Entrevista > Teresa González Ortiz / Restauradora (Madrid, 12-mayo-1974)
Teresa González jugaba con pinturas desde muy pequeña, pensando que algún día se ganaría la vida con la artesanía. Cuando fue creciendo y descubrió el oficio, empezó a imaginarse con cuadros de grandes pintores españoles en sus manos, y le pareció que eso era aún mejor que pintar.
Recientemente ha sido la persona encargada de realizar las tareas de limpieza y consolidación de la columna tardorromana datada a mediados del siglo IV d.C., hallada en la excavación arqueológica de la Plaza de Baix, una labor gestionada por el Museo Dámaso Navarro y con el asesoramiento del área de restauración del Museo Arqueológico de Alicante.
¿En qué estado se encontraba la columna?
La pieza se encontraba con gran acumulación de tierra adherida y exfoliaciones. Lo que más me preocupaba era no saber hasta qué punto se disgregaría la piedra original al proceder con la limpieza.
¿Intimida restaurar una obra del patrimonio histórico de nuestro país?
Siempre intimida. En cada intervención hay que tener presente que han depositado en tus manos una pieza que es patrimonio de todos y, como tal, tienes la responsabilidad de tratarla con sumo respeto e intentar acertar al máximo con el tratamiento y proceso de conservación y restauración.
«La pieza se encontraba con gran acumulación de tierra adherida y exfoliaciones»
¿Cómo se lleva a cabo este proceso sin dañar la pieza original?
Como restauradores tenemos unos principios básicos que nunca debemos saltarnos. Estos principios son la mínima intervención, la reversibilidad y la discernibilidad.
¿Qué sería lo primero a tener en cuenta?
Lo primero es estudiar la pieza como objeto histórico y artístico para entender a lo que nos vamos a enfrentar. Es importante tener la mayor información de la obra de arte y los materiales que la componen, las condiciones de almacenaje y donde estará expuesta tras la intervención. Estudiando todo esto ya se puede establecer un criterio para iniciar el trabajo.
¿Y después?
Se toma documentación fotográfica de la pieza para registrar el estado inicial. En ocasiones se complementa con la observación y proyección de luz ultravioleta o rayos X, lo que nos arroja información sobre posibles repintes en el caso de las obras pictóricas, clavos u otros metales en el caso de la escultura, o pintura sobre tabla. La información obtenida sirve de apoyo en el proceso de restauración.
Posteriormente, se estudia el tratamiento más adecuado y la compatibilidad de los materiales que se emplearán.
«Los restauradores tenemos unos principios básicos que nunca debemos saltarnos»
Los avances tecnológicos, ¿han llegado también a vuestro sector?
Sí, por ejemplo se ha avanzado en el empleo del láser con luz pulsada como método de limpieza. Se ha evolucionado mucho en el empleo de recursos físicos y químicos menos agresivos, tanto para la obra de arte como para el medio ambiente y el trabajador.
¿Cuánto tiempo se puede tardar en restaurar una pieza de esta envergadura?
El tratamiento de limpieza y consolidación de esta pieza en concreto se ha ejecutado durante tres semanas. Cada pieza necesita un tiempo, dependiendo del grado de degradación, tamaño y fases de trabajo que requiera para su correcta conservación y restauración.
¿Qué se siente al devolver el esplendor a elementos únicos del pasado?
Se siente en primer lugar una gran responsabilidad, después un gran orgullo. Muchas veces pienso, mientras estoy trabajando en una obra, que otro ser humano estuvo hace siglos creando esa misma pieza que ahora está en mis manos.
En ese momento me siento una persona muy privilegiada y soy consciente de que en mis manos está la responsabilidad de que esa obra se perpetúe en el tiempo.
«Se ha avanzado en el empleo del láser con luz pulsada como método de limpieza»
¿Cuál ha sido la obra más complicada que has tenido que restaurar?
La restauración de una parte de la Mezquita- Catedral de Córdoba. La dificultad del trabajo radicaba en la responsabilidad a todos los niveles que suponía para mí, por tratarse de Patrimonio de la Humanidad, por el volumen de la obra y por la diversidad de materiales a tratar. Era muy joven y estaba al cargo de un equipo de restauración de quince compañeros.
¿Cuánto patrimonio oculto tenemos en Petrer?
En Petrer estoy haciendo el trabajo de la columna romana, pero desconozco los fondos del museo. Sí que sé, por lo que me han informado, de la importancia de los restos romanos que están apareciendo en la Plaza de Baix, de entre los que destaca la columna que pronto será expuesta, y la localización de dos mosaicos que se verán completos cuando se reanude la intervención arqueológica en la plaza.
Inicios como restauradora
Al acabar los últimos exámenes de la facultad ingresó en la plantilla del Ayuntamiento de Orihuela. En esas fechas, también se trasladó a Venecia, tras solicitarle la facultad de Bellas Artes la colaboración en la restauración del Palacio Benzón.
Siempre ha creído en los retos y la restauración de los fondos del museo arqueológico de Petrer fue uno de ellos.