Entrevista > Teresa Soria Ruano / Actriz (Elda, 29-diciembre-1977)
Desde que Teresa Soria se subiese por primera vez a un escenario con apenas doce años de edad no ha dejado de participar en diferentes montajes teatrales. Hace poco la pudimos ver en el Teatro Castelar con las obras ‘La extraña pareja’ y ‘Entre mujeres’. Actualmente compagina el teatro con proyectos cinematográficos y la televisión.
¿De dónde viene tu pasión por la interpretación?
Desde que era pequeña me gustaba hacer teatro, ya fuese en el colegio o para la familia. Ya con doce años me presenté a una cosa que se llamaba casting, sin saber muy bien qué era eso ni en qué consistía.
Teresa Soria hizo su primer casting a los doce años
¿Qué tal fue esa primera toma de contacto?
Me cogieron e hicimos una pequeña gira de la obra ‘Las mil y una noches’ por Elda y pueblos de alrededor. Era muy divertido. Después, ya en el instituto, sentí una necesidad imperiosa de apuntarme a algún grupo de teatro. Fue comentárselo a una amiga y justo unos días después ahí estaba el cartel de ‘¿Quieres hacer teatro? Apúntate’ y mi amiga dándome codazos porque parecía que nos habían escuchado.
¿Te apuntaste?
Sí. Iba a esas clases de teatro y me lo pasaba bien, me lo tomaba como un juego, no le exigía demasiado al asunto, pero fue ya en COU, en clase de Literatura, cuando al representar ‘La casa de Bernarda Alba’ sentí algo muy fuerte en el escenario. Ese día supe a qué quería dedicarme, aunque por miedo o vergüenza tardaría unos años más en decidirme.
Años en los que estudiaste Turismo en Alicante.
Así es, quería ver si eso de la interpretación había sido solo algo espontáneo y se me iba de la cabeza, y por aquello de tener plan B. Pero al final la actuación se convirtió en plan A, B, C, D…
La actriz compagina el teatro con proyectos cinematográficos y televisión
Ya en Madrid inicias tu formación interpretativa en la escuela de Cristina Rota, cuna de numerosos actores y actrices de nuestro país, ¿fue satisfactoria aquella experiencia interpretativa más profesional?
Al principio fue difícil. Yo llegaba con una forma de actuar que Cristina Rota se encargó de tirar, lo cual se lo agradezco. Me decía que actuaba desde el cliché y no desde la verdad, y yo no lo entendía. Por suerte, ella tuvo paciencia conmigo y yo con ella, porque después empecé a entender y el salto fue cualitativo. Acabé la escuela sintiendo que había tenido un proceso muy enriquecedor.
Después continuaste formándote con Fernando Piernas, con quien llegas a actuar en varios montajes teatrales. ¿Te fue fácil ir metiéndote en el sector?
Bueno, no estamos ante una profesión precisamente fácil. En la mayoría de los casos es muy difícil, sino imposible. Yo me siento muy afortunada de poder vivir de ello y de seguir ahí, pero no ocurre así siempre.
Apenas un 8% de los actores y actrices viven de su profesión, por no hablar de que a las mujeres de más de cuarenta años se nos complica la cosa, algo que esperemos que vaya cambiando. Paradójicamente, las mujeres somos las que más cultura consumimos y las que menos estamos representadas en ella.
«Ahora más que nunca la gente necesita reír»
Ahora regresas a los escenarios con ‘La extraña pareja’, ¿cómo llegó a ti dicho proyecto?
Me llegó a través de Elda García, actriz y productora de la compañía de la obra. Nos habíamos conocido allá por el 2005, en un cortometraje. En 2017 retomamos contacto y me comentó en qué proyecto andaba metida en ese momento.
Una obra que ha estado cinco años de gira…
‘La extraña pareja’, en versión femenina, empezó a caminar en 2017 en la Sala Nueve Norte, una fantástica sala independiente en el centro de Madrid. Lo que no me imaginaba es que, además de pasar después a otros grandes teatros de Madrid, fuéramos también a viajar tanto con ella de norte a sur, incluido nuestro paso por el Teatro Castelar de Elda, dando curiosamente paso así a nuestro comienzo de gira allá por el 2018. Nos ha dado muchas alegrías esta obra.
«Me encantan los personajes complejos, atormentados y viscerales»
¿Cuál es tu papel en la obra?
Interpreto a Silvia, una mujer fuerte, reivindicativa, con las cosas muy claras, una persona que te va a decir que el blanco es blanco, aunque duela, que no soporta la mentira y que no sabe edulcorar. Siento mucha afinidad con ella.
Además, también estás trabajando en ‘Entre mujeres’.
Sí, llevamos cuatro años con ella. Mi personaje es Úrsula, una mujer que deja a su marido cuando se entera de que la engaña. A pesar de estar rota, tira para adelante sola con su hija pequeña y con todas las ganas del mundo de vivir y de ser feliz, sintiéndose afortunada por contar con el apoyo de sus amigas. Es una obra que habla de la desigualdad y la sororidad.
Desigualdad que sigue habiendo a día de hoy…
Así es, por mucho que haya gente que se empeñe en negarla. Es muy satisfactoria hacerla porque cuando terminamos la función no hay día que no se nos acerque alguna mujer a decir lo muy identificada que se ha sentido.
¿Cuál es el secreto para mantener diferentes proyectos teatrales durante tanto tiempo?
