ENTREVISTA > Andrés Colomina Bernabeu / Músico (Alicante, 1973)
Dispuesto, dicharachero y bromista, Andrés Colomina lleva la música pero también la provincia en el alma: vive en Mutxamel, dirige la banda de la Societat Recreativa Musical d’Altea la Vella, y es profesor de música en el colegio San Juan y San Pablo de Ibi, y de tuba en la Sociedad Musical Ruperto Chapí de Villena.
Llegaste a compaginar la dirección de varias bandas, como la de Altea la Vella con la Unió Musical d’Ibi, al tiempo que participabas en l’Harmonia Societat Musical d’Alacant. ¿Cómo se puede compaginar tanto?
Sí que hice cosas en aquella época. Y también estaba dando clases en Castalla, con seis horas semanales, y en Ibi, con quince horas. ¿Que cómo se compagina? Se compagina con mucha organización, con mucha coordinación. La verdad es que fueron siete años bastante intensos, duros. Fueron también años muy agradecidos, pero muy cansados.
La verdad es que yo no sé si hoy podría hacerlo. Eran otros tiempos. Pero también había mucho sueño, años de acostarte muy tarde. Llegué a hacer hasta veinte conciertos en un año.
«No se trata de que sean músicos, para eso están los conservatorios»
Hablemos de formación: estudiaste en el Conservatori Professional Municipal de Música José Pérez Barceló, de Benidorm, y el Conservatori Superior de Música Óscar Esplá, en Alicante. ¿Qué debes a tus profesores, al menos a los que más te han influido?
Exacto, y también estudié en el Conservatorio Profesional de Música Rafael Rodríguez Albert. Hice una buena colección de conservatorios en la provincia. Y luego en el Óscar Esplá, que es donde hice ya mi carrera, donde me licencié. Tuve muy buenos profesores, como Agustín Sáez, profesor de la Banda Municipal de Alicante, que tuve como profesor particular y a quien le debo mucho, me ayudó mucho.
En Mutxamel, tuve a Jordi Peiró, profesor de bombardino en la Banda Municipal de València y compositor, con el que seguí luego en el conservatorio de Benidorm. Y a Juan Palacios. También tuve a Mel Culbertson (1946-2012), gran profesor de tuba, que venía aquí todos los años. Muchos y buenos profesores, y, claro, de todo sacas, por supuesto.
La siguiente pregunta es casi lógica: tú también eres profesor, ¿qué quieres transmitir a tus alumnos?
A mis alumnos, ante todo, lo que intento es transmitirles el respeto por la música. Piensa que son alumnos de secundaria, entonces de lo que se trata, antes que hacerlos músicos, es que sientan el respeto por la música. Mi aportación es que estén a la altura de entenderla, aprenderla, no que sean músicos, para eso están los conservatorios.
En la escuela, por ejemplo, tú aprendes matemáticas, pero no te vas a convertir en un matemático, pues aquí lo mismo. Aprendes cosas que te puedan ayudar en la vida, como cálculo mental. Se trata de entender y respetar.
De hecho, ahora la enseñanza de la música parece estar en un brete, al menos en la Comunitat Valenciana. ¿En qué situación os deja, y cómo ves el nivel de los alumnos ahora?
La verdad es que trae unos cambios muy fuertes. Antes era obligatoria en primero, segundo y tercero. Ahora es optativa en tercero, en realidad con una nueva asignatura, creatividad musical. No sé, hay de todo, pero piensa que las nuevas leyes miran la igualdad pero por abajo. Hay gente que ves que podría dar de sí pero que se queda en medio por esto.
Desde luego que la sociedad ha cambiado. Encima ahora tienes que ir con pies de plomo a la hora de evaluar, de decirles algo a los padres. Estamos creando gente muy blandita, con miedo al fracaso, con temor a las consecuencias, al qué dirán.
«Estamos creando gente muy blandita, con miedo al fracaso»
Te gusta la fiesta: empezaste en la Agrupación Musical S.C.D. Carolinas, cuentas que te convencieron de que así participarías en los desfiles de Moros y Cristianos, y tú mismo eres foguerer en Alicante, en la hoguera Sèneca-Autobusos.
Es que la fiesta es compendio de varias cosas. Y sí, yo empecé con la trompa, que no me gustaba, y la verdad es que no era un gran trompista. Pero me convencieron con la tuba y acerté. Ya he ido siempre con este instrumento.
Y a principios de siglo llegas a la dirección. ¿Cómo se ve una orquesta delante y detrás de la batuta?
Súper diferente. Y me viene muy bien ser músico en activo, muy en activo. Sigo como concertista de tuba. Me ayuda muchísimo a comprender a los músicos, a saber cómo dirigir.
«Que ponga cada cual sus límites a lo qué es música»
Sé que te gustan distintos géneros musicales, pero, ¿dónde pondrías el límite de esto es música y esto no? ¿Existe o debe existir ese límite realmente?
No sabría decirte. Soy amante de la música clásica, me encantan Beethoven, Wagner, pero también me gustan mucho los Ramones, y AC/DC, y también Rosalía, que me parece muy creativa. Que ponga cada cual sus límites a lo que considera qué es música. Yo lo que intento, como te decía antes, sobre mi trabajo como profesor, es que la música se respete y se comprenda. Que te guste la música.