El análisis de los cráneos de grandes herbívoros hallados en el yacimiento de la cueva de la Des-Cubierta, ubicada en Pinilla del Valle (Madrid), revela que los neandertales (Homo neanderthalensis) que vivieron en la región hace 40.000 años los utilizaban como trofeos de caza. Este descubrimiento confirma que esta especie de hominino (especie de homínido erguida) ya tenía capacidad simbólica. Así lo afirma el artículo que publica la revista Nature Human Behaviour en el que han participado investigadores del CSIC en el Museo de Ciencias Naturales de Madrid (MNCN), la Universidad Complutense de Madrid y el Museo Arqueológico y Paleontológico de la Comunidad de Madrid, entre otras instituciones.
La investigación, que comenzó hace 14 años, se centra en el yacimiento neandertal descubierto en 2009. “La Cueva Des-Cubierta es una larga galería de cueva con los techos caídos, es decir, que no conserva su cubierta original, en la que se ha recuperado un conjunto excepcional de cráneos de grandes herbívoros asociados alguno de ellos a pequeños fuegos”, aclara el investigador de la Universidad Complutense David Martín Perea, quien pertenecía al MNCN cuando realizó el estudio.
Todos los cráneos de este santuario de caza, entre los que destacan los de bisontes, (Bison priscus), uros (Bos primigenius), ciervos (Cervus elaphus) y dos de rinocerontes de la especie Stephanorhinus hemitoechus, fueron preparados por los neandertales siguiendo un mismo patrón: les quitaban la mandíbula y el maxilar superior, consumiendo los sesos y dejando la parte del cráneo con los cuernos o astas a modo de trofeo de caza, según muestra la investigación.
“Un dato importante es que hemos podido constatar que la actividad se mantuvo a lo largo de, al menos, varias generaciones, lo que introduce el concepto de tradición cultural que habría pasado de generación en generación”, explica Enrique Baquedano, director del Museo Arqueológico y Paleontológico de la Comunidad de Madrid
Junto a esos cráneos aparecieron utensilios líticos musterienses, típicos de los neandertales, así como yunques y los percutores utilizados para fracturarlos. Para el investigador, que dirige el proyecto junto con el paleontólogo Juan Luis Arsuaga y el geólogo Alfredo Pérez González, “este comportamiento de los neandertales de hace algo más de 40.000 años no está relacionado con actividades de subsistencia sino más bien con otras que aportan información sobre aspectos bastante desconocidos para esta especie de hominino”.
“Hasta ahora, nuestra especie se había considerado como la única con capacidad para atribuir conceptos a los símbolos, una teoría que, a partir de estos hallazgos obliga a compartir ese atributo intelectual con los Neandertales”, apunta Baquedano.
El yacimiento de la Cueva Des-Cubierta
No existe hasta ahora ningún otro yacimiento arqueológico en todo el territorio por el que se distribuyó la especie Homo neanderthalensis similar al de Pinilla del Valle. Los hallazgos de la Cueva Des-Cubierta la convierten en un lugar excepcional que está permitiendo desentrañar las claves del comportamiento de esta especie que convivió con el Homo sapiens. “Este estudio abre puertas a un nuevo concepto sobre esta especie de hominino y cuestiona nuestro papel como único sapiens en la evolución de la vida en el planeta”, recalca Baquedano.
Desde que en 2002 comenzara la investigación por el actual equipo de investigación en el Calvero de la Higuera de Pinilla del Valle, zona arqueológica protegida como Bien de Interés Cultural (BIC), todos los veranos, a lo largo de al menos un mes, se llevan a cabo las excavaciones que han permitido dar cuenta de este hallazgo.