haber eliminado al número dos»
Precisamente, la academia Equelite JC-Ferrero se ha posicionado como un centro de alto rendimiento de primer nivel. ¿Cómo fueron sus inicios?
Hasta entonces no existía ninguna academia de tenis de este estilo fuera de Barcelona. Queríamos crear en Villena algo parecido y para ello necesitábamos un preparador físico de grandes cualidades, un médico de los mejores del tenis y tener pistas de tenis…
Tuvimos que buscar terrenos y empezar poco a poco, nosotros mismos, a ir haciendo las pistas, regando… Trabajábamos a sol y sombra porque también teníamos que llevar a los chicos al colegio o al instituto. Al principio, algunos estuvieron viviendo en diferentes casas de Antonio, José Enrique y la mía. Hemos ido creciendo muy poco a poco, de la mano de los éxitos tenísticos de Juan Carlos Ferrero.
Después de ganar su primera Copa Davis pudimos hacer una inversión muy grande en la academia y, a partir de ahí, se nos conoce mucho más a nivel internacional. Juan Carlos estuvo durante cinco años entre los cuatro mejores del mundo y con ello nos dimos a conocer a nivel nacional e internacional.
Entrenador de un Top Ten como Pablo Carreño, ¿cómo se vive eso de conseguir una medalla en unos juegos olímpicos?
Para mí, como entrenador, conseguir una medalla es, hoy por hoy, el éxito del que me considero más satisfecho. Es algo interno que voy a llevar toda mi vida puesto que, como deportista, las Olimpiadas siempre han sido muy importantes.
Nosotros habíamos soñado ya con esta medalla en el 2020, cuando vino la época del covid. Habíamos preparado el año para llegar a la Olimpiada en buena forma. Nos tuvimos que esperar un año más y volvimos a prepararlo concienzudamente. Es una medalla de las más difíciles que se han ganado en la historia. Disputándola directamente contra el número uno en tu deporte, tras haber eliminado al número dos.
«La academia Equelite ha ido creciendo poco a poco, de la mano de los éxitos de Ferrero»
Antes de esta brillante etapa con Carreño has sido mentor de jugadores importantes como Almagro, ¿qué recuerdos guardas de la etapa como entrenador de Nico?
Nico era el primer Top Ten al que entrenaba cuando llegó a la academia. Era una responsabilidad muy grande coger a un jugador de esa talla, con un carácter totalmente distinto a los que yo había tratado. Tuve que buscar motivaciones en él para mantener ese nivel de rendimiento.
Eso me hizo crecer mucho y conseguimos meterle dos años en el Máster de Londres entre los diez mejores. Después comenzaron sus problemas físicos en la rodilla y el gemelo. Muy contento de aquella etapa en la que conseguimos ganar cuatro o cinco títulos.
Pablo Carreño se encuentra, por edad, en su madurez tenística. ¿Dónde ves su techo como jugador?
A Pablo no le pongo techo, la verdad, después de lo que hizo el año pasado. Hay que prepararse al máximo para hacer cosas grandes como intentar ganar algún Grand Slam o algún Master 1000. Él ha ganado torneos 250, torneos 500, ha hecho dos semifinales de Grand Slam, final de dobles en Grand Slam… Es un chaval de treinta años; es muy joven aún y está en una época muy madura tenísticamente hablando.
¿Qué supone para un villenero que te concedan la Arracada de Oro de tu ciudad?
Es algo que nunca me había esperado. Estaba en Madrid en la Copa Davis cuando me llamó nuestro socio en la academia, Carlos Escribano, para decirme que me querían proponer para la Arracada. Cuando finalmente me enteré que había sido elegido para recibir el premio, pues qué te voy a decir… contentísimo. Era un broche final a un año espectacular, en mi propia ciudad, donde nunca es fácil que a uno le reconozcan las cosas.
«A Carreño no le pongo techo, está en una época muy madura tenísticamente»
Tu entrenador fue otro villenense que ha alcanzado la cima en el deporte, como es Antonio Martínez Cascales. ¿Tiene Samuel López algo de Cascales como entrenador de tenis?
Toni y yo somos prácticamente iguales, vemos el mismo tenis. Cuando corrijo a algún chaval en la academia, muchas veces me comenta: “le iba a decir lo mismo”. Coincidimos en ideas sobre cuándo un jugador debe activarse más, debe jugar más al revés, a la derecha, o el tiempo que debe jugar en el fondo de pista. Ha sido mi entrenador, y he compartido con él muchísimos entrenamientos y viajes con Juan Carlos Ferrero.
2021 ha sido un año difícilmente superable para ti a nivel profesional, ¿qué le pides al año nuevo?
¿Un año insuperable?, yo espero que no. Ha sido un año buenísimo que no se me olvidará nunca por ser el primer Open 500 con Pablo y por esa medalla de bronce. El objetivo es estar ahí, entre los mejores del mundo sin ninguna prisa ni ansiedad.
Al 2022 le pido, lo primero, salud, porque es lo más importante en la vida. También pido que el ‘bicho’ vaya pasando para recuperar de nuevo la alegría con la gente y, en general, en las ciudades.