Plagas. Las tenemos todo el año. Pero molestan especialmente cuando hemos decidido irnos de vacaciones, llegamos al sitio, abrimos la puerta de un armario de cocina y, como a Sigourney Weaver en ‘Alien’, nos sale la mano del monstruo.
O simplemente una cucaracha, una ‘panderola’. Estas nos conquistaron allá por el carbonífero (entre 359 y 299 millones de años), paseándose los bosques. Medían más de quince centímetros.
Aquellos protophasmas (así se llamaban) se diversificaron en cucarachas y otros insectos, como mantis, y decidieron, algunos de sus descendientes, acompañar a los seres humanos, buenos productores de nutritiva basura y con unos sumideros de agua, cálidos y húmedos, muy confortables. Hay más de 4.500 especies de cucarachas en el mundo, pero solo se pasean por tierras españolas veinticinco tipos.
Insectos en la noche
Los blatodeos (‘con aspecto de cucaracha’: cucarachas, cutias o baratas, más termitas) no son la única plaga. Centrados en las capitales, València (789.744 habitantes según censo de 2021), en su sitio web, nos advierte de que un ser vivo “por sí sólo no es una plaga” y habla de plagas urbanas (chinches de cama, cucarachas, hormigas, moscas negras, mosquitos, mosquitos tigre, pulgas y garrapatas, termitas, ratas y ratones) y animales protegidos (abejas y musarañas).
Para Alicante (337.304 residentes), “aquellas especies que exigen un mayor control y esfuerzo por su consideración de plaga son las palomas, ratas, cucarachas y mosquitos”, y gatos, “por su excesivo número y el entorno insalubre en el que se mueven”. Aunque las que habitualmente provocan gritos en la madrugada son las cucarachas, y eso que solo unas tres especies eligen las viviendas.
Existen unos veinticinco tipos de cucarachas en España
Agenda de tratamientos
Básicamente, tenemos la negra sin alas (hoy más al interior), la rubia pequeña (también en retroceso) y la apodada ‘rubia americana’, la más voraz, que puede alcanzar más de cuatro centímetros de largo. Procedente de África, sus hábitos de viajera ultramarina le han dado engañoso nombre.
Eclosionan sus cuatro a ocho otecas (bolsas de entre veinte y cuarenta huevos, son como pequeños y blindados granos de café) en Semana Santa y entre julio y agosto.
Actualmente se efectúan unos cuatro tratamientos trimestrales, en especial dedicados a cucarachas y ratas, aunque en los últimos años se ha tenido que aumentar el número de especies contra las que luchar.
Los confinamientos, con el momentáneo retorno de la naturaleza (en algunas ciudades ciervos, jabalíes…) a las calles, supusieron un nuevo desafío, aunque los tratamientos de desinfección ayudaron mucho a mantener las plagas a raya.
Se efectúan unos cuatro tratamientos trimestrales
Ante todo, limpieza
Pero, eso sí, advierten los encargados de efectuar estas labores de que su capacidad llega solo hasta la acometida de la casa, así que entre la arqueta y el interior de la vivienda puede, por ejemplo, generarse un nuevo foco de cucarachas. Más cuando la efectividad de los venenos, dada la capacidad adaptativa de las plagas, no suele durar más de unos sesenta días.
Lo suyo, pues, es una limpieza permanente del lugar y estar ojo avizor ante la posibilidad de que además se cree un foco externo quizá de avispas o abejas, o ratas, o palomas, o lo que toque.
Las llamadas, por ahora, y hablamos del ámbito de la Comunitat Valenciana, suelen atenderse entre 24 y 48 horas, según cantidad de trabajo. Ahora bien, ¿por cuánto nos sale la broma de las plagas?
Los venenos utilizados tienen una duración de sesenta días
Los presupuestos manejados
Como muestra, en el Ayuntamiento de Alicante, el uno de agosto de 2021, la “apertura de proposiciones (sobre único) del procedimiento abierto simplificado convocado para contratar el ‘servicio de control de palomas y otras aves-plagas en el municipio de Alicante” (este lenguaje de “la parte contratante de la parte contratada” se resume en: minimizar los daños de las aves en la ciudad) proponía 76.125,12 euros (IVA incluido).
Un año antes, en el pandémico agosto, se realizaba una contratación por dos años, prolongable a tres, para el “servicio de limpieza y control de plagas en viviendas y espacios de titularidad pública”. El presupuesto, IVA incluido, era de 53.543,40 euros. ¿Cuáles son los gastos totales? En el Ayuntamiento de València, en septiembre del pasado año, desde la oposición se pedía aumentar para 2022 el presupuesto para el control de plagas. ¿No llegaba?
Diferencia en las previsiones
En la ciudad del Turia, según informaba Fernando Giner (Ciudadanos), este presupuesto era de 609.716 euros, 0,76 euros por habitante, pero en Alicante se llegaba a los 900.000 euros (2,66 euros por habitante). Si bien Alicante se encuentra junto a un puerto marítimo (lo que facilita la proliferación de plagas como las cucarachas), mientras que València en cierta manera comenzó hace no mucho a abrirse directamente al mar.
Pero, por su parte, València se encuentra rodeada de huerta y, aunque el nuevo cauce del Turia, o Plan Sur (inaugurado en 1969 pero ultimado en 1973), desvió el caudal, el río, cuando llueve, sigue presentando los papeles de propiedad del antiguo trazado. Ambos elementos, vega y torrenteras, son caldo de cultivo ideal para los mosquitos, como la especie tigre.