Desde que el Maestro Soler comenzase con las excavaciones en el Cabezo Redondo en febrero de 1950, este yacimiento se ha convirtió en un referente de la Edad del Bronce en España.
Las excavaciones se desarrollarán entre el 3 y el 18 de julio con un equipo integrado por cuatro directores, como son Mauro Hernández, Gabriel García Atiénzar, Virginia Barciela y Laura Hernández, directora del Museo de Villena, junto a cuatro investigadores predoctorales y ocho alumnos de grado o máster.
El pasado verano se retomaron las excavaciones que en 2020 no pudieron llevarse a cabo por la pandemia, un periodo que fue aprovechado por la dirección de las excavaciones para difundir entre la comunidad científica europea las características de este yacimiento, que ya es un referente de la Edad del Bronce de toda Europa.
La colaboración de la UA y el Museo Arqueológico de Villena permitirá seguir avanzando en varios enclaves del yacimiento
Altos muros de mampostería
Las investigaciones en esta edición se centrarán en dos sectores del yacimiento en los que se trabaja desde el año 2016. El principal objetivo en el Sector Ladera es finalizar la documentación arqueológica, que durante los últimos años ha permitido caracterizar nuevos departamentos y áreas de actividad.
Se trata de dejar constancia de la sucesión de niveles de ocupación y el proceso de construcción, en una unidad habitacional de planta cuadrangular delimitada por altos muros de mampostería. La meta es finalizar la excavación en el denominado sector XXIII de la ladera, el cual cuenta con una superficie para la excavación de 30 metros cuadrados, aproximadamente.
Incendio y derrumbe
El otro sector donde se centrará la labor investigadora durante el nuevo periodo de excavaciones será en el denominado Sector Cima. Según los directores de las excavaciones, “la intervención en esta zona del yacimiento abarca una extensión aproximada de 40 metros cuadrados”.
Las excavaciones en esta fase que corona el cerro se iniciaron durante la pasada edición de excavaciones en 2021. Según los indicios de los especialistas, esta construcción, correspondiente a la Edad del Bronce Antiguo, se vio afectada por un incendio y su posterior derrumbe.
Los trabajos en la parte alta definirán lo sucedido en una habitación donde se registró un incendio y su posterior reconstrucción
Abundantes objetos de marfil
Los arqueólogos tratan de esclarecer cuál fue el origen de este incidente y cómo fue la sucesión de acontecimientos con el fuego, el derrumbamiento y la posterior reconstrucción del habitáculo.
Este enclave, situado en la parte más alta del cabezo, destaca por la gran abundancia de objetos confeccionados en marfil encontrados en sus dependencias. Un elemento cuya presencia ayuda a la comunidad científica a conocer roles sociales y a trazar posibles líneas de comercio desde el extranjero.
Vida laboral y costumbres
Además de las dos excavaciones de las zonas descritas, la edición de 2022 prevé realizar una prospección geofísica y geomagnética en dos zonas del yacimiento. Una se realizará en la zona abierta en llano, alrededor del cerro.
Un lugar destinado, según los expertos, al desarrollo de diferentes actividades como la alfarería, los trabajos en metalurgia, el encierro del ganado o las zonas de combustión, las cuales por su naturaleza no podían ser desarrolladas en el interior del poblado. Se trata de una extensión de 43.000 metros cuadrados, situada dentro de los límites del vallado de protección del yacimiento.
Por otro lado, se va a realizar una prospección, situada entre los dos sectores de excavación, con el objeto de obtener una imagen aproximada de la cantidad y características de construcción de las zonas arquitectónicas que todavía no han sido documentadas.
Las excavaciones culminarán con la XXV Jornada de Puertas Abiertas al público los días 16 y 17 de julio
La Hepatitis B en el Cabezo Redondo
Las investigaciones promovidas en el Cabezo Redondo por la Universidad de Alicante han permitido publicar, durante el último año, un estudio sobre la evolución de la hepatitis B a lo largo de los últimos 10.000 años.
El Cabezo Redondo ha sido uno de los yacimientos donde se ha podido extraer una de las pocas muestras con marcadores genéticos. Gracias a su buen estado de conservación se ha podido conocer la evolución de esta enfermedad y conocer mejor los flujos migratorios de aquella época.
Colaboración entre investigadores
La publicación de este artículo ha tenido lugar en la prestigiosa revista Science, y está teniendo una considerable relevancia entre la comunidad científica. Este análisis ha permitido que los investigadores alicantinos puedan establecer una colaboración con el prestigioso Max Planck Institute de Alemania.
Esto ha posibilitado la redacción del artículo científico que, en materia de bioantropología, estudia aspectos vinculados con la genética y el estudio de las pandemias en la antigüedad.