El Ayuntamiento de Alcoy celebrará el domingo un acto de homenaje a todas aquellas personas que murieron o padecieron exilio por defender Alcoy en la Guerra de Sucesión, cumpliendo así un acuerdo plenario. Para ello, se colocará una placa en su recuerdo en la Plaza Ramón y Cajal, donde se produjo uno de los primeros asaltos del ejército felipista, circunstancias en las que, además, se produjo la demolición del antiguo convento de San Francisco. El acto tendrá lugar el próximo domingo, 9 de enero, a las 12 horas.
Hay que tener en cuenta que el 9 de enero se conmemora la ocupación de Alcoy por parte de las tropas felipistas, hecho que tuvo lugar en 1708. A raíz del posicionamiento de los alcoyanos a favor del archiduque Carlos, la entonces villa de Alcoy estuvo asediada, sufrió ataques, multas y la abolición de privilegios forales con el decreto de Nueva Planta.
El 1 de enero Alcoy había quedado incomunicado y se luchó durante ocho días sin tregua, hasta que el día 9 su guarnición capituló ante la falta de socorros del exterior. Durante esos días los ataques del general borbónico Mahoní se vieron reforzados por la llegada del duque de Berwick, con más de seis mil hombres y seis grandes cañones.
Tras la ocupación centenares de milicianos, que no estaban acogidos al fuero militar, fueron ejecutados durante seis terribles meses, entre ellos el capitán Francesc Perera, natural de la comarca de Balaguer. Mientras que otros numerosos alcoyanos, partidarios del archiduque Carlos, se vieron obligados a marchar al exilio.
El concejal de Cultura, Raül Llopis, explica que «coincidiendo con el 9 de enero celebraremos este homenaje. Será un acto sencillo, pero necesario, para reconocer a todas aquellas personas que murieron o sufrieron exilio por defender Alcoy. Y lo hacemos en un lugar emblemático, puesto que en la Plaza Ramón y Cajal tuvo lugar uno de los primeros asaltos a la población».