No sabría decirte, depende de varios factores, pero creo que si estás haciendo una obra y ves que gusta, que el público disfruta, que sale del teatro queriendo más, que se la quieren recomendar a todos sus conocidos, ese es un gran aliciente para que el director o directora, junto con los propios actores o actrices, crean más en ello y continúe la llama.
El calor del público en el teatro es fundamental.
Sí. Recuerdo que cuando apenas estábamos empezando con ‘La extraña pareja’, un señor en el rastro de Madrid reconoció a una de mis compañeras y le dijo: “ayer estuve en el teatro y no sabéis el bien que me hizo ver vuestra obra. Llevo un tiempo muy cabizbajo y ayer me reí como hacía mucho que no me reía”. Esto fue antes de la pandemia, ahora más que nunca la gente necesita reír, y eso es algo que hemos notado.
«Me apetece mucho seguir hincándole el diente al cine»
A lo largo de tu extensa trayectoria, ¿hay algún rol que aún no hayas interpretado y te gustaría poder desempeñar?
Me encantan los personajes complejos, atormentados, viscerales, que se contradicen constantemente y que ponen mucha carne en el asador. Un personaje que me encantaría hacer es Victoria Kent.
Asimismo, has escrito tus propios proyectos teatrales, como ‘Candela y el libro mágico’, del cual eres co-directora junto a Livia Cruz Montes, ¿qué te motivó a dar el paso a la dirección teatral?
Surgió la idea, algo que teníamos la necesidad de contar y nos pusimos manos a la obra. Es la necesidad de contar una historia, de comunicar. Es mi primera obra de teatro y espero que no sea la última, ya que me está rondando otra por la cabeza. También he escrito y dirigido otros proyectos audiovisuales.
¿Te podremos ver por Elda con algún proyecto teatral?
Ojalá, siempre es un placer volver a la tierra. Cuando vivía en Elda actuaba en la Casa de la Cultura porque el Teatro Castelar permaneció cerrado durante años, así que cuando pisé por primera vez el escenario del Castelar fue para recoger un premio a Mejor Actriz por el cortometraje ‘Relájese’ de Javier Rubio, en los ‘Cortos de Aquí’ de 2009 y pensé “ojalá algún día pueda actuar aquí”.
Años más tarde así ha sido, lo cual fue una alegría. He actuado dos veces en este maravilloso teatro, así que ojalá haya una tercera oportunidad.
Además del teatro, te hemos visto en proyectos televisivos, como las series ‘Amar es para siempre’, ‘Centro Médico’ y ‘Acacias 38’, ¿qué te motivó para pasarte a la televisión?
Como actriz no me planteo en qué formato o medio actuar. En teatro hay unos códigos, como proyectar la voz para que te escuchen desde la última fila, y en cine o televisión hay otros, como hacerlo todo más comedido para que no quede sobreactuado, pero al final es interpretar. Por lo tanto, lo que me motivó fueron las ganas de seguir encarnando otros personajes y afrontando nuevos retos.
¿Hay nuevos proyectos en este sentido?
Es posible. Los actores andamos siempre con mucho secretismo ante el miedo de que se pueda gafar. Hasta que no firmas contrato o incluso hasta que no te aseguran que se emite, en líneas generales, no nos gusta adelantar nada.
«Las mujeres somos las que más cultura consumimos y las que menos estamos representadas en ella»
También has hecho tus pinitos en el mundo del cine, con títulos como ‘Blancanieves’ de Pablo Berger, ‘AzulOscuroCasiNegro’ de Daniel Sánchez Arévalo, ‘Truman’ de Cesc Gay o ‘Magical Girl’ y ‘Diamond Flash’ de Carlos Vermut, ¿qué destacarías de esta otra faceta tuya?
Que me siento como pez en el agua, muy cómoda y que me apetece mucho seguir hincándole el diente al cine.
Tras más de veinte años de profesión, ¿en qué momento de tu carrera te encuentras?
Ahora mismo me siento con más seguridad que cuando empecé, y evidentemente con más herramientas, aunque el desconocimiento también tiene sus cosas buenas, ese impulso de lanzarte a la piscina sin pensar mucho lo que estás haciendo.
Ahora soy más selectiva con los proyectos a elegir. Antes no rechazaba ninguno, me podía el miedo a esas oportunidades perdidas. Ahora ya no.
¿Qué dirías que es lo mejor del mundo de la interpretación?
Poderte poner en la piel de tantos personajes tan dispares. Poder ser científica, abogada, ama de casa, policía… todas ellas con sus circunstancias tan distintas nos hacen engrandecer la empatía.
¿Y lo peor?
La inestabilidad y la cantidad de ‘noes’ que hemos de escuchar para que de vez en cuando haya un sí. Y a veces ese rechazo es porque no eres más alta o más baja, o con un ojo de cada color, es decir, a veces no cumples el perfil de lo que buscan y contra eso no puedes hacer nada, pero igualmente los actores seguimos sintiendo ese ‘no’ como un fracaso.
Así que tienes que estar constantemente trabajando la autoestima y seguir confiando en ti y en tus capacidades.
Teatro social
La Compañía Amira, con quien trabaja la actriz eldense, aborda diferentes problemáticas sociales mediante el teatro foro.
Actualmente van a colegios e institutos a representar una escena machista para que los alumnos se encarguen después de modificarla y que deje así de ser machista. Un proyecto que a Teresa Soria le gustaría poder llevar a las aulas de Elda.