Londres es uno de los destinos más solicitados por los españoles para trabajar en el extranjero. A pesar del Brexit siguen apareciendo oportunidades para trabajar en la capital inglesa, que cuenta con una población de más de 8,7 millones de habitantes, de los cuales más de 90.000 son españoles. Puede que no sea ni el lugar más fácil para encontrar vivienda, ni el más barato, y los principios suelen ser duros, pero todo ello se compensa si encuentras un buen trabajo.
Hoy conocemos la historia de tres profesionales ilicitanas: una bailarina, una azafata de vuelo y una maestra, que un día decidieron hacer las maletas y marcharse a la capital del Reino Unido en busca de nuevas oportunidades laborales y una mejor vida.
Mercedes Mompó / Bailarina
Mercedes Mompó (Elche, 18-septiembre-1984) vive en Londres desde 2011. Es bailarina profesional y dirige desde hace dos años la escuela de danza Ballet Nhort. Antes trabajó como freelance hasta que logró titularse como profesora en el Conservatorio Trinity Laban.
Ya había estado unos meses en Londres en el 2009, y le atrajeron las oportunidades de estudio y de trabajo en el ámbito de la danza. También es profesora asociada de la International Dance Teachers Association (IDTA).
«Estamos acostumbrados a trabajar duro y eso nos hace valiosos para las empresas» M. Mompó
Descríbenos tu día a día.
Cada día es distinto, algunos doy clases, otros me ocupo de la parte administrativa del negocio y de coordinar al equipo. La escuela ofrece clases en diferentes espacios del norte y este de Londres, y tenemos que supervisar que todas vayan bien, aparte de dedicar tiempo a la formación de los profesores, promocionar la escuela y atender a los padres. También tenemos colaboraciones con escuelas primarias y guarderías, donde nuestros profesores imparten sesiones semanales.
Intento sacar tiempo para ir a clases de ballet yo también, por lo menos una vez por semana. Cuando eres profesor, siempre estas aprendiendo. Es lo que más me gusta de mi trabajo.
¿Qué echas más de menos de Elche?
Sobre todo a la familia, claro. También el clima, aunque la verdad es que en verano en España cada vez hace más calor. También la playa y la buena comida, la espontaneidad de la gente, quedar con amigos de repente… Me encanta el hecho de poder ir caminando en Elche a todas partes y llegar enseguida. Son cosas que no se valoran cuando siempre las has tenido.
¿Cuál es el tipo de baile que le interesa más a los ingleses?
Yo creo que en general les gusta todo, y mi escuela se enfoca en el ballet clásico. Tanto a mí como a nuestros profesores nos gustan mucho otros tipos de danza, y esperamos que en un futuro cercano la escuela crezca y podamos ofrecer otros estilos como el flamenco, por ejemplo.
¿Cómo se vive desde allí la guerra en Ucrania?
Se ha vivido con mucha incredulidad, impotencia y frustración. Las repercusiones del conflicto son globales y diría que similares a otros países de Europa. Los precios aquí también han subido.
¿De qué forma se trata en general a los trabajadores españoles en Londres, y cómo viviste la pandemia desde allí?
Yo diría que los españoles consiguen posicionarse bien aquí. Estamos acostumbrados a trabajar duro para afianzarnos en el trabajo, y eso nos hace valiosos para las empresas.
La pandemia fue muy dura para todos, pero por lo menos aquí tuvimos un poco más de libertad. En España todo estaba prohibido, no me puedo imaginar lo que fue vivirlo allí.
Clara Soriano / Azafata de vuelo
Clara Soriano nació en Yecla (24-septiembre-1986) pero vivió siempre en Elche. Trabaja para la British Airways (BA) como azafata de vuelo desde 2016, y desde entonces se pasa la vida volando por todo el mundo. Estudió filosofía inglesa y un master en enseñanza secundaria, pero se dio cuenta de que lo que realmente quería era ver mundo y vivir en el extranjero, y eligió Londres.
«No sabría decir cuántos kilómetros llevo hechos, pero probablemente varios millones» C. Soriano
¿Cómo fueron los comienzos en Londres?
Me mudé a Londres en 2016 por el trabajo, y estuve viviendo en una habitación de un piso compartido, hasta que me pude mudar con mi novio a un piso en una zona que se llama Olympia.
Tu vida ahora, ¿cómo es?
Creo que por mi trabajo mi vida en Londres es muy diferente a la de otras personas, ya que no tengo un horario de trabajo fijo y no puedo decir que tenga un día a día.
