La Federación Cinológica Internacional (FCI) es la mayor organización canina del mundo que se encarga de regir y fomentar la cinología, así como las normas de cría de perros.
Acaba de reconocer como raza internacional al ratonero valenciano, lo que “supone un salto muy importante para su expansión y divulgación, ya que a partir de ahora se podrá criar al ratonero valenciano a nivel internacional; eso sí, bajo las directrices de la FCI” explica Joan Quemades Beltrán, presidente del Club Español del Ratonero Valenciano (CERVA).
Un reconocimiento provisional
La última vez que la FCI reconoció una raza española fue en 2001, con el presa canario. El proceso de reconocimiento del ratonero valenciano comenzó en 2016 y desde entonces se han ido cumpliendo una serie de parámetros.
Sin embargo el de ahora se trata de un reconocimiento provisional, el cual permite criar y que estos perros puedan participar en diferentes competiciones caninas, pero tienen que pasar diez años para que se haga un reconocimiento definitivo.
“Cuando haya pasado este periodo de tiempo la FCI comprobará que se ha mantenido el estado de salud del perro y la cría responsable que se presentó en su momento. Ahora tenemos que tener un mayor control porque cuando una raza canina se expande puede ser un peligro para la misma, como sucede con las razas que se ponen de moda” explica Joan Quemades.
El presa canario fue la última raza española que había reconocido la FCI
Doscientos años de historia
El ratonero valenciano es una raza canina originaria de la Comunitat Valenciana que data de mediados del siglo XIX y principios del siglo XX, coincidiendo con la expansión de los naranjos en la región.
“Antiguamente las collas iban de un pueblo a otro y llevaban consigo a estos perros pequeños que cabían en sus bicicletas y carros. Cuando llegaban a los sitios ataban al perro y hacía de vigilante. Con el desplazamiento de estas collas entendemos que la raza se fue propagando por todos los pueblos” apunta Cristóbal Ramos, criador de CERVA.
El ratonero valenciano data de mediados del siglo XIX y principios del XX
Razas ascendentes
A lo largo de los años el ratonero valenciano ha recibido diferentes denominaciones, ya que no estaba homogeneizado. Actualmente se le engloba dentro del grupo de los Terriers, que son perros de tamaño medio y normalmente alimañeros. Hay otras razas similares en diferentes partes del mundo; a nivel nacional se encuentra, por ejemplo, el bodeguero andaluz.
Pero, ¿qué tenían en común todas estas razas que eran parecidas? Que estaban en zonas donde los ingleses habían establecido colonias o en puertos en los que se trabajaba con barcos británicos.
“Los ingleses de aquella época eran muy aficionados a los perros de raza, llevaban consigo a los antiguos fox terrier, muy parecidos a los actuales jack russell. A partir de ahí en cada zona cogieron sus propios rasgos. Como las casas del labrador valenciano eran pequeñas y viajaban en el capazo o en el cajón de naranjas, le redujeron el tamaño y les gustó la oreja tiesa porque les hacía más vivo y atento” explica Cristóbal.
«Echamos de menos una política autonómica que apueste por sus razas autóctonas» C. Ramos
Reconocimiento estatal
Ya en abril de 2003 se presentó la primera solicitud de reconocimiento de raza del ratonero valenciano al Comité de Razas y Ganadería de España por parte de la Consellería de Agricultura, Pesca y Alimentación de la Generalitat Valenciana. Tras su aceptación, pasó a ser oficialmente raza canina española el 20 de noviembre de 2004.
“En 2004 la veterinaria María José Cárcel Rubio, en su trabajo de final de tesis ‘La caracterización y tipificación racial del Gos Rater Valencià’ empezó a realizar mediciones con métodos científicos para evaluar lo que es una raza” señala Cristóbal.
Añade que “la Generalitat Valenciana lo admitió como raza, con estos trabajos previos de María José, y se elaboró el primer estándar, es decir, el conjunto de características que ha de tener un animal para considerarse que pertenece a ese grupo. Este es el punto de partida oficial”.
Otras razas valencianas
Además del ratonero valenciano, también está el xarnego valenciano, que fue reconocido a nivel nacional hace unos cinco años aproximadamente.
“Echamos de menos una política autonómica que apueste por sus razas autóctonas. Por ejemplo, en las Islas Canarias el cabildo insular ha declarado bien de especial protección a todos sus animales autóctonos. En Vila-real, que hay muchos fusterier, el alcalde José Benlloch declaró hace poco a esta raza como patrimonio histórico y cultural de la ciudad” apunta Cristóbal Ramos.
Número de ejemplares
No todos los perros se inscriben en los libros genealógicos. Desde CERVA han consultado a la Generalitat Valenciana cuántos ratoneros valencianos o gos rater figuran en los censos de vacunación antirrábica, y en los últimos años aparecían unos 8.000 ejemplares.
De los inscritos en los libros de orígenes hay unos 1.500 perros, que son los que garantizan la pureza de la raza al cumplir con una estricta normativa.