Hace años, cada vez que se aproximaba la Semana Santa, varias familias crevillentinas se dedicaban a trabajar el rizado de la palma blanca. Elaboraban verdaderas obras de arte que no solo vendían en su pueblo natal, sino que muchos de ellos incluso se desplazaban a Madrid para ofrecerlo en las puertas de las iglesias de la capital.
Familia referente
Una de las familias más populares en esta práctica es la conocida como ‘los datileros’, todos ellos se dedicaban al trabajo relacionado con las palmeras.
“Los hombres se encargaban de las tareas realizadