El vermú (o vermut, como se pronuncia coloquialmente, aunque la palabra proviene del wermut alemán, que significa ‘ajenjo’ o ‘absenta’) es un licor compuesto de vino, ajenjo y otras sustancias amargas y tónicas, como el clavo, la frambuesa, el limón o la raíz de lirio, que se toma como aperitivo.
La Real Academia de la Lengua también nos descubre una segunda acepción (“función de cine o teatro por la tarde, celebrada con horario anterior al de las sesiones acostumbradas”) mucho menos conocida, que quizá quede ya sólo para los amantes de las artes escénicas.
Sin prisas
El vermú ha vivido distintas épocas de esplendor desde que fue introdujo procedente de Italia a finales del siglo XIX, a través de Perucchi, en Barcelona. En los últimos tiempos la bebida ha venido a disputarle a la cerveza el protagonismo en los aperitivos y la ciudad de València no se ha quedado al margen. A los locales que tradicionalmente han servido vermú se han sumado una serie de locales que han apostado fuerte.
La procedencia del mismo, la copa en la que se sirve, la cantidad de hielo, las aceitunas (o no) y el acompañamiento con una rodaja de naranja terminan marcando la diferencia de un aperitivo que por norma suele cobrarse a 3,50 euros.
En esta ruta del vermú se recorrerá distintos barrios de València, con sus contrastes, y todo ello para disfrutar de este aperitivo. Eso sí, amigo lector, no permitas que nunca te metan prisa en acabarlo, pues cuando “se queda a la hora del vermú” es que hay cosas de qué hablar.
El licor está compuesto de vino, ajenjo, así como de otras sustancias amargas y tónicas
El Vermut de Cánovas
Este recorrido por València principia en ‘El Vermut de Cánovas’. El local, que hace esquina entre la calle Salamanca y Conde Altea, en la zona de Cánovas, es regentado por una señora muy amable que ha hecho su apuesta por entero al vermú.
El mismo nombre de este pequeño rincón esquinero que hereda parte del espacio de la antigua cafetería Zorba’s deja clara las intenciones de su dueña. Acompañado por cacaos y servido en una copa setentera, el vermú del local destaca por ser suave y agradable.
No muy lejos de ahí, en la Gran Vía Marqués del Túria, los elegantes y educados camareros de la mítica cafetería Aquarium sigue sirviendo, como desde hace lustros, su vermú entre la amplia oferta de distintas bebidas que presentan. Eso sí, más vale acudir pronto porque su terraza suele llenarse pronto.
El precio medio de este aperitivo en un local ronda los 3,50 euros
Ruzafa se reivindica
El barrio de Salamanca (la zona de Cánovas) se une con el nuevo barrio de moda de València, Ruzafa, mediante la avenida del Reino de Valencia. Merece la pena detenerse en esta larga y animada avenida para degustar el vermú en legendarios restaurantes como Taberna Ché (a principios de la avenida) o, sobre todo, en el reiventado Los Madriles.
Es frecuente que en los locales sirvan el aperitivo Yzaguirre, marca tarraconense que muchos aplauden por su sabor, además de por ser la decana en España. Pero esto no necesariamente ocurre así. Decimos esto porque algunos lugares de València van más allá del vermú Yzaguirre o de los clásicos Martini, Campari o Cinzano setenteros.
Ya metidos en Ruzafa uno puede descubrir en El Almacén (calle Sueca) una amplísima variedad de vermús de distinta procedencia geográfica y a la que han dedicado un espacio propio en la carta titulado ‘Vuelve a disfrutar del vermut’. Quizá uno de los mejores locales de València para disfrutar de este aperitivo. Precio razonable, amplísima variedad y servido en un cristal tallado que sobresale sobre los demás locales.
Aceitunas con sabor, rodaja de naranja y una cristalería con carácter marcan las diferencias
Aires marineros del Cabanyal
Aunque al valenciano le cuesta desplazarse desde el centro de la ciudad hasta los barrios marineros, esta ruta ha querido seguir los consejos de Blasco Ibáñez y no quedarse de espaldas a la mar.
Enfrente del teatro El Musical se ubica La Paca, local de ‘tardeo’ que ofrece un vermú que, aunque no está mal, se benefició del entorno tan ecléctico del lugar y de sus gentes. Casi al otro extremo de la zona marinera, la renovada bodega La Aldeana (calle José Benlliure) no ha querido olvidarse de este aperitivo al que dan su toque distintivo con una aceituna más elaborada.
De los barrios marineros el vermú de la Bodega Anyora (calle Vicent Gallart) resulta el más convincente de todos. Bien servido, generoso, con buen sabor y acompañado de un plato de papas, el comensal echa sólo en falta un vidrio original, aunque el tamaño del vaso ‘customizado’ con su nombre tampoco se queda muy atrás.
Otras bodegas legendarias
València se antoja inacabable en la ruta de vermús. Más allá de la zona centro, del barrio de moda y de los aires marineros, hemos querido recomendar dos últimas bodegas.
Una de ellas se encuentra en el que puede convertirse en el nuevo barrio de moda: Benimaclet. En la calle Emilio Baró emerge la Bodega Baltasar Seguí, sin duda imprescindible y para los amantes de esos entornos que destilan tipismo. En otro barrio de la ciudad, hacia Arrancapins, el amante del vermú puede detenerse en la Bodega Valero (calle Palleter). Ubicada en la zona de Juan Llorens, ya sólo la decoración del local invita a disfrutar del aperitivo.