Los perros, que tienen hasta 300 millones de receptores olfativos, se encuentran entre los mejores detectores de olores del mundo animal. En comparación, la nariz humana solo contiene unos 6 millones de receptores olfativos. Además, el cerebro de los perros dedica un 40% más de espacio que el de los humanos al análisis de olores.
Esta es la razón por la que se entrena a perros para que, a través del olfato, aprendan a detectar diversos objetivos, desde drogas ilegales y plagas agrícolas hasta personas desaparecidas, especies silvestres en peligro de extinción y mucho más. Los perros entrenados consiguen reconocer estos objetivos mediante el olor de unas sustancias denominadas compuestos orgánicos volátiles (COV), a menudo con mayor sensibilidad que los instrumentos analíticos.
Los COV pueden ser producidos tanto por organismos vivos como por materiales naturales o sintéticos. Los seres humanos los producimos mediante la actividad metabólica del cuerpo, luego estos entran en el torrente sanguíneo y, finalmente, se liberan en el aire a través de la sangre, la orina, las heces, la piel o el aliento.
Los científicos han descubierto que se puede entrenar a los perros para que reconozcan compuestos orgánicos volátiles únicos, denominados «biomarcadores», en el aliento exhalado de pacientes con determinadas enfermedades o dolencias crónicas, como el cáncer y la diabetes, e incluso para detectar previamente el ataque epiléptico de un paciente con epilepsia.
Un equipo de científicos especializados en olores caninos de la Universidad Internacional de Florida quiso averiguar si la COVID-19 era una de las enfermedades que los perros entrenados podrían detectar. El reciente estudio, llevado a cabo con la colaboración de la bióloga forense DeEtta Mills, confirmó que sí.
Los investigadores consideran que los perros son muy prometedores como método de detección rápida que, utilizado junto a otras medidas como los test rápidos, podrían ayudar a detener la propagación del Covid-19 y acabar con la pandemia. Algunos de los perros adiestrados durante la investigación yahan demostrado sus habilidades en aeropuertos y eventos públicos.
Entrenamiento de perros para detectar el COVID-19
Durante décadas, el Instituto Internacional de Investigación Forense de la Universidad Internacional de Florida ha sido una institución dereferencia mundial en la investigación de perros detectores. La mayor parte de la investigación se ha centrado en la identificación de los COV específicos que producen los materiales naturales o sintéticos y los organismos vivos, que los perros pueden detectar después de ser entrenados para ello.
En esta reciente investigación, plantearon la hipótesis de que las personas infectadas por el Covid-19 liberarían COV específicos, y que un perro detector de olores bien entrenado sería capaz de distinguir estos biomarcadores de otros compuestos orgánicos volátiles.
El equipo de investigación, en colaboración con la Baptist Health South Florida, una organización sanitaria sin ánimo de lucro, obtuvo mascarillas tanto de pacientes hospitalizados que habían dado positivo en Covid-19, como de aquellos que obtuvieron un resultado negativo.
Después, entrenaron a cuatro perrospara que respondieran ante las mascarillas de pacientes positivos en Covid-19 e ignoraran las de pacientes negativos u otras que no habían sido utilizadas. Durante el proceso, los perros aprendieron a diferenciar los biomarcadores procedentes del aliento de pacientes positivos en Covid-19 de los que no lo eran.
Una de las herramientas de entrenamiento que utilizaron fue una rueda de detección de olores. Colocaron mascarillas de pacientes positivos en Covid-19 y de pacientes negativos en Covid-19 en latas con pequeños agujeros en las tapas, que se fijaron a los extremos de los brazos de la rueda. Los perros caminaron alrededor de la rueda olfateando los compuestos orgánicos que salían de estos agujeros.
Después de 40 ensayos doblemente ciegos (lo que significa que las personas que entrenaban a los perros no sabían qué mascarillas eran cada una de ellas), descubrieron que cada uno de los cuatro perrosdel estudio había detectado con precisión las mascarillas de pacientes positivos en Covid-19 más del 90% de las veces.
Mac, una mezcla de terrier, acertó en el 96,2% de los intentos. Cobra, un belga malinois, acertó el 99,4% de las veces. One Betta, un pastor holandés, acertó en el 98,1% de los intentos, y Hubble, una mezcla de border collie, en el 96,3% de las ocasiones.