Víctor Palmero / Actor
En el ámbito nacional probablemente mucha gente conoció a Víctor Palmero (Onda, Castellón, 26-diciembre-1989) cuando entró a formar parte del reparto de ‘La que se avecina’, si bien en la Comunitat Valenciana ya le pudimos ver desde sus primeros inicios en varias series de Canal 9.
Desde el 8 al 16 de marzo estará sobre las tablas del Teatre Talia representando la obra ‘Johnny Chico’ en hasta nueve funciones. Un concepto rompedor por el cual interpretará un monólogo que incluye una docena de personajes distintos, con un joven marginal que busca su identidad personal como principal protagonista.
Empecemos por tus inicios. ¿Cómo te dio por ser actor?
Yo era un niño muy fantasioso y me gustaba imaginarme cosas más allá del mundo tal y como es. Digamos que la vida lineal y normal a veces se me quedaba corta, por lo que me metía mucho en el cine de mi pueblo. Me encantaba ver películas que me llevaban a otros lugares como ‘La historia interminable’, ‘Dentro del laberinto’, o más tarde las de ‘Harry Potter’. Yo pensaba´: “Jo, qué guay sería vivir en esos mundos”.
Total que aquel niño al hacerse adulto se fue dando cuenta de que la forma de vivir estas fantasías tan emocionantes… era meterse a actor.
«Mi infancia fue un poco como ‘Cinema Paradiso’, andaba todo el día metido en el cine»
Tu infancia es un poco el argumento de Cinema Paradiso…
Sí, un poco (risas). Yo no tenía un referente cercano que estuviera proyectando las películas en el cine, pero sí otros adultos como mi abuela que me regalaba muchas películas de videos VHS.
Finalmente, a la edad de catorce años me metí en una escuela municipal de teatro que se organizó en mi pueblo. Aquello hizo definitivamente que aquel gusanillo se transformara en una anaconda.
¿Recuerdas cuándo fue la primera vez que te sentiste un actor profesional?
Supongo que en mi primera serie para televisión ‘Unió musical da Capo’ de la antigua Canal 9. Estaba dirigida por Rafa Montesinos y Rafa Piqueras. En esta época había empezado mis estudios de arte dramático en la Escuela de Actores de València, y digamos que éste fue mi primer curro donde me cogieron a través de varios casting, rodábamos todos los días y me pagaban por ello.
Luego saliste en varios capítulos de ‘Física o química’ y fuiste quien mató a Fer. En nombre de una generación tengo que preguntarte… ¿pero cómo pudiste?
(Risas). Éste fue mi primer trabajo a nivel nacional. A mí me gustaba mucho la serie y la oportunidad me surgió a raíz de la directora de casting Rosa Esteve, porque estaba impartiendo un curso de interpretación en Madrid al que yo me apunté. Se ve que le gustó mi labor en dicho curso y me llamó para hacer los castings de la serie.
Lo curioso es que yo conocía ya de antes a Javi Calvo (el actor que interpretaba a Fer) y cuando me cogieron le mandé un SMS para decirle que iba a hacer de un personaje llamado ‘Toño’. Entonces él me contestó: “Me matas”. Yo no había leído aún el guion y pensaba que se estaba refiriendo en sentido figurado a que se moría de la emoción (risas). Hasta que él me aclaró… “No Víctor. Que me matas, de verdad”. Vamos, que me enteré por él.
Supongo que el momento en el que ya pasas a ser muy reconocido por el gran público es cuando te conviertes en uno de los protagonistas de ‘La que se avecina’.
Sí, es verdad que ‘La que se avecina’ ha sido lo que más vitalidad le ha dado a mi carrera. Afortunadamente fue de forma escalonada, así que lo he podido llevar con bastante naturalidad. Pero está claro que fue un boom para mí.
A mí tu personaje me parece especialmente difícil de interpretar porque ‘Alba’ tiene unos gestos muy femeninos. ¿Cómo fue el proceso para aprender a meterte en la piel de una mujer trans?
Sinceramente fue muy guay. Hay que decir que me ayudó mucho que la serie tuviera un departamento de maquillaje y vestuario que se lo curraron muchísimo conmigo. También que la directora fuera Laura Caballero, porque a la hora de interpretar a una mujer ya te digo que viene muy bien el hecho de que te dirija también una mujer. Todo eso contribuyó mucho a hacerme este proceso más natural.
Yo por mi parte intenté ponerle toda mi alma. Me planté ante el espejo y me dije: “A ver Víctor, ¿cómo serías si fueras una chica?”. Jugué con la voz, con los gestos… y ya se me quedó Alba.