Dependiendo de mis vuelos del mes mis días libres pueden caer en fin de semana o entre semana. En mis días libres me gusta ir a caminar al parque para hacer algo de ejercicio o salir a pasear por las zonas cercanas a Olympia. La oferta gastronómica es tan diversa que siempre hay algún sitio nuevo por probar, hay muchos conciertos, y en general una gran oferta cultural.
¿Sabes cuantos kilómetros llevas hechos?
No sabría decir cuántos kilómetros, pero probablemente varios millones. Mi último viaje fue a São Paulo, Brasil, y fueron unos 20.000 km en total. Uno de mis destinos favoritos es Singapur, me gusta la gente, el clima, la comida y el ambiente en general.
El vuelo es largo y duro, pero una vez allí merece la pena. BA ofrece muchos vuelos a Norte América y es dónde voy la mayoría de las veces. Nueva York es mi ciudad favorita y siempre me gusta ir, aunque sólo pase veinticuatro horas allí.
¿Qué es lo más sacrificado de tu trabajo?
No creo que pueda decir que la vida como tripulante sea fácil. A veces paso muchas horas sin dormir por los vuelos nocturnos, o como a horas extrañas, y el jet lag me afecta cuando vuelvo de un viaje y no descanso lo suficiente.
Además, aunque no es lo normal, a veces se dan circunstancias a bordo que hacen el trabajo más difícil, como problemas médicos graves de un pasajero, comportamientos agresivos que necesitan contención por parte de la tripulación o problemas técnicos con el avión.
¿Dónde estabas el día que murió la Reina?
El día que falleció la Reina Isabel yo acababa de llegar de un viaje y estaba descansando en casa. Me llegó la notificación al móvil y lo comenté con David, mi novio. No tenemos tele en casa así que no estuvimos muy expuestos a toda la cobertura mediática que se le dio.
Sinceramente y aún a riesgo de sonar insensible, la muerte de la Reina sólo me afectó en que el día del funeral tenía una cita en la peluquería que me cancelaron por ser día de luto nacional.
¿Qué añoras más?
Cuando pienso en Elche automáticamente pienso en mi familia y mis amigos, que es lo que más echo de menos. Afortunadamente suelo ir a Elche por lo menos dos veces al año.
Merche López / Maestra
Merche López (Elche, 19-octubre-1990) lleva ocho años viviendo en Londres. Llegó con la intención de aprender el idioma y vivir la experiencia junto a su pareja. Ahora es guía Montessori y maestra de educación Infantil, además de coordinadora de educación especial, pero el camino hasta llegar hasta aquí no ha sido fácil.
«Mi pareja y yo hicimos la famosa cola de 12 horas, entramos a Westminster Hall y nos despedimos de la Reina» M. López
Cuéntanos cómo fueron tus comienzos.
Mis trabajos han sido siempre relacionados con niños; mi primera, y la más difícil de las experiencias, fue cuidar de dos niñas viviendo con la familia (Au pair). No dominaba el idioma y la convivencia fue complicada.
Después empecé un trabajo como nanny, estuve también de voluntaria en un colegio y al fin empecé a trabajar en otro colegio de asistente, hasta conseguir mi actual trabajo.
¿Cómo está el precio del alquiler y en qué condiciones vives?
Vivo con mi pareja en una habitación, compartiendo casa con 6-7 personas y el alquiler que pagamos al mes es de mil libras. La zona en la que estamos es Zona 3 (Balham), y hemos vivido los primeros años en Zona 1 y 2. Poco a poco nos vamos alejando más de la capital porque tienes muchas más oportunidades de vivir en sitios decentes, y no pagar una exageración de dinero.
¿Qué echas más de menos?
Tener gente a la que quiero alrededor o un poco más cerca. El simple hecho de quedar con alguien para tomar algo, aquí tienes que quedar con días de antelación y buscar un sitio intermedio para encontrarte, es muy distinto.
¿De qué forma viviste un momento histórico como la muerte de la Reina?
Fue muy emotivo, desde que vine sabía que iba a vivir este momento estando aquí. Me imaginaba lo que podía pasar y no me decepcionó, imágenes de la Reina Isabel II estaban hasta en las paradas de autobús.
Mi pareja y yo hicimos la famosa cola de 12 horas (en nuestro caso), entramos a Westminster Hall y nos despedimos de ella como pensamos que debíamos hacerlo, fue un momento para recordar en toda nuestra vida. No tuve problemas para trabajar esos días.