La clóchina (‘clòtxina’) forma parte de la gastronomía valenciana con letras mayúsculas. No en vano este producto del mar disfruta de la denominación de origen propia de Comunidad que, durante cinco meses al año, se beneficia de su periodo natural.
El dicho popular afirma que la temporada de la clóchina abarca todos los meses sin ‘r’, es decir, desde mayo hasta agosto siguiendo el calendario lunar (entre la luna llena de abril y la menguante de agosto).
La producción de clóchina valenciana aumentará hasta un 5% durante esta temporada llegando así a superar las 1.200 toneladas, según la estimación de la Agrupación de Clochineros del Puerto de Valencia y Sagunto.
Propiedades y beneficios
A diferencia de otros tipos de mejillones, la clóchina valenciana se antoja pequeña, sedosa y, sobre todo, cargada de enorme sabor. Puede presumir de haber logrado un prestigio y calidad que para muchos críticos gastronómicos es superior al gallego o al del Delta del Ebro. A diferencia del mejillón, sus medidas son inferiores y su carne presenta un color más pálido.
A su sabor propio se le une una textura también propia. Además de ello, y desde el punto de vista nutritivo, la clóchina tiene pocas calorías. También es muy rica en vitaminas, calcio, hierro, potasio, fósforo, magnesio y Omega 3.
A diferencia del mejillón, sus medidas son inferiores y su carne presenta un color más pálido
Cultivo en las bateas
El cultivo de la clóchina se localiza principalmente en las más de veinte bateas ubicadas en las proximidades del puerto de Valencia. Estas islas flotantes se instalan mediante unas vigas que sustentan la plataforma. De éstas cuelgan unas vendas de algodón a las que se adhieren mientras crecen.
La mayoría de estas plataformas de madera se sitúan en los alrededores del Puerto de Valencia y unas pocas en las aguas de Sagunto. Una vez la clóchina alcanza el tamaño para su recolección, se extraen a la superficie para su limpieza y posterior almacenaje en pequeñas mallas que acabarán en los mercados valencianos.
Evitar el fraude
Con el objetivo de no ser engañado a la hora de adquirir ‘clòtxina valenciana’, la malla que se adquiera en la compra deberá llevar impresa una etiqueta oficial donde se representa el molusco junto con la Senyera y su correspondiente número de registro.
Por el periodo de fechas que se han explicado al inicio del artículo queda claro que la clóchina valenciana tan sólo se puede comer a partir de mediados de abril y hasta agosto, época en la que se produce su cría. Así pues, el resto del año toda venta fuera de ese periodo bajo la denominación ‘clòtxina’ de Valencia resultará más que sospechoso.
La clóchina es muy rica en vitaminas, calcio, hierro, potasio, fósforo, magnesio y Omega 3
¿Dónde puedo consumirla?
La preparación de la clóchina, como la de las tellinas, no resulta de enorme complejidad. Basta calentarla en sartén y condimentarla con un poco de aceite y limón. Según el gusto del comensal, además, pudiera añadirse otros condimentos. Como tapa, se trata de un plato rápido de preparar y sencillo en su servicio y presentación.
Cualquier restaurante y bar lo incorpora en su carta. No obstante el lector no deberá perder de vista en la Plaza del Tosal de Valencia ‘La Pilareta’, un pequeño local de tapas que desde hace décadas puede presumir de servir las mejores de la ciudad. O muchos de los locales añejos del Cabanyal y la zona de la Malvarrosa, como ‘Taska La Reina’.
Su cultivo sigue el calendario lunar, entre la llena de abril y la menguante de agosto
Su salinidad propia
La Asociación Empresarial Agrupación de Clochineros de los Puertos de Valencia y Sagunto (ACPV) es la gran impulsora en la lucha por diferenciar la clóchina de otros de la especie, debido a las condiciones de salinidad superiores en Valencia, lo que contribuye a su mejor gusto.
José Luis Peiró, presidente de la ACPV, valora muy positivamente el inicio de este temporada de la clóchina valenciana: “Las perspectivas son muy buenas. Pensamos que la campaña podrá durar hasta finales de julio o incluso hasta la primera semana de agosto. Dependerá mucho de la temperatura del agua. Si supera los 27 grados será un problema. En el Puerto de Valencia, en concreto, es muy complicado”.
En lo que atañe a la calidad de la clóchina de este año con respecto a la de las pasadas campañas, José Luis Peiró afirma que se ha producido un cambio relevante. Así, comentaba que “este año la clóchina viene más crecida. Podría decirse que tiene más carne. Esto es debido al tema de las aguas que han caído y que produce que los ríos arrastren más plancton del que se han alimentado”.