Entrevista > Begoña Tenés / Actriz, directora y profesora de interpretación (Petrer, 6-julio-1971)
El taller municipal de Teatro de Petrer finaliza el curso y va a subir a las tablas una muestra del trabajo que realizan sus alumnos.
Consta de dos grupos, el de iniciación, formado por seis personas y que presentará en el Centro Cultural el día 15 de junio a las 21.00 horas un espectáculo a base de retazos de obras teatrales y de creación colectiva, realizado durante el curso; y el de avanzado, con diecisiete actores y actrices, que estrenarán el día 23 en el Teatro Cervantes a las nueve de la noche la obra ‘Menos es Miss’, de Juanan Moreno.
El taller está dirigido por Begoña Tenés, actriz de Petrer que cuenta con una extensa trayectoria en el mundo de la interpretación, y a quien se le nota una pasión desbordada por el teatro que le corre muy adentro. Ha participado en más de un centenar de montajes teatrales, además de haber hecho también cine, televisión y doblaje.
Llega a su fin una nueva edición del taller municipal de Teatro y los alumnos se vuelven a subir al escenario para defender lo que han aprendido durante el curso, ¿qué les enseñas en tu escuela a los futuros actores y actrices?
Un poco de todo. Trabajamos la expresión corporal, el texto, el ritmo, la improvisación y la escucha a través de ejercicios que tienen una buena base técnica y que aparentemente son como un juego porque son muy amenos y divertidos.
También organizamos algunos cursos monográficos en materias concretas como por ejemplo de voz, de interpretación ante la cámara, de comedia o de escritura dramática.
El taller de iniciación se realiza lunes y miércoles y el de avanzado martes y jueves, ambos de 20:00 a 21:30 horas
¿Qué hay que tener para entrar en el grupo de teatro?
Dieciséis años y sobre todo muchas ganas y mucha pasión. También compromiso, porque el teatro es algo colectivo y cuando te comprometes no solo es contigo mismo, sino también con el resto de compañeros que están trabajando contigo. Este es un mundo muy difícil que implica un ritmo de vida muy inestable.
¿Te ha pasado alguna vez que haya llegado un alumno que vieras con un potencial tremendo y que podría llegar muy lejos?
Sí, unas cuantas veces. De hecho, hay personas a las que desde el primer día les he visto el alma de teatreros y con el tiempo se han terminado dedicando profesionalmente a esto. Muchos lo tienen ahí dentro guardado y una vez que lo sacan lo necesitan como algo vital.
Llevas catorce años enseñando a futuros actores, de los cuales cuatro de ellos han sido en Petrer. ¿Dónde te sientes más a gusto, dirigiendo o actuando?
Yo siempre digo que todo se retroalimenta de todo. Soy actriz, profesora y directora y las tres cosas me satisfacen muchísimo. Me gusta mucho actuar, es algo que necesito vitalmente, pero también me encanta dirigir y enseñar a otras personas. Todo es un conjunto para mí.
Durante el curso me han llamado a veces para pedirme actores, así que casi me he convertido también en una directora de casting (risas). Al final la gente que está en el taller hace cosas que van surgiendo.
«Me siento igual de a gusto siendo actriz, directora o profesora»
¿Te veías dedicándote a la docencia?
La verdad es que no, aunque cuando estuve estudiando en la escuela en Madrid alguna vez imaginé que podría llegar a enseñar a los demás. En realidad no lo busqué y me vino un poco casi como de rebote. Ahora estoy contentísima.
¿Valemos todos para actuar?
Para dedicarse a esto hay que tener tres cosas importantes: talento, técnica y capacidad de trabajo.
«Irme a Madrid a estudiar interpretación fue una experiencia maravillosa»
Llegaste un poco tarde al mundo de la interpretación y dejaste de lado un trabajo más o menos estable, ¿cómo te decidiste a dar el paso de ser actriz?
Yo desde pequeña siempre había estado haciendo teatro amateur, pero nunca me lo había planteado como una profesión. Hice la carrera de Relaciones Laborales y llegué a trabajar en una asesoría donde tenía muy buen trabajo y un buen sueldo.
Sin embargo, había algo en mí que no estaba bien, no terminaba de encontrarme en ese lugar y no era del todo feliz, porque no soy una persona de rutinas ni de horarios fijos.
Un día me planteé, casi como una fantasía, si podría dedicarme a eso de manera profesional. Una pareja estable que tenía entonces me apoyó muchísimo y me lo comencé a plantear seriamente. Con mis ahorros me la jugué y con 29 años me fui a Madrid a estudiar.
En esa época iba al teatro todos los días, convivía con actores, conocí a nuevos compañeros y comencé poco a poco a trabajar en esto. Fue una maravillosa aventura de la que tengo grandes recuerdos.
Siempre tienes algo entre manos, ¿en qué andas metida ahora?
Además de participar en diferentes obras y de dirigir el taller municipal de Teatro de Petrer, dirijo también una de las aulas de teatro de la Universidad de Alicante y al grupo Taules de Pinoso.
También, aparte, llevo un espectáculo yo sola que se llama ‘Ellas (nosotras)’, donde cuento la historia de cuatro mujeres importantes de la historia como son Cleopatra, Marie Curie, Frida Kahlo y Gloria Fuertes a través de un número con muñecas.