Jordi Sánchez / Cantante
Uno de los grupos noventeros de referencia en la música española llega este verano a Mutxamel. El próximo sábado 13 de agosto OBK actuará junto a Los Secretos y DJ Raúl Platero en el Parque El Canyar de les Portalles.
Hablamos con el cantante Jordi Sánchez (Málaga, 21-septiembre-1968), quien celebró recientemente sus 30 años en activo. El sueño de un adolescente fanático de Depeche Mode que componía canciones en su habitación acabó haciéndose realidad.
¿Cómo te metiste en esto de la música?
Como suele ocurrir cuando eres adolescente tienes muchos sueños y locuras metidas en la cabeza. Yo desde pequeñajo siempre he sido muy soñador en la vida y estaba empeñado en que quería ser alguien especial. En la música me vi reflejado desde que llegó un piano a mis manos. Podía componer, jugar y me lo pasaba en grande.
Por aquel entonces tenía mucha influencia de grupos ingleses por lo que componía canciones en inglés. Incluso dibujaba yo mismo las portadas de los que serían mis futuros discos y las colgaba en las paredes de mi habitación. Todo fue un juego de adolescente… que en realidad me sigue pasando hoy en día. Fue simplemente soñar y seguir mi pasión.
«Empecé componiendo música en mi habitación e incluso dibujaba las portadas de mis futuros discos»
Antes de juntarte con Miguel Arjona para fundar OBK, ¿actuaste por tu cuenta en algún sitio?
No. Todo lo hacía en mi habitación: Componer, imaginarme las portadas, ensayar cómo cantaría en el escenario, etc. Miguel no tenía estas inquietudes, pero como era mi mejor amigo yo le daba la chapa y él me escuchaba (risas). Poco a poco le contagié mi entusiasmo por crear un grupo musical y comprendimos que si cantábamos en castellano él se podría encargar de las letras.
Ahora entiendo el nombre de vuestro primer disco ‘Llámalo sueño’.
Sí, total. Es que fue justo eso. Se me ocurrió a raíz de la novela del mismo nombre y me gustó mucho porque reflejaba muy bien lo que queríamos, que era simplemente hacer un disco sin mayor pretensión. Porque en aquella época estábamos jugando y solo queríamos decirles a los colegas que habíamos hecho un álbum.
Luego resultó que ese disco llegó en el momento oportuno. Aquella música electrónica en castellano cuajó entre esa generación de chavales que en aquel momento necesitaba ese tipo de aire fresco en el pop nacional.
Yo creo que gustó tanto porque OBK aportó esa mezcla de electricidad y pop a la música española, ¿no?
Yo siempre soy muy sincero, y reconozco que Nacho Cano ya hacía música electrónica en castellano. Pero quizás fuera nuestra fascinación en grupos como Depeche Mode, al que entonces apenas se le daba bola en España, lo que nos lanzó hacia esta movida de tecno que aún no se había explotado en nuestro país.
En ese sentido creo que OBK dio en el clavo con unas letras que todo el mundo podía entender, es decir siendo un grupo popular sin llegar a lo siniestro o gótico. Es cierto que eso no se había dado antes en España.
De hecho en los años siguientes surgieron varios grupos similares…
Suele pasar. La música no deja de ser una industria y cuando alguien lo peta pues le copian. Esto es un negocio. Vivimos unos tres o cuatro años muy saturados de tecno en España que nos pasó factura a todos.
Aunque yo creo que al final fue el gran trabajo desde el minuto uno que siempre hicimos lo que nos permitió que 30 años después sigamos hablando de OBK. Hemos sido muy coherentes con nuestro proyecto musical. El haber trabajado duro durante todos estos años, sin haber intentado ser copia de nada, es lo que nos hizo ser merecedores de ese respeto y cariño por parte del público.
«OBK llegó en un momento en el que había una movida de tecno por explotar en España»
Otra medallita que tiene OBK es que fuisteis los descubridores de Juan Antonio Bayona. Sin duda, hoy en día uno de los directores más consagrados del cine español.
Pues sí. Esto ocurrió cuando ya estábamos cansados de buscar a nuestro Anton Corbijn, porque por desgracia los vídeos que nos estaban haciendo las compañías no nos gustaban nada. No acabábamos de encontrar la imagen que queríamos transmitir.
Hasta que tuvimos la gran suerte de que un hermano de Juan Antonio Bayona vino a una audición nuestra para el disco ‘Trilogía’ y nos dijo que tenía un hermano que realizaba videoclips. Que por aquel entonces no era cierto, pero a raíz de esa pequeña mentirijilla entró a trabajar con nosotros. Total, tampoco lo iba a hacer peor que lo que teníamos (risas).
¿Y se notó su inexperiencia al principio?
Al contrario. En cuanto nos pusimos a trabajar con Jota en nuestro primer videoclip ‘A contrapie’, enseguida nos dimos cuenta de que no podíamos soltarlo. Con nosotros hizo catorce videoclips. Afortunadamente la compañía se acabo dando cuenta de ese gran talento que nosotros descubrimos, y le ofreció trabajar con otros artistas.
Supongo que el mayor punto de inflexión de OBK fue cuando se marchó Miguel Arjona. ¿No te planteaste entonces disolver la marca y pasar a actuar con tu propio nombre?
No, para nada. Como te comentaba OBK siempre fue una movida mía muy personal. Miguel era mi mejor amigo así que he tenido mucha suerte de haber compartido este sueño con él durante 20 años. Hasta que al final pues la convivencia, el desgaste y las ilusiones se desinflaron. Por supuesto hubiera querido seguir juntos porque no me gustan los grupos que se separan, pero tampoco pasa nada.
Realmente siempre he compuesto yo las canciones y he tenido claro lo que había que hacer en todo momento. Y sigo sintiendo esa fuerza en mí mismo. OBK no se acabará hasta que llegue el día en el que pierda la ilusión por la música.
Ahora estás haciendo conciertos por España repasando los temas de estas tres décadas de OBK. ¿Es muy diferente a hacer una gira presentando un nuevo disco?
Sí. Cuando presentas temas nuevos siempre estás más expectante sobre cómo va a reaccionar la gente. Si es una gira de tu trayectoria, pues es mucho más fácil. Y por supuesto el llevar 30 años de trayectoria juega mucho a tu favor.
La verdad es que me encuentro en un momento muy dulce de mi carrera, y además notas que después de todo lo que nos ha ocurrido últimamente la gente tiene muchas ganas de celebrar. Yo por eso intento que sea más una fiesta que un concierto, y siempre me pongo el reto de que alguien conozca a OBK esa noche. Me mola pensar que habrá una persona que nunca me haya visto actuando y acabe diciendo: “pues no esperaba que fuera así en directo”.
«Me encuentro en un momento muy dulce de mi carrera»
Además el concierto de Mutxamel es compartido con Los Secretos, que también es un grupo que la rompió a lo bestia poco antes de OBK. ¿Has trabajado con ellos alguna vez?
Alguna otra vez hemos coincidido. Desde luego es un grupo clásico que forma parte del acervo popular nacional, como OBK. Así que por mi parte encantado de compartir escenario con ellos.
Llevas varios años sin sacar un nuevo disco… ¿hay algo en gestación?
Siempre se está gestando algo cuando eres una persona creativa y soñadora, pero ya llegará cuando sienta realmente esa necesidad vital. Si sale algo con el nombre de OBK tiene que ser de verdad. No voy a hacerlo simplemente porque es que ya toca o porque la gente lo pida. Tiene que estar muy bien pensado y valorado.
Y la verdad es que en estos últimos años he estado muy tranquilo en este sentido y disfrutando mucho de las giras.
¿Qué opinión tienes del panorama musical español de hoy en día? ¿Qué grupos te gustan?
Ha cambiado mucho. Hay estilos que antes no existían y ahora son mainstream o incluso se hacen fusiones como el pop con el reggaetón. Aunque al final es lo de siempre, siguen apareciendo canciones que me hacen sentir auténtico amor por la música.
Por ejemplo a nivel nacional me gusta mucho Delaporte o Zahara. Y en internacional pues The Weeknd me parece interesante. De todas formas yo soy más de canciones que de artistas. De repente al escuchar un tema te digo: “pues que buena esa letra” o “me encanta esa introducción”. Y la verdad es que siempre están saliendo cosas que me siguen llamando la atención. A fin de cuentas en la música, como en cualquier modalidad artística, la última finalidad es emocionar.