La chulería, mofa y falta de respeto de una persona a la que se le supone todo lo contrario, siendo él un presidente de Iberdrola, es algo tan impresentable que debería sonrojar a los que se sientan a su lado en el Consejo.
Claro, salvo que le rían las gracias como el presentador y su entorno en esas declaraciones que hizo en nuestra Comunitat, en concreto en Sagunto.
Subasta eléctrica
Para ponernos en contexto sobre la actuación de las eléctricas y como cada vez actúan más a sus anchas por estas llanuras, haciendo que todo el mundo se retire a su paso, podemos remontarnos unos cuantos años y varios gobiernos.
Lo primero que consiguieron fue traficar con la mercancía eléctrica. Un bien de primera necesidad, que se distribuye a través de la red pública REE, pero que se compra y vende por ‘subasta’ diaria. Para simplificarlo: unos venden la electricidad y otros la compran, y entre ellos se ponen de acuerdo en los precios.
Algo tan simple en otros casos aquí se convierte en una incongruencia. Los que venden y compran son los mismos (aunque se pongan distintos nombres) y el precio que marcan es al que nos obligan a todos los consumidores… con el beneplácito del Estado que debería ser quien no permitiera esa tropelía.
Contra las energías alternativas
Otro capítulo de esta historia llegó cuando miles de pequeños inversores, acudiendo a la llamada para generar energías alternativas, invirtieron, especialmente en plantas de paneles solares.
La ley obligaba a las eléctricas a comprarles el sobrante que estas plantas solares no utilizasen para consumo propio y que lanzaban a la red general. Pero parece que eso a las grandes compañías no les ‘apañaba’.
Casualmente el gobierno de turno sacó una ley con carácter retroactivo, y no me he equivocado al escribirlo, la ley anulaba lo anterior pero no desde su publicación, sino desde una fecha muy anterior. Eso llevó a la ruina a gran parte de esos inversores y al descrédito de nuestro sistema de legislación, pero había que satisfacer a este poder en la sombra que son las grandes empresas energéticas.
Impuesto al sol
Solo hay que recordar que incluso ese mismo gobierno implantó lo que se llamó el ‘impuesto al sol’. Es decir, no solo eliminar cualquier ventaja por generar energías alternativas, sino al contrario, poner un peaje sobre ello suponiendo un retroceso en la transición energética
Eso sí, cuando estas grandes empresas ya han podido controlar este mercado de las energías alternativas vuelven las ayudas y las explicaciones de lo importante que son éstas para nuestras vidas.
Contadores ‘inteligentes’
Pero la tomadura de pelo la tenemos directamente en nuestros hogares. De repente nos venden que nos van a poner un contador inteligente, evidentemente inteligente para ellos, claro. Ese cambio se impone desde el propio gobierno obligando a la total sustitución como tarde a finales de 2018.
Y con ello comienzan más problemas para los consumidores y más control y beneficios para estas insaciables entidades. Lo primero que cualquier consumidor nota en ese aparato ‘inteligente’ es que si en un momento puntual tiene un pequeño pico por encima de lo contratado (porque pone varios electrodomésticos a la vez, por ejemplo) salta el diferencial y se apaga todo.
Lo que hasta ese momento no era un problema (ni para las personas ni para la seguridad, al histórico de accidentes por ese motivo podemos remitirnos) pasa a serlo para el bolsillo. O se está pendiente en todo momento o se pasa por caja y se amplía potencia.
Fiarse de las eléctricas
Aunque estos contadores están realmente al servicio, control y manipulación de sus ‘jefes’ las grandes compañías eléctricas, lo paga el usuario de forma obligada. Pero la labor de esos nuevos aparatos no había acabado ahí ni mucho menos, quedaba lo más importante (y lo que se les pueda ocurrir después).
De repente, gracias a esta ‘adquisición’ tenemos que controlar los horarios en los que hacemos cada cosa. El discurso se repite una y otra vez hasta que penetra en la mente humana y nos hace sentir culpables por no poner la lavadora por la noche, aunque molestes al vecino.
Realmente si antes nadie miraba los contadores, imagínate ahora con toda esa complejidad, es decir, que uno se tiene que fiar de lo que digan que consumes según estos benditos ángeles de la energía.
Golpe maestro
Y llega el golpe maestro. Todo eso que nos han vendido de los horarios en los que debes poner los electrodomésticos, etc. por el bien de la eficiencia energética y todas esas cosas, se desvanece con el verdadero objetivo: que pases a una de sus comercializadoras y aceptes sus normas, y se acabó, entonces ya puedes gastar en el horario que quieras, el medioambiente está salvado si pasas por su caja.
De todo lo injustificable que ha pasado con los precios de la electricidad en el último año no voy a hablar, ya lo he tratado otras veces y no tengo espacio suficiente para escribir lo absurdo de la situación en la que estamos, donde las autoridades pueden regular la sal que debe llevar el pan, pero no pueden proteger a sus ciudadanos del abuso sobre un bien de primera necesidad regulado por las leyes que ellos mismos han creado. Sin comentarios.
De película
Llegamos a la mofa y burla de un soberbio presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán. Como si de un ‘mafioso’ de película se tratara llama tontos a todos los que no pasan por su aro y se ríe de ellos ‘amenazándolos’: para pagar menos deben ser los ‘protegidos’ por la ‘banda’ comercializadora privada.
“Solamente los tontos que siguen en la tarifa regulada fijada por el Gobierno pagan ese precio, el resto paga menos”. Es decir, si haces caso a los que has votado para que gestionen el país y marquen las normas estás haciendo el tonto, porque hay un nuevo ‘sheriff’ en esta ciudad ‘sin ley’.