El sector inmobiliario, tan íntimamente ligado a la industria turística gracias a esa costumbre de muchos europeos de establecer su residencia en los principales destinos del litoral mediterráneo una vez llega su edad de jubilación, ha sido siempre uno de los principales motores económicos de la ciudad de Benidorm y, con ella, del resto de la comarca de la Marina Baixa.
Vivió su edad de oro, de la mano de la construcción, en los años previos al estallido de la burbuja inmobiliaria, que se llevó por delante un buen número de agencias inmobiliarias y puso en serios aprietos a otras tantas personas que, de forma no reglada, encontraron en la compraventa de propiedades una forma de vida.
La asociación de inmobiliarias cuenta ya con más de una treintena de asociados
Defensa de los propios intereses
Muchos años después de aquello, y en un 2022 en el que todos los indicadores están señalando al sector como uno de los más dinámicos de la economía, ha llegado el momento, en parte para no repetir los errores del pasado, de que el propio sector pelee por sus derechos y plante cara a la competencia desleal que, si bien normalizada por que lleva ahí ‘de toda la vida’, no sólo perjudica económicamente, sino que también lo hace reputacionalmente.
Para ello, este mes de septiembre -si la siempre engorrosa burocracia no lo impide- nacerá Inmobeco. Ese es el nombre de la nueva asociación comarcal que, con sede en Benidorm, representará los intereses del sector inmobiliario de la Marina Baixa y que, además de mejorar la calidad de los servicios que cada una de las agencias que la conformarán prestan a sus clientes, tendrá como principal objetivo la lucha contra el intrusismo y la oferta ilegal en el sector.
Últimos trámites
Según explica quien será su vicepresidenta, Piedad Rodríguez, “actualmente ya somos más de treinta agencias” las que conforman la naciente asociación que sólo está a la espera de poder completar los últimos trámites burocráticos antes de presentarse en sociedad, algo que, reconoce, querrían haber podido hacer antes de la llegada del parón administrativo veraniego.
“Nuestro principal objetivo es profesionalizar el sector”, avanza Rodríguez que, además, subraya: “tengo muchísimo interés en terminar con el intrusismo y que la profesión sea tomada en serio”.
El principal objetivo, una vez puesta en marcha, será la lucha contra la oferta ilegal
Daño reputacional
Un mal que, según explica Piedad Rodríguez, debe ser abordado de manera urgente porque “aquí, al contrario que en otras comunidades autónomas, donde sí hay asociaciones registradas, cualquiera puede vender una casa y eso es lo que hace que se comentan muchos fallos y errores que, a la postre, provocan que al agente inmobiliario no se nos tome en cuenta”.
Porque, como ella misma deja ver con sus declaraciones, no sólo se trata del lucro cesante que sufren las empresas legalmente constituidas para ejercer la labor de la compraventa de propiedades, sino también del daño reputacional que el mal hacer de muchos (no tan) buenos samaritanos provoca en el sector.
Intrusismo
Un intrusismo o, lo que es lo mismo, una oferta ilegal que tiene muchas caras y muchas vertientes, pero que la futura vicepresidenta de Inmobeco personaliza, al menos principalmente, en un colectivo concreto: los porteros de los edificios.
“Hay un porcentaje de intrusismo muy alto, pero en la Marina Baixa y, sobre todo, en Benidorm el problema es mucho más elevado. No me atrevo mojarme con un porcentaje, pero hay que empezar con los porteros de los edificios. Eso hay que decirlo: son los peores. Empezamos con ellos y terminamos con aquello del amigo del amigo”, explica la directiva de Inmobeco.
«Hay que empezar con los porteros de los edificios. Eso hay que decirlo: son los peores» P. Rodríguez
«Hay mucha pillería»
Unos y otros, afirma Rodríguez, terminan no siendo tan amigos o, al menos, buscando su beneficio personal, “porque nos piden comisión engañando a la persona que ha depositado en ellos su confianza. Hay mucha pillería”.
Una actividad fuera de cualquier tipo de reglamentación que provoca que “se engañe mucho a la gente, sobre todo, a los extranjeros”. Y eso, además, genera inseguridad entre los clientes que pueden así dejar de confiar en los verdaderos profesionales del asunto. “El problema es que las malas noticias corren como la pólvora y los propietarios acaban diciendo que no quieren saber nada de las inmobiliarias”.
Plataforma de venta
Además, la creación de Inmobeco también supondrá una gran ventaja para los clientes ya que, como explica Piedad Rodríguez, la asociación actuará como plataforma de venta y, de esta manera, cualquiera de sus asociados podrá ofertar las propiedades de los demás.
Una práctica que, en el día a día, no supondrá ningún gasto más para el cliente que, además, podrá evitarse un peregrinar por distintas agencias para poner en venta su casa o comprar una nueva ya que, al mancomunizar la oferta, el usuario podrá dirigirse a una sola agencia, la que le genere más confianza, y serán sus profesionales los que le muestren todo el catálogo conjunto.