La definitiva constatación afeaba los titulares de 2015 y 2016: no habrían seis universidades generalistas en la provincia. Dos proyectos privados se descolgaban de un panel que habría colocado a Alicante poco menos que al frente nacional de oferta educativa de los llamados estudios superiores.
Sant Joan y El Campello, en el área metropolitana de la capital provincial, tenían que albergar sendos centros universitarios, esta vez de carácter privado. Pero finalmente ambos propósitos rendían armas mediáticas.
Oferta universitaria generalista
La oferta universitaria generalista alicantina había comenzado muy atrás, hacia 1552 o 1569, según fuente, con la Universidad de Orihuela, impulsada por el obispo Fernando Loaces (1497-1568). Resistió hasta 1835.
En realidad, su siembra renacerá mucho después, el cuatro de noviembre de 1968, al inaugurarse el Centro de Estudios Universitarios (CEU) que desde octubre de 1979 será la actual Universidad de Alicante (UA). Y, segregada de esta, la Universidad Miguel Hernández (UMH), desde el tres de octubre de 1997.
Los proyectos sanjuanero y campellero cayeron al cambiar de Gobierno
Primera piedra sanjuanera
El proyecto sanjuanero y el campellero respondían, respectivamente, a los nombres de Universidad Católica de Alicante (UCA) y Mare Nostrum University. Al primero lo impulsaba la Fundación San Antonio, creada en 1988 por el polémico empresario cartagenero José Luis Mendoza. La entidad, adscrita al movimiento Camino Neocatecumenal, iniciado en 1964 por el pintor Kiko Argüello, abría las puertas de la UCA en 1996 en la pedanía murciana de Guadalupe.
En tierras sanjuaneras, el organismo católico iba a construir el centro en los terrenos de la Residencia Tiempo Libre, un asilo de la Generalitat entonces ya sin uso. El diecisiete de mayo de 2013, el entonces alcalde de Sant Joan, Manuel Aracil, y José Luis Mendoza colocaban la primera piedra de una universidad que aseguraban iba a abrir sus puertas ‘próximamente’ para impartir de entrada trece (o diez, según medio) titulaciones oficiales de grado.
La Universidad CEU Cardenal Herrera abría en 1994 su sede ilicitana
Caen los proyectos
El cambio de Gobierno en la Comunitat, con la entrada en liza del acuerdo del Botànic (11 de junio de 2015: PSOE-PSPV, Compromìs y Podemos), archivó el asunto: según notificaba la Conselleria d’Educació, al no ajustarse el proyecto a la Ley Orgánica de Universidades por no subsanarse las graves “deficiencias relativas a la organización, funcionamiento e instalaciones”. Parecida suerte tuvo la Mare Nostrum, anunciada en 2013: ocho grados y seis másteres, todos, salvo Artes Escénicas, en la lengua de Shakespeare.
El Consell aprobó un anteproyecto que padecía de falta de información desde sus difusos impulsores, agrupados bajo el paraguas de la sociedad Avance de Estudios Superiores. Además, se acusó al proyecto de intentar un Programa de Actuación Integrada (PAI) para transformar la categoría del suelo a urbanizar de más de dos mil viviendas. Al declarar en 2016 el Tribunal Supremo nulo de pleno derecho el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de El Campello de 2011, por carecer del estudio económico-financiero, caía la Mare Nostrum.
Hubo UNED en 1976 en Elche y en 1980 en Dénia
A las orillas del Vinalopó
Pero ya existía una universidad privada en la provincia marchando a pleno rendimiento. Desde 1994 funciona en Elche la Cardenal Herrera. Hija de la Fundación Universitaria San Pablo CEU, creada en 1933 por el cardenal Ángel Herrera Oria (1886-1968) en el seno de la Asociación Católica de Propagandistas (ACdP), nacida en 1908 a instancias del jesuita Ángel Ayala Alarcó (1867-1960), se convertía, desde Valencia en 1999, en la primera universidad de gestión privada de la Comunidad Valenciana, aunque operaba como CEU desde 1971.
En la sede ilicitana, junto al convento de San José y la Biblioteca Pedro Ibarra, un buen pico de los 9.250 estudiantes de títulos oficiales (en los campus y edificios valencianos, Castellón y Elche) se afanan por estudiar la veintena de grados universitarios y más de sesenta posgrados regidos por las normas de la “enseñanza orientada a la acción” del alumnado. Pero en Elche no está sola: si privado se entiende como no público, también puede venir de ‘intimidad’ o, por préstamo del inglés, ‘privacidad’. O sea, desde casa.
La pública en casa
A Elche (3.429 matrículas en el curso 2019-2020) llega en 1976 la pública Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED), auspiciada por el valenciano José Luis Villar Palasí (1922-2012), ministro de Educación entre 1968 y 1973, tras surgir en 1972 en Madrid. Con el tiempo, la ilicitana pasará de la sede, hoy centro social, junto al mercado de la plaza de Barcelona a los rebordes urbanos del Palmeral. En 1981, dependiendo de Elche, se abre el Aula de Elda, que, tras un silencio, reabre en 1984.
Pronto, en la provincia, se sumará la sede de Dènia (en 1980), la que saludaba entonces y hoy a la plaza Jaume I pero también a las calles José Oliver e Ibn al-Labbana. Y a partir de esta se establecerán en 1994 el Aula de Benidorm y en 1996 el de Xàbia. Unos estudios muy privados con una treintena de grados y más de ochenta másteres que completan una oferta de estudios superiores en la provincia ciertamente abundante.