Entrevista> Esther Ortega Cantó / Cantante y profesora de canto (Elda, 19-marzo-1988)
Esther Ortega es cantante profesional desde el año 2007 en diversas orquestas de la Comunitat Valenciana. En la actualidad forma parte de la Orquesta La Fiesta, haciendo giras de hasta cien actuaciones al año por toda España. Además es cantante, teclista y compositora del grupo de indie rock Esjava.
En el año 2019 formó parte de la banda del compositor Akira Yamaoka, homenajeando la banda sonora del videojuego Silent Hill en Moscú. En el ámbito docente imparte clases de solfeo, jardín musical, piano y canto en varias escuelas de música y bandas.
El mes de agosto es muy activo para ti debido a las numerosas actuaciones con la Orquesta La Fiesta. ¿Qué tal está transcurriendo el verano?
La verdad es que muy bien. Este año he tenido mucha suerte y hemos montado una banda de gente que más que compañeros somos amigos. Además mi pareja también está en la orquesta por lo que estoy disfrutando muchísimo, a pesar de ser un trabajo pesado y con unos horarios fatales para el cuerpo.
«Me gusta cantar en las orquestas porque te permite experimentar con muchos géneros»
¿Qué diferencias percibes entre tus actuaciones y los formatos de la orquesta y la banda?
Desde la pandemia Esjava quedó un poco en ‘standby’, pero sí te puedo decir que hasta entonces lo sentí como cosas diferentes. Me gusta mucho cantar en las orquestas porque te permite experimentar con muchos géneros y me resulta muy divertido conectar con el público.
Cuando toco con mi grupo es diferente, la gente que está ahí son personas que han ido a verte y que siente y vibra contigo. En la orquesta el público está de fiesta y no se te puede olvidar.
Acabas de terminar de realizar un máster en terapia vocal. ¿Qué te ha aportado? ¿Es importante no dejar de aprender y mejorar en el canto?
Por supuesto que es importante. Creo que la voz es el instrumento más difícil de utilizar y el más peligroso. Si se te rompe una cuerda de guitarra, puedes cambiarla y no hay problema, si se te rompe la voz no solo no puedes cantar, sino que no puedes ni comunicarte.
Me parece importantísimo no dejar de investigar y estudiar canto, técnica vocal, etc. Para no romperme yo, y para poder ayudar a todas las personas que quieran empezar a cantar o que tengan algún tipo de problema al cantar. Estuve a punto de tener que dejar el canto por problemas vocales y me costó muchísimo dar con alguien que me ayudara.
En estos momentos estás acabando de dar forma, junto a Alejandro Romera, a una academia en la que uniréis imagen, sonido y canto. ¿Cómo se combinan y conviven entre ellos?
En los tiempos que corren ya está todo combinado de por sí. Todo el mundo se graba cantando y para ello necesitas saber algo de imagen y sonido, además de saber cantar.
Yo aportaré las clases de canto y piano, y Alejandro, como diseñador gráfico y videógrafo, aportará ese toque digital y moderno a todo lo que hagamos, además de enseñar a la gente nociones de grabación, sonido, etc.
«En los tiempos que corren está todo combinado de por sí»
En el confinamiento creaste el musical feminista ‘Fuego Violeta’. ¿Cómo fue la experiencia?
Genial. He de decir que todo el proceso de creación fue una locura y muy intenso, pero el resultado fue maravilloso. Pasamos de pensar que no trabajaríamos el verano pasado a hacer una gira de más de treinta fechas. No era ir a trabajar, era ir a echarte unas risas con Elena y a cantar. Al público le gustó muchísimo y a nosotros más.
También has producido el musical infantil ‘La Bruja Eloise’, donde cantas y actúas. ¿Qué destacas del mismo y qué tal aceptación tiene?
Siguiendo con la promesa de hacer música en directo, hicimos este musical hace unos años, nos lo pasamos muy bien y la aceptación es muy buena donde vamos. La gente no se espera algo para niños y que los padres acaben disfrutando igual o más que ellos.
Trabajar con niños y niñas siempre es maravilloso y me gusta mucho disfrazarme de Eloise y contarles los viajes en el tiempo que hago y las magias que tienen que hacer.
«De Elda echo de menos a mi familia y los moros y cristianos»
¿Cómo recuerdas la experiencia de actuar en Moscú bajo las órdenes del compositor Akira Yamaoka?
Ha sido una de las experiencias más locas y brutales que he vivido. Akira Yamaoka es uno de los compositores más queridos dentro del mundo del videojuego y Silent Hill una de las sagas de videojuegos más importantes que hay. Cuando se puso en contacto conmigo para que fuera a Moscú no me lo creía.
Canté con una banda de músicos muy buenos en una sala de conciertos abarrotada que esperaba a la banda de Akira Yamaoka. El año de la pandemia, en abril, iba a hacer una gira con Akira por China, pero nos confinaron y se fue todo al traste. Sigo en contacto con él y espero que cuando se normalice todo otra vez vuelva a repetir la experiencia.
Cuando te mueves tanto de un sitio a otro, ¿qué es lo que más echas de menos de Elda? ¿Qué es lo que más te gusta de tu localidad?
A mi familia. He de decir que hace once años que no vivo en Elda y vivo en un pueblo pequeño de Valencia donde hace un calor tremendo. De Elda echo de menos los moros y cristianos. Siempre me coincide que tengo actuaciones y no puedo ir a disfrutar de las fiestas.
Cuando voy me gusta ir al centro a pasear por allí y ver las calles. Veo tiendas nuevas, cosas rehabilitadas, pero también algunas que están como cuando era pequeña y me traen recuerdos.