Destacan los pellizcos gordos que se le meten a los Panettone de la zona y los arroces que con maestría se trabajan en el interior de la provincia de Alicante.
Hoy estamos en una de las referencias de ese saber hacer culinario, en Lavid de toda la vida que desde hace unos años cambio su nombre por Alfonso Mira. Chef que se ha formado en los mejores fogones y que ha conseguido una madurez profesional que señala una progresión constante. El mismo Alfonso y su hermano Teo son algo más que una referencia gastronómica, son la continuidad del trabajo familiar que sus padres día a día llevaron a cabo, mejorándolo y adaptándolo a los gustos actuales.
Alfonso Mira un referente gastronómico
En el exterior del edificio se encuentra un amplio parking descubierto (llevar parasol), el aspecto externo es casi la única crítica negativa posible a este lugar de peregrinaje de la gente de buen comer. El interior, con decoración minimalista, es bastante mejor.
Muy recomendable probar el vermut de elaboración propia, que tal vez te ofrezcan al llegar. El local es de éxito, casi siempre lleno, conviene reservar a pesar de que el menú tiene un precio de 45€, más que justificados, en este caso, por las excelentes entradas que ofrecen en su menú de temporada. A pesar de que los 23 somos dos personas tenemos división de opiniones, el 50% piensa que las entradas son mejores que el arroz final, mientras que el otro 50% piensa lo contrario. Desempaten visitando este lugar.
El personal, una de las batallas actuales del gremio hostelero, es atento y rápido con algunos detalles a mejorar.
Entradas excepcionales y de lo mejor que hasta ahora hemos probado
Las entradas excepcionales y de lo mejor que hasta ahora podemos transmitir. Excelente berenjena con panceta, mollitas, yema de huevo sobre jugo de jamón y destacable la molleja de ternera a la brasa con espuma de patata y arrope de pimiento. Como principal el arroz con conejo y caracoles al sarmiento que es donde disentimos, la discusión es entre esta bien o no está mal (como decimos en Alicante) y está buenísimo. Quizás, la cabeza de ajo en el centro del arroz está algo desfasada estéticamente.
Los dos postres, sorbete de mandarina con espuma de naranja sanguina y zumo de naranja tal vez es demasiado cítrico pero refrescante y muy buen elaborado, y el brownie con praline de avellanas, helado de café con leche y chocolate líquido es espléndido pero sería sublime si el helado fuera de otro sabor (quizás con un helado de avellanas sería para repetir).
Como conclusiones generales destacamos que:
- Comida exquisita
- Precio algo elevado pero con muy buena relación calidad precio
- Buen ambiente
- Local de éxito
- Personal mejorable
- Aseos limpios
- Estética exterior muy mejorable