Mucho tiempo se lleva hablando de la renovación de la avenida Salamanca, una vía de considerable importancia para la localidad de Santa Pola. Ya en el anterior mandato se proyectaron una serie de obras para reformar su aspecto, si bien los plazos se fueron alargando más de lo previsto.
Ahora por fin el Ayuntamiento ha iniciado el procedimiento de licitación para reanudar la urbanización del bulevar, en concreto del tramo que abarca desde el cruce de la calle Monóvar hasta el de la avenida Obispo Bascuñana. El importe total destinado para las obras es de casi 550.000 euros, el cual será cofinanciado entre la Diputación de Alicante y el propio consistorio.
Se podrá caminar por el bulevar de la avenida de forma continua sin tener que salirse en cada rotonda
Nuevos árboles y vegetación
“Este proyecto supone un cambio radical para la avenida Salamanca, no tiene nada que ver con lo que se ha venido haciendo hasta ahora en Santa Pola. Es un ejemplo de lo que queremos que se haga en el futuro” nos indica Trini Ortiz, concejala de Infraestructuras.
La edil se refiere a que la nueva avenida constará de zonas verdes que la harán mucho más agradable para el paseo. La tierra ganará espacio al hormigón duro para que el pavimento no alcance temperaturas tan elevadas en verano. Igualmente se plantarán más de 70 árboles y diversas plantas que refrescarán el lugar al tiempo que generarán espacios de sombra.
Más peatonal
Por tanto el bulevar tendrá una mayor apariencia de parque. De hecho el proyecto incluye la construcción de pasos peatonales sobreelevados para unir esta zona verde de la avenida con los pequeños parques colindantes que discurren a lo largo de su recorrido. De esta forma se pretende también reducir la velocidad y el ruido de los vehículos, dado que es una de las vías de la localidad que más tráfico soporta actualmente.
“Será un lugar muy agradable que invitará a la gente a pasear durante un buen rato por allí pues habrá zonas verdes, sombra y silencio. Justo todo lo que no hay ahora” nos promete Ortiz.
En este sentido el proyecto se ha orientado para que el peatón pueda recorrer la avenida de forma continua sin tener que abandonar el paseo ajardinado. No será necesario salirse en cada rotonda.
Durante estos últimos años algunos tramos del bulevar que quedaron sin ejecutar se convirtieron en un lugar improvisado de aparcamiento de coches. La intención del Ayuntamiento es que ahora estos espacios sean para las personas.
Los nuevos pasos peatonales sobreelevados en la calzada se introducirán para ralentizar el tráfico
Sistema de drenaje urbano
Además el nuevo suelo de la avenida de Salamanca será más permeable que el actual pavimento. Esto significa que absorberá mejor el agua en caso de lluvia. Un factor significativo en caso de producirse una nueva Dana o Gloria como las sufridas por Santa Pola en los últimos tiempos. Asimismo se incorporarán sistemas de drenaje urbano para mejorar la evacuación del agua.
“Es una zona que rebasa mucha agua cuando llueve, por lo que se suele inundar bastante. Éste es un problema histórico de Santa Pola, por el nivel freático en el que nos situamos bastan con unas pocas precipitaciones para que nos inundemos. Con este drenaje evitaremos que esta zona se encharque” nos asegura la concejala de Infraestructuras.
Sin plazos
Así pues parece que por fin la reforma de la avenida Salamanca tendrá continuidad, luego de que el plan original fuera descartado. “Las actuaciones se han demorado porque el proyecto primario consistía en instalar más asfalto y hormigón. Nuestro equipo de gobierno determinó que era preferible apostar por un avenida más encaminada a las exigencias de la Unión Europea para la sostenibilidad y la lucha contra el cambio climático”, nos indica Ortiz.
La edil, eso sí, no quiere aventurarse a dar un plazo para la finalización de las obras. “Aún no tengo idea de cuándo estará todo terminado. Si digo una fecha me puedo equivocar, incluso aunque sea aproximada” nos confiesa.
«Será una avenida muy agradable de pasear, justo lo contrario que ahora» T. Ortiz (Infraestructuras)
Aumentar las zonas verdes
Aparte de esta céntrica avenida, la concejala nos asegura que desde el gobierno municipal también se está valorando instalar más zonas verdes en otras zonas de Santa Pola que hagan más agradable su paseo peatonal.
“Tenemos pensados varios proyectos, como por ejemplo en La Glorieta. Todavía no hemos definido exactamente cómo procederemos, pero alguna actuación debemos realizar porque es la plaza principal del municipio donde se congrega mucha gente y carece de sombras”, nos aduce la concejala de Infraestructuras.
Castillo-Fortaleza
Precisamente en el pasado mayo la dirección general de Cultura de la Generalitat Valenciana autorizó la petición del Ayuntamiento para cambiar la pasarela del Castillo-Fortaleza, con el fin de hacerlo más accesible desde La Glorieta. En breve se licitarán las obras.
Igualmente el equipo de gobierno anunció que se ha encargado un estudio con el fin de valorar formas de abrir la cubierta del Castillo a los visitantes. Esta actuación ya fue aprobada por el pleno municipal en 2020, e incluso se pidió un crédito dentro del Plan Planifica de la Diputación por valor de 600.000 euros para financiarla. Ahora parece que la idea va a reactivarse.
“Nos hemos puesto en contacto con las consellerias de Cultura y Patrimonio para valorar si esto es factible. Nuestro castillo está un poco desaprovechado y así tendríamos un gran atractivo turístico más. Yo he tenido la oportunidad de subir hasta la cubierta y se observa una vista impresionante de todo el municipio” nos indica Ortiz.
En este caso la concejala de Infraestructuras sí se moja con los plazos, y se muestra optimista de que para la temporada alta del año que viene ya se puedan organizar visitas turísticas a la cubierta del Castillo-Fortaleza.
El Ayuntamiento está estudiando abrir la cubierta del Castillo a visitas turísticas
Antiguo edificio de la Cruz Roja
Por otro lado, la junta de gobierno también aprobó recientemente el derribo definitivo del edificio que utilizaba antiguamente la Cruz Roja junto al Mercado de Viguetas. La actuación está valorada en casi 35.000 euros.
“El edificio está en muy mal estado y hay que quitar el fibrocemento que cubre el techo. No es que haya peligro de derribo inminente, pero conviene derribarlo en los próximos meses por una cuestión de seguridad” nos explica Ortiz.
La única infraestructura que se protegerá es el aljibe ubicado en la parte inferior del inmueble, dado su valor arqueológico. Por el momento desde el Ayuntamiento aún no se ha decidido que utilidad se le dará a este solar, una vez el edificio sea derruido.