«Para interpretar a ‘Alba’ me puse delante del espejo y me pregunté qué haría si fuera una chica»
¿De qué trata esta obra ‘Johnny Chico’ que vas a realizar en València?
Es un monólogo unipersonal que está dirigido precisamente por quien fue mi profe (Eduard Costa) en la escuela de teatro donde empecé en mi pueblo. Yo mismo le escogí para dirigirlo porque es un texto en el que me encuentro a mí mismo y me moló mucho al leerlo.
Se trata de un chaval de barrio o de un pueblo cualquiera con una vida un poco conflictiva. Su único vínculo afectivo es su madre, quien muere como detonante inicial. Esto le lleva a iniciar una búsqueda de la felicidad incluyendo su autodefinición sexual. Recorre un camino un poco sórdido, pero a la vez mágico, de autorrealización.
Es una obra muy potente, con mucho drama y comedia al mismo tiempo. Combina de todo, hasta número musicales. La gente a veces puede tener la idea de que un monólogo es sentarse en una silla y ponerte a hablar, pero puede ser todo un espectáculo.
Me fascina cómo puedes interpretar a una docena de personajes al mismo tiempo. ¿Hablas contigo mismo?
Es un poco complicado de explicar. Hay que venir a verlo para entenderlo. Es verdad que es bastante loco a nivel actoral, de hecho suelo terminar la función un poco mareado conmigo mismo (risas). Este proyecto me atrajo mucho desde el principio, pero al mismo tiempo siempre supe que me exigía mucho a nivel físico y psíquico. Son una hora y veinte minutos de cantar, llorar, reír…
El director se ha estrujado mucho los sesos para hacerlo todo tan dinámico y creíble ante el espectador. Es un espectáculo que no tiene frenos, y se ha puesto esmero en que no haya oscuros en toda la obra. Hay muchos juegos de escenografía, luces y voces en off. Algunos personajes son más una pincelada, pero otros se desarrollan más llegando a cautivar un poco al espectador.
¿Qué personajes son estos que va cruzándose el protagonista en su camino?
Algunos molan muchísimo como una travesti argentina de 40 años venida a menos, su colega cabrón del que está enamorado, un camionero que se cruzaba por ahí… Es una locura de texto y de montaje. Sin duda un trabajo muy distinto a lo que la gente está acostumbrada a ver en un teatro.
Por lo que percibo, la obra tiene un mensaje final de tolerancia… ¿no?
Sí. La conclusión a la que se llega con el texto viene a ser que da un poco igual el género con el que te sientas identificado porque al final, más allá de la ropa, todos somos lo mismo cuando nos desnudamos.
«‘ Johnny Chico’ es una búsqueda de la identidad personal combinando drama, comedia y hasta números musicales»
¿Qué tipo de música hay en ‘Johnny Chico’?
Hay de todo. El encargado de la composición musical ha sido Juanjo Ballester. Ha metido techno, piano, rap al estilo Langui o C. Tangana e incluso un número de playback muy bestia a mitad del montaje, que es como una bomba de aire dentro del drama en el que interpreto la canción “Quizás, quizás, quizás”.
Para ti, ¿qué supone actuar en València, tan cerca de casa?
Me hace mucha ilusión. València fue de las primeras ciudades que nos dejó interpretar esta función tras el confinamiento, en aquella ocasión fue en Sala Russafa. Conseguimos llenar y se ha generado un boca-oreja muy grande porque la gente la ha recomendado mucho. Ahora nos supone un nuevo reto porque el Teatre Talia tiene unas dimensiones mayores.
Yo le tengo mucho cariño a este espacio, a pesar de que no he actuado nunca aquí. Así que siento como me vienen esos nervios de estrenar en un lugar diferente, pero que también considero mi casa.
¿Tienes algún otro proyecto entre manos?
Estreno la obra ‘El monstruo de White Roses’ este abril en Madrid. Aparte estoy de gira con el cabaret ‘The Hole X’ que lleva ya diez años circulando por España. Así que por el momento ando con mucho teatro.
Oye… ¿Alba Recio volverá a ‘La que se avecina’ o ya es una etapa cerrada?
No lo sé. En realidad es una puerta que dejé entreabierta. Desde luego sé que tanto los creadores como yo le tenemos mucho cariño al personaje.
Personalmente me decepcionó un poquito que, al igual que otros personajes que no aparecen ya en esta nueva temporada, no se le haya dado una explicación argumentativa a su salida.
Ya… yo tampoco conozco la explicación. Estoy un poco igual que tú. Dicho esto, he visto la nueva temporada y me pareció divertidísima. Al final creo que también es guay que ellos decidan no contar según qué cosas para que así luego puedan permitirse que todo eso se explique más adelante.