Entrevista > Javier Solari / Artista multidisciplinar (Concepción del Uruguay, Argentina, 29-octubre-1979)
Javier Solari nació en Concepción del Uruguay, Argentina, y vivió en Paraná, donde residió hasta 2018 para luego trasladarse a Alicante. En el arte plástico ha sido reconocido con el primer premio nacional de dibujo Artemio Alisio o el primer premio provincial de Entre Ríos de pintura, entre otros.
En cine ha merecido una mención en el festival de cortos de Concepción del Uruguay por ‘La tristeza de Mustafá’ y en música ha sido beneficiado por el Instituto Nacional de la Música en Argentina (INAMU) con la beca de producción en 2014.
Ha ilustrado libros, diseñado cartelería y publicado numerosas novelas, poemarios y dibujos, como ‘Diábolo Lorezzetti’, ‘Cowboys from Chajarí’ o ‘Los observadores’, y ha escrito e ilustrado para la revista cultural El Tábano entre los años 2007 y 2010.
Recientemente has publicado la novela ‘Diábolo Lorenzzetti’, una obra satírica cargada de humor negro. ¿Qué te llevó a escribirla? ¿Qué destacas de ella?
No tengo muy claro por qué me pasan las cosas. Es un impulso que no puedo definir o un accidente, más que nada creo que de lo contrario me aburro. Hay gente que juega a vídeo juegos o hace montañismo, yo necesito inventar y mentirme que eso es sumamente importante y necesario. Y necesito jugar con los lenguajes que me seducen.
Estoy contento con esa novela, me llevó mucho trabajo. Después quedará en la nada y uno muere, pero si tienes suerte te hacen una estatua que después cagan las palomas, pero no será el caso.
Acaba de publicar la novela ‘Diábolo Lorenzzetti’
En tu proceso creativo tan prolífico, ¿qué te lleva a optar por desarrollar una u otra manifestación artística? ¿Actualmente qué es lo que más te motiva realizar?
No tengo idea. Voy y vengo, son caprichos. De cualquier manera creo que todos esos lenguajes están conectados, de alguna forma son todo parte de lo mismo. Eso no lo decido yo. Obedezco a una voz que también soy yo, pero sabe más cosas que yo de mí y me manipula, alejándome de los demás. Actualmente estoy con la música, la escritura y el dibujo, haciendo mal las tres cosas.
En el plano musical, con vuestro grupo ‘Música de mierda’ habéis presentado nuevos EP. ¿En qué momento os encontráis?
Queremos girar un poco más, ampliar los horizontes. El grupo es hermoso porque nos llevamos fatal, nos divertimos mucho y tenemos un propósito retorcido. La propuesta tiene una entusiasta respuesta del público, pero la pobreza no nos esquiva. Estamos difundiendo dos EP que grabamos en directo en el estudio Borumballa de Alicante, por Youtube y pronto en Spotify.
«Alicante me da mucha energía»
¿Cómo es tu vida en Alicante? ¿Qué destacas de la ciudad a nivel de producción artística?
Yo amo Alicante, cada vez siento más que es mi lugar en el mundo y hay gente impresionante. Yo llegué aquí por El Tábano, así que ahí comienzan mis amores con esta ciudad. Tengo mucho amor y muchas cosas que quiero construir aquí. Alicante me da mucha energía. Una ciudad se entiende o no, es una conexión.
Si estoy triste salgo a caminar al mediodía por el mercado, escucho los sonidos, siento la luz, y me hace feliz. En mi cabeza hay un mundo que se extiende, es algo que quiero compartir con mi hija y que sienta que el mar no está lejos, y que en unas horas se puede ir a Cádiz, a Berlín o Madrid.
¿Qué diferencias consideras que hay entre la vida en Paraná y la de Alicante?
La otra vez que fui a Paraná sentí que ya no era de ahí y me asfixia mucho. Son etapas, no es que no tenga un gran encanto y es una ciudad muy bonita, pero la siento muy agresiva y me pone triste que hayan muerto personas que le quitaron mucho de ese encanto.
También tengo mi familia y un mundo impresionante allá también, pero me estaba deprimiendo y no le veía posibilidad de progreso ni de construcción, ni de aventura, ni de nada. Había llegado hasta donde iba a poder llegar y me marchité y acá sentí otro poder, fuerza para inventar, deseo, y quisiera eso para los que amo.
«Las clases me han generado lazos muy lindos»
¿Cuáles son los siguientes proyectos que te gustaría llevar a cabo?
Siempre aparecen nuevas formas y eso es lo bueno. Más cosas para inventar y escribir, qué se yo, gente que conocer. Estoy vendiendo el libro como puedo, lo llevo por ahí, soy como un mormón de un satanismo inoperante, repartiendo esas palabras por ahí, tocando, haciendo mis pinturas y escribiendo mis cosas, aprendiendo mucho, actuando, envejeciendo y también tratando de dejar lo mejor que pueda, pero me cuesta mucho, el capitalismo me cuesta un montón.
Realizas clases y cursos de dibujo y pintura en Alicante, para todas las edades y niveles. ¿En qué aspectos profundizan? ¿Qué tal es la experiencia?
Las clases a mí me dan mucho placer, son clases de arte en mi casa, de pintura y dibujo, y me han generado lazos muy lindos. Se disfruta, se juega y se aprende desde muchos aspectos, los alumnos y yo. Me gusta ver cuando se sorprenden de lo que pueden hacer y lo disfrutan inmensamente… y cuando me pagan, esa parte también me gusta mucho.