La forma rizada del vello púbico responde a la presencia de hormonas -estrógenos y testosterona- en la sangre. Su función no es del todo clara. En su libro «la mujer desnuda», el etólogo Desmond Morris señala tres posibles utilidades.
La principal es la de señal visual. En las épocas primitivas de desnudez habría sido el indicador de la madurez reproductora en la mujer. La segunda función es actual como trampa de olores, y en tercer lugar sirve como amortiguador entre la piel del varón y de la hembra durante el acto sexual, ya que protege de la abrasión al delicado monte de venus.