Una de las dietas más populares es la dieta disociada. Consiste en no mezclar macronutrientes en la alimentación, porque el cuerpo no puede digerirlos de manera adecuada. Estos nutrientes son los hidratos de carbono, las proteínas y las grasas o lípidos. Los hidratos de carbono son los que más calorías aportan al organismo; si se mezclan con proteínas se absorben más rápidamente y se trasforman en grasa, haciendo que la persona engorde y haga peor la digestión.
Al separar las proteínas de los hidratos de carbono no se acumulan tanto las calorías.
- Hidratos de carbono. En este apartado están las patatas, el arroz, la pasta y las legumbres. No obstante, las legumbres son un alimento muy complejo que proporciona hidratos y también proteínas.
- Proteínas. Están las carnes, los pescados, los mariscos y los lácteos. De igual forma que las legumbres, los lácteos tienen proteínas de alto valor biológico, pero también hidratos de carbono, debido a la lactosa que contiene la leche.
- Alimentos neutros. Son aquellos ricos en grasas y verduras.
La dieta disociada dice que no podemos mezclar alimentos glúcidos, es decir ricos en hidratos de carbono, con los del grupo proteico. En ambos casos las mezclas podemos hacerlos con los alimentos neutros.
Tabla de alimentos de la dieta disociada
Para que la dieta disociada sea fácil de seguir se ha creado una tabla en la que se indica qué mezclas son adecuadas y cuáles no. Para ello, se realiza una tabla de alimentos de dieta disociada, separándolos en diferentes grupos:
- Frutas ácidas: cítricos, naranja, limón, mandarina, pomelo lima.
- Frutas semiácidas: manzana, cereza, kiwi, albaricoque, fresa, higo, melocotón, sandía, uva, pera, granada, grosella, moras arándanos, melón, piña.
- Frutas dulces. Ciruela, mango, guayaba, chirimoya, dátil, pasas, higos secos.
- Frutos oleaginosos. Aceite, aguacate, coco, aceituna, cacahuete, almendra, nuez, piñón, pistacho, avellanas.
- Cereales. Arroz, trigo y derivados (harinas, copos, pastas), quinoa, maíz y derivados.
- Legumbres y germinados. Garbanzo, guisante, soja, haba, judía, lenteja, altramuces, tofu.
- Hortalizas. Alcachofa, berenjena, calabaza, calabacín, pepino, pimiento, puerro, zanahoria.
- Feculosas. Patata, batata, plátano, zanahoria cocida, castaña.
- Verduras y algas. Acelga, apio, berro, brócoli, coliflor, endivia, lechuga, escarola, espárragos, champiñones, setas y algas.
- Ajos y cebollas.
- Huevos.
- Leche.
- Mantequilla. De origen animal y no margarina.
- Quesos.
- Carnes y pescados.
En el menú de la dieta disociada también hay alimentos comodines que combinan con todo en cualquier momento. Son las bebidas vegetales, los yogures de soja y bífidus desnatados, el kéfir, la miel, el cacao puro y el azúcar moreno (tomados con moderación), infusiones, gelatinas sin azúcar, claras de huevo, especias, vinagres y salsa de soja.
La tabla indica que son buenas combinaciones las siguientes:
- Proteínas + vegetales
- Granos + vegetales
- Grasas + vegetales
- Almidones + vegetales
- Frutas ácidas + frutas semiácidas
Asimismo, son malas combinaciones:
- Proteínas + granos
- Frutas ácidas + dulces
- Almidones + cualquier fruta
Normas de la dieta disociada
Hay algunas normas para seguir la dieta disociada de una manera adecuada. Las principales son:
- No tomar proteínas ni hidratos por la noche.
- No comer entre horas, dejando el estómago descansar después de cada comida al menos 3 horas.
- No tomar lácteos de postre. Solo yogur bífidus, café o infusión.
- Durante las comidas beber solo agua y evitar las bebidas con gas o azucaradas.