El sector hotelero de la Comunidad Valenciana ha reaccionado con indignación y perplejidad ante el anuncio realizado hoy por la Ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra, de prorrogar el programa de vacaciones de Mayores del Imserso descartando por completo una revisión al alza de los precios del programa de turismo del Imserso: y afirmando rotundamente que estos viajes “no subirán ni un céntimo”.
En opinión del presidente de HOSBEC «no existen calificativos en el diccionario para catalogar la postura del Imserso y de ese Ministerio que menosprecia, ignora y condena a la ruina a los hoteleros que han trabajado durante más de 40 años en lo que era un exitoso programa de vacaciones que tanta felicidad ha repartido entre los mayores españoles y tan buenos resultados económicos ha supuesto para las arcas públicas»
Es inaudito que de nuevo se someta al sector turístico a la categoría de ‘paria’ o de la más absoluta marginación. Esperamos que la Ministra nos pueda dar la clave de cuadrar este programa de vacaciones con incrementos de los principales costes hoteleros: el coste laboral, con un 4,5% de incrementos de salarios firmados la pasada semana, el coste de alimentación y bebidas con más de un 20% de incremento, y el coste energético con una subida del 150%.
Y es que los empresarios hoteleros se preguntan: ¿por qué se permite modificar al alza contratos de obras y servicios para adecuarlos a la realidad económica y no se ha retocado este programa en su escenario económico?
¿Por qué se van a inyectar 50 millones de euros a los parados en Andalucía y se va a dejar sin empleo a miles de trabajadores del sector turístico por no querer actualizar el programa del IMSERSO?
Esta asociación ya comunicó a los responsables del programa el pasado mes de enero de la necesidad urgente de poner en marcha un nuevo pliego ante la situación económica que ya se vislumbraba. La respuesta ha sido siempre la misma, esto es, ninguna.
Frente a las palabras de la Ministra Belarra que ha celebrado la reanudación de un programa “tan importante para las personas mayores”, destacando que “está siendo todo un éxito”, el sector hotelero sólo puede pedir su inmediata dimisión y relevo en sus responsabilidades porque no es ningún éxito sino la ruina para muchos empresarios después de dos años de sufrimiento sin precedentes. Siendo un programa social, generador de empleo y rentable para el Estado sólo se puede achacar a una nefasta gestión de ese Ministerio que se haya incluido en esta espiral de ruina.
Queremos recordar que el precio fijado por el Imserso y los adjudicatarios obliga a los hoteles españoles, la mayoría de cuatro estrellas, a trabajar a un precio neto de 22€ por persona y día, y en este presupuesto económico se incluye, alojamiento, pensión completa con vino y agua incluido, wifi gratis, calefacción y aire acondicionado y todos los servicios de un hotel de su categoría. Ni siquiera el pliego prevé la actualización de aportaciones, tanto del Estado como del usuario al IPC por lo que la congelación anunciada tiene un efecto devastador en la industria turística.
Queremos recordar también que quién de verdad gana dinero con este programa es el propio Estado: por cada euro que invierte (aproximadamente unos 63 millones de € por temporada) recauda, entre cotizaciones sociales, prestaciones por desempleo que deja de pagar y los impuestos, unos 110 millones de €.
No existe ningún argumento para negar la actualización económica del programa Imserso. Los propios usuarios, los mayores, han manifestado su voluntad de contribuir con una mayor aportación para garantizar los parámetros de calidad y servicios que corresponden a la industria hotelera española. Y es que la discriminación es más que evidente: un usuario que viaje desde Bilbao a Mallorca, paga 100€ más que un usuario que viaje desde Bilbao a Benidorm, teniendo el mismo esquema de uso: transporte en avión, transfer desde el aeropuerto y alojamiento en el hotel asignado. Nadie ha sido capaz de explicar estas diferencias y por qué se producen.
Si la pandemia ha enseñado algo a los empresarios hoteleros es que ya tienen claro cuál es el coste de estar cerrados y pueden calcular qué escenario de pérdidas es menos perjudicial para sus intereses. Por ello el Imserso tendrá cada día más dificultades en encontrar alojamientos para los más de 800.000 usuarios del programa y perjudicará gravemente tanto a los mayores como a los trabajadores que deberían haber mantenido su empleo en activo.