La historia del pensamiento humano y de sus derivaciones tanto analíticas como creativas, metafísicas o ideológicas –las ciencias, las artes, las religiones, la política– es un complejo proceso de evolución constante que no puede entenderse sin los grandes textos que, en cada etapa histórica, dieron lugar a las principales corrientes de dicho pensamiento o marcaron sus tendencias dominantes. Son obras que ejercieron una influencia multilateral –en diversos campos– y cuya vigencia como modelos de pensamiento o representación de la realidad ha perdurado en el tiempo mucho más allá de su impacto inicial, terminando así por incidir de forma significativa en el rumbo de la historia y en el cuerpo de conocimiento de la humanidad. Y no solo eso: algunos de estos libros ejercieron una influencia directa en la sociedad al institucionalizarse las creencias que contienen (caso de la Biblia, eje de dos religiones universales) o aplicarse de forma práctica sus postulados (Manifiesto Comunista).
Por todo ello, es importante acercarse a dichas obras si se quiere entender lo mejor posible algunas de las fibras que definen en buena medida la realidad sociocultural que nos rodea. Evidentemente, no hay consenso sobre cuáles han sido los libros más influyentes de la historia humana, y por eso las listas y propuestas son tan diversas como los intentos de acotar el asunto, aunque hay algunas constantes que se repiten encuesta tras encuesta. Así, según un estudio reciente elaborado por la prestigiosa editorial británica Folio Society, la Biblia es el libro que más impacto ha tenido sobre la sociedad moderna. La encuesta, en colaboración con la firma demoscópica YouGov, recoge la opinión de más de 2 000 personas. Otro ejemplo fue el intento por determinar las 20 obras académicas más influyentes de todos los tiempos que se llevó a cabo en el marco del festival británico Academic Book Week en 2015. Varios especialistas elaboraron una lista con 200 títulos aspirantes y, a partir de esa preselección, el público asistente al evento eligió veinte de ellos como los que más habían “cambiado el mundo”. El resultado, más allá de una interesante lista de lecturas, arrojó curiosidades como el hecho de que fueran considerados libros estrictamente literarios como las Obras completas de Shakespeare. A continuación, nuestra propuesta de títulos, por orden cronológico.
Carta Magna, de Juan I de Inglaterra (1215).
Resulta asombroso que la piedra fundacional de la democracia moderna y el constitucionalismo sea un documento de la Inglaterra medieval que los nobles obligaron a firmar al rey –Juan sin Tierra– para limitar su poder. Es en este libro donde surge el habeas corpus (para evitar arrestos arbitrarios), la separación de Iglesia y Estado, etc.
El Príncipe, de Nicolás Maquiavelo (1532).
El tratado de teoría política por excelencia del Renacimiento, su influencia iría mucho más allá de su época y hoy sigue siendo reconocido como una obra fundamental sobre la naturaleza del poder, la oposición entre autoritarismo y liberalismo, etc.
Obras completas, de William Shakespeare (1594-1634).
El bardo de Stratford-upon-Avon es considerado el escritor más importante en lengua inglesa y uno de los más influyentes de la literatura universal. Sus obras dramáticas –entre las más famosas, Macbeth, Hamlet, Otelo, Julio César o Romeo y Julieta– han sido escenificadas, estudiadas, adaptadas y redescubiertas en multitud de ocasiones.
Principios matemáticos de filosofía natural, de Isaac Newton (1687).
Conocido como Principia, es considerado por muchos la obra científica más importante de la historia. Contiene las tres famosas leyes del movimiento ‒base de la mecánica clásica‒, la ley de la gravitación universal y una derivación de las leyes de Kepler sobre el movimiento de los planetas. Su influencia llegó a finales del siglo XVIII.
La riqueza de las naciones, de Adam Smith (1776).
Este libro fundó la economía moderna y puso las bases del capitalismo y también del pensamiento liberal. De él emanan conceptos como la división del trabajo, el libre mercado, la acumulación de capital… Situada en el contexto del nacimiento de la Revolución Industrial, la obra de Smith marcó la teoría económica de los siglos XIX, XX y hasta XXI.
Crítica de la razón pura, de Immanuel Kant (1781).
Una indagación trascendental, cuyo objetivo central es lograr una respuesta definitiva sobre si la metafísica puede ser considerada una ciencia, así como fundamentar la validez tanto de la experiencia ordinaria como de las ciencias matemáticas y físicas. Cambió el concepto de la filosofía y sin ella no habrían existido Hegel ni Marx.
Los derechos del hombre, de Thomas Paine (1791).
Precisamente muy influido por la Carta Magna, el intelectual Paine publicó este ensayo capital en el desarrollo de los derechos humanos y los conceptos de libertad e igualdad, y en la abolición de la esclavitud. Le valió la expulsión de Gran Bretaña; se refugió en la Francia revolucionaria, pero allí acabó en la cárcel por oponerse al Terror de Robespierre.
Manifiesto Comunista, de Karl Marx y Friedrich Engels (1848).
Uno de los tratados políticos más influyentes, para bien y para mal, de la historia. El marxismo dio lugar a la lucha obrera que en Occidente dotó de derechos a los trabajadores frente a la explotación capitalista, pero también fue el germen de la Revolución Soviética de 1917 y de muchos regímenes socialistas dictatoriales.
El origen de las especies, de Charles Darwin (1859).
El mayor best seller científico y, respecto a la biología y las ciencias naturales, tan decisivo históricamente como la obra de Newton respecto a la física y las matemáticas. Su teoría de la evolución y la selección natural revolucionó además la sociedad, la filosofía y la religión y dio lugar a un debate que sigue vivo en algunos sectores.
La interpretación de los sueños, de Sigmund Freud (1899).
Aunque algunas de las ideas del neurólogo austríaco han sido superadas, su concepto del psicoanálisis ha marcado los dos últimos siglos. En este libro esencial desarrolla la teoría del inconsciente y el complejo de Edipo, entre otras cuestiones. Su influencia se sintió en muchos ámbitos: la psicología, la sociología, las artes plásticas, la literatura…
Sobre la teoría de la relatividad especial y general, de Albert Einstein (1916).
Los fundamentos de la relatividad, expuestos por su autor con la mayor claridad posible para el público lego en la materia. Sin duda, una de las mayores revoluciones científicas tras la de Newton y la de Darwin.
El segundo sexo, de Simone de Beauvoir (1949).
Si bien las obras muy anteriores de Mary Wollstonecraft (1792) y Marie Carmichael Stopes (1935) se consideran antecedentes del movimiento feminista, la obra moderna fundadora del mismo es este ensayo que revisa el papel de la mujer desde el punto de vista de la psicología, la historia, la antropología, la biología y la reproducción.
Breve historia del tiempo, de Stephen Hawking (1988).
Uno de los libros de divulgación científica más vendidos y conocidos de los últimos treinta años, obra esencial para conocer el pensamiento y las aportaciones del genial físico teórico, astrofísico y cosmólogo británico fallecido en 2018.