Dentro de la oferta de rutas urbanas diseñadas por la Concejalía de Turismo de Alcoy, hay especialmente dos que permiten revivir la época más emblemática en la historia de la ciudad. Hablamos de la ruta del Alcoy Modernista y del Alcoy Industrial.
Concebido como arte urbano inspirado en la naturaleza y en la belleza, el Modernismo llega a Alcoy gracias al relevante desarrollo industrial de la ciudad y a su vínculo sociocultural con la alta burguesía.
Patrimonio artístico singular
La época comprendida entre finales del siglo XIX y XX supuso grandes cambios sociales y dejó en Alcoy un legado que actualmente constituye un patrimonio artístico incluido en la Ruta Europea del Modernismo. Además, desde 2017 esta época se revive en la ciudad cada septiembre con la celebración de la Semana y Feria Modernista.
Es a través de la arquitectura donde más claramente se manifiesta la tendencia modernista gracias al protagonismo de los arquitectos Vicente Pascual Pastor y Timoteo Briet Montaud.
Mientras que Pascual se inclinó, entre los años 1906 y 1910, hacia formas vinculadas con el Art Nouveau, no exentas de componentes historicistas, neo-rococó y cierto gaudinismo influencia del Modernismo catalán, Timoteo Briet demostró más pasión por el seguimiento del movimiento de la Sezession Vienesa.
Dado su valor tanto estético como social, el Modernismo no fue exclusivo de la vivienda burguesa
Valor estético y social
El Modernismo no fue exclusivo de la vivienda burguesa, puesto que dado su valor tanto estético como social, se llegó a manifestar también en los diseños de diferentes enclaves.
Entre ellos, destacan las portadas de comercios, el antiguo edificio de la Subestación Hidroeléctrica y el Matadero Municipal, en numerosas fachadas de fábricas de los alrededores de la Plaza Gonçal Cantó e, incluso, en algunos de los panteones del Cementerio Municipal.
Esta corriente artística también tuvo gran repercusión en las artes gráficas: diseños de libritos de papel de fumar, cabeceras de periódicos, anuncios publicitarios, carteles, catálogos…
Arte presente en las calles
El antiguo parque de bomberos en la calle Gonçal Barrachina es una buena muestra del arte modernista. Fue construido en 1915 por Vicente Pascual para la Unión Alcoyana, gestora del servicio de extinción de incendios en Alcoy entre 1888 y 1955.
También es relevante la Casa del pavo en la calle Sant Nicolau. Construida en 1908 por Vicente Pascual, es una de las edificaciones modernistas más emblemáticas de la ciudad. Albergó el estudio del pintor modernista Fernando Cabrera Cantó y destacan en ella los pavos reales y la cúspide con mosaico de cristales.
En la calle Sant Nicolau también encontramos otras buenas muestras del Modernismo, como el Círculo Industrial, reformado en 1909 por Timoteo Briet y que se convirtió en sede social de la burguesía alcoyana. En esta céntrica calle también se encuentra el parque de la Glorieta, donde destacan los latiguillos en forja de la reja de 1898 realizados por Vicente Pascual, y que son típicos del Art Nouveau.
Alcoy tuvo un papel destacado durante la Revolución Industrial, especialmente en el sector textil
Cuna de la industrialización
La génesis de la industria en Alcoy hay que situarla en pleno siglo XV en la zona del Molinar. El caudal permanente del río y la existencia de fuertes desniveles favorecieron el establecimiento de diferentes industrias.
La localización de las antiguas edificaciones industriales se vio favorecida y condicionada por la existencia de pequeños cursos de agua que cruzan el término de Alcoy.
El curso alto del río Barxell o Riquer fue el punto escogido para el establecimiento de molinos papeleros, mientras que el curso bajo se destinó a tintes para lanas. Por su parte, el río Molinar fue escenario de una extraordinaria actividad manufacturera y actualmente cuenta con la declaración de Bien de Interés Cultural.
La génesis de la industria en Alcoy hay que situarla en pleno siglo XV en la zona del Molinar
Cambios sociales
El proceso de industrialización es un fenómeno necesario para entender la nueva sociedad que surgió entre las últimas décadas del siglo XVIII y la primera mitad del siglo XX. Como testimonio de todos estos cambios, la ciudad cuenta con grandes ejemplos de edificaciones fabriles, desde los primitivos molinos papeleros y batanes, hasta grandes fábricas de manufactura combinada.
Alcoy tuvo un papel destacado durante la Revolución Industrial, especialmente en el sector textil, aunque tampoco se quedó atrás en el metalúrgico y la industria papelera.
A día de hoy perdura toda la estructura que conformaba este enclave industrial que se adaptó a la orografía alcoyana, permitiendo la utilización de la energía hidráulica de una forma racional.
Enclaves industriales
Uno de estos vestigios industriales es el antiguo Monte de Piedad, edificio concebido por Vicente Pascual en 1909 para las oficinas de la extinta entidad financiera, constituidas merced a la iniciativa de un industrial gaditano vinculado a la ciudad.
Las antiguas fábricas de Ferrándiz y Carbonell también son otro punto destacado de la ruta. Fueron edificios industriales dedicados a la fabricación de géneros de punto, con un estilo modernista y que a día de hoy acogen el Campus de Alcoy de la UPV.
Cabe destacar a su vez la antigua sede de Papeleras Reunidas. Un edificio ecléctico que fue la central de Papeleras Reunidas S.A., empresa que en 1934 reunió a la mayor parte de fabricantes de papel de la ciudad, famosos por sus libros de papel de fumar y por la celulosa.