En ediciones anteriores de AQUÍ en Santa Pola hemos dedicado páginas para relatar hechos históricos de nuestra localidad ocurridos en muy diferentes épocas como la Prehistoria, la Antigua Roma, la modernidad, el siglo XX, etc. Sin embargo nunca hemos tocado hasta ahora el periodo islámico, léase los cinco siglos en la Edad Media durante los cuales nuestra zona estuvo bajo dominio musulmán.
La razón es que apenas quedan vestigios de esta época en nuestro término municipal. Se antoja entonces bastante difícil conocer cómo fue la presencia de esta civilización en lo que es la actual villa marinera. Aún así ya nos toca adentrarnos en las tinieblas y contar aquello que sabemos, o incluso imaginamos, sobre cómo era la Santa Pola islámica.
La batalla de Guadalete
En el año 711 se produjo en el río Guadalete uno de los enfrentamientos bélicos más importantes en la historia de la Península Ibérica. Las tropas del Califato Omeya, procedentes del norte de África, desembarcaron en la actual provincia de Cádiz y derrotaron al ejército visigodo matando incluso al propio rey Rodrigo. Esto provocó el colapso de la monarquía visigoda, que había estado reinando la antigua colonia romana de Hispania desde la caída de Roma tres siglos atrás.
Seguramente la España de hoy en día sería bastante diferente si los visigodos hubieran logrado derrotar a los omeyas. Esto no ocurrió, y así empezó la invasión musulmana de nuestra península.
En estos siglos el poblado musulmán se llamó ‘Shant Bûl’
El pacto de Teodomiro
Esta derrota en Guadalete desgarró todas las costuras del débil Reino Visigodo. Lejos de organizarse para hacer frente al avance omeya, cundió el ‘sálvese quien pueda’. La mayoría de los gobernadores y nobles visigodos prefirieron entregar sus tierras a los musulmanes sin luchar a cambio de favores políticos. Y esto mismo fue lo que sucedió en nuestra zona.
En aquel momento el gobernador del territorio de Alicante y Murcia era un visigodo llamado Teodomiro, el cual no tuvo demasiados problemas en cambiarse de bando y pasar a servir a los omeyas. A cambio solo pidió aumentar el territorio que abarcaba su gobernación y que hubiera libertad de religión para la población. A los invasores islámicos no les importó demasiado ceder estas concesiones mientras que ellos pudieran encargarse de lo que realmente más les interesaba… la recaudación de los impuestos.
Tanto la conquista musulmana de Santa Pola como la reconquista cristiana ocurrieron pacíficamente sin batallas
Elche se aleja
Así fue, sin derramar una gota, como comenzó el periodo islámico para Santa Pola. Por entonces la villa marinera era un puerto marítimo con algunas casas alrededor, pero lejos de su época más esplendorosa cuando se denominaba Portus Ilicitanus durante el Imperio Romano.
Como su propio nombre indica la suerte de este asentamiento portuario estaba muy ligada a la ciudad de Illice (donde se ubica el actual yacimiento arqueológico de La Alcudia), la cual había entrado en decadencia desde hacía varios siglos. Gran parte de su población se estaba desplazando hacia la zona donde está la actual Elche, y este proceso se aceleró durante la época musulmana, principalmente porque este territorio, en pleno cauce del río del Vinalopó, otorgaba más posibilidades de plantar huertos de palmeras.
Los palmerales fueron un pilar básico en la economía islámica dado que les permitía crear microclimas muy favorables para cultivar frutas y hortalizas aún en medio de un clima árido. Así habían logrado crear oasis incluso en pleno Sáhara, y repitieron esta técnica en nuestra zona.
No quedan vestigios arqueológicos de este periodo
Shant Bûl
En definitiva, el núcleo de población se distanció todavía más de Santa Pola, lo cual sin duda repercutió negativamente en su desarrollo. La ausencia de restos arqueológicos fechados en los siguientes siglos podrían llevar a pensar que el poblado desapareció completamente…
Sin embargo, hay una evidencia que nos lleva a opinar lo contrario. Hubo dos geógrafos árabes que realizaron mapas de esta zona y en ambos aparece un punto donde se ubica nuestro pueblo bautizado con el nombre de Shant Bûl. El primero es obra de Al-Yaqubi (897-960 aprox.) y el segundo de Al-Bakri (1014-94).
Hablamos pues de dos documentos que identifican este poblado en siglos distintos, por lo que parece que sí habría tenido cierta continuidad en el tiempo. Bien visto éste seguía siendo el punto marítimo más cercano a Elche, aún quedando un poco más lejos que antes. No resulta extraño que muchos de los productos cultivados en la huerta ilicitana continuaran saliendo desde aquí hacia el comercio exterior. Un puerto en el mismo lugar seguía siendo útil.
La reconquista
Lo cierto es que ya no existen más referencias conocidas a este pueblo musulmán de Shant Bûl. No podemos asegurar que continuara existiendo durante los siguientes siglos.
La siguiente cita a la existencia de un puerto aquí data ya de 1269, dos décadas después de la reconquista castellana. Fue concretamente el infante Alfonso -futuro Alfonso X el Sabio- quien comandó la expedición militar que puso fin a los más de 500 años de dominación islámica en Alicante y Murcia.
Y esto es básicamente todo lo que sabemos. No hay constancia de que hubiera ninguna batalla en nuestra población, muy probablemente las tropas castellanas tomaron pacíficamente el puerto santapolero (en caso de haberlo) después de conquistar Alicante.
De hecho, a diferencia de otras ciudades, nuestra virgen no es patrona por obrar un milagro que contribuyera a una victoria militar en batalla contra los musulmanes. Aquí fue porque una imagen de Nuestra Señora de Loreto llegó en barco varios siglos después. Eso sí, esta circunstancia no va a impedir, ni mucho menos, que durante nuestras fiestas patronales celebremos nuestros tan queridos desfiles de moros y cristianos.