Los animales han sido los otros perjudicados por la invasión de Rusia a Ucrania que estalló a finales del mes de febrero. La historia de Gyz, Kiara, Flori, Nila, Zair y Ruru es la de seis felinos que, hoy en día, se recuperan y descansan en el centro de rescate AAP Primadomus de Villena, habiendo atravesado primero una dura travesía desde Kiev.
«Hemos logrado que el 70% del territorio español esté libre de circos con animales»
Salidas de Ucrania
Todo comenzó el 1 de marzo, cuando la ONG ucraniana Wild Animal Rescue decidió dar salida a muchos de sus animales del país ante el estallido del conflicto. Los felinos Gyz, Kiara, Flori, Nila y Zair fueron subidos a un camión y emprendieron un viaje que duraría dos días y tendría como destino la frontera polaca.
El camino no fue fácil, puesto que los tanques rusos se encontraban bloqueando las carreteras para frenar los desplazamientos. No obstante, los conductores del camión se negaron a dar marcha atrás y pudieron llegar a Polonia el 3 de marzo.
Previamente, los cinco felinos habían sido rescatados por la asociación ucraniana. En el caso de Gyz de un centro comercial, donde malvivía en una pequeña jaula; Kiara procedía de un zoológico ucraniano en la que era utilizada como animal de exposición; Flori era el ser vivo de compañía de un particular; Nila fue rescatada de un club de alterne en el que la usaban como una parte más del espectáculo y por último, Zair, un licaón (perro salvaje africano) también estaba en posesión de un particular.
Llegada a Villena
Los animales hicieron una parada en el Zoo de Poznan (Polonia) antes de seguir su larga travesía hasta AAP Primadomus. En el zoo fueron sometidos a un chequeo médico que corroboró su delicado estado, pero dio luz verde a su traslado al centro de Villena.
Finalmente, los leones y el licaón llegaron a AAP Primadomus el 10 de marzo, donde todavía siguen. Los animales pasaron una cuarentena y ya se encuentran libres en las instalaciones del centro.
«Iremos con cautela debido a las enfermedades zoonóticas que hay ahora»
Ruru, el recién llegado
La historia se repite, pero esta vez con Ruru. Un león de tan solo tres años que ha viajado desde Ucrania hasta AAP Primadomus. Antes, el joven felino se encontraba en unas condiciones pésimas en un establo sucio y diáfano a las afueras de la capital ucraniana. Era uno más de la colección de animales exóticos que tenía su propietario. Al comenzar la invasión el particular huyó dejando todo atrás.
Los bombardeos rusos acosaron el recinto donde se encontraba Ruru y el resto de los animales. Se dieron por perdido sus vidas, pero, afortunadamente, el fuego no llegó a crear grandes destrozos y muchos de los animales pudieron ser salvados por una organización cercana al lugar.
Ruru siguió allí más días, puesto que su estancia no podía abrirse sin una llave. Mientras tanto, era alimentado por una activista y su nieta; hasta tuvieron que persuadir a los soldados rusos con cigarrillos para que estos no detonasen con su artillería el recinto donde se encontraba el león.
Cuando los soldados ucranianos recuperaron la zona fue posible el rescate de Ruru a manos de los activistas de URSA. El felino fue trasladado a Polonia y, tras conseguir los permisos, comenzó su viaje a AAP Primadomus. Aquí llegó el pasado miércoles 13 de julio y pasará una cuarentena en un recinto acondicionado. Una vez acabe el aislamiento y las pertinentes revisiones veterinarias el león podrá salir a disfrutar a la sombra y sol de la Sierra de Salinas.
50 años de AAP
El pasado mes de abril la organización cumplió cincuenta años como centro de rescate y rehabilitación de animales. El origen de AAP reside en Holanda. La organización abrió su delegación en España en Villena en el año 2009 bajo el nombre de AAP Primadomus. El principal objetivo de la fundación siempre ha sido perseguir y luchar por el bienestar animal y su labor se centra en los países del continente europeo.
La elección de España como país embajador tuvo varios condicionantes, como su posición geográfica estratégica y la práctica en la industria del entretenimiento de especies exóticas, algunas en peligro de extinción. La frontera con el norte de África y los anclajes marítimos de Algeciras, Valencia y Canarias desempeñan un papel importante en la posible entrada de animales a España.
Rosa Chaparro, representante de AAP Primadomus, subraya que “hay mucho que celebrar, sobre todo los retos que hemos conseguido en España. En cuanto a los circos hemos logrado que el 70% del territorio español esté libre de circos con animales. Este ha sido uno de los hitos más importantes”.
«Tener un animal exótico de mascota es perjudicial para el animal y el medioambiente»
Visitas con vistas a otoño
Dos años y cinco meses lleva cerrado al público el AAP Primadomus a causa de la pandemia. Aunque la actividad interna no ha cesado, puesto que los primates y felinos que alberga han necesitado los cuidados de siempre. El centro de rescate es uno de los atractivos de Villena y que vuelva abrir sus puertas de cara a los meses de otoño puede ser un gran revulsivo para el turismo local.
“Creo que septiembre será la fecha en la que comenzaremos a hacer visitas”, asegura Chaparro, portavoz de AAP Primadomus. Primero, se les dará prioridad a las personas que se quedaron en espera en marzo de 2020 -cuando estalló la pandemia-.
La reanudación de la actividad será de forma paulatina puesto que “estaremos pendientes de como progresa la covid -19 y la viruela del mono, que es contagiosa para los primates. Iremos con cautela teniendo en cuenta todas las enfermedades zoonóticas que hay ahora y se pueden contagiar a los animales”, aseguraba la representante.
Los animales exóticos no son mascotas
El mascotismo de exóticos es una práctica que está a la orden del día en la sociedad actual. “Hay que concienciar sobre la tenencia de exóticos ya que es algo muy desconocido. La gente se compra un loro o cualquier mamífero exótico y piensa que está haciendo un bien por tenerlo como mascota, cuando realmente es algo perjudicial para el animal y el medioambiente”, asegura Chaparro.
La portavoz de AAP Primadomus también recalca que el tráfico de animales “es un problema grande porque hay un negocio detrás, tanto lícito como ilícito. El tráfico es uno de los crímenes organizados que más dinero mueve en el mundo. Es muy difícil de solventar porque hay intereses económicos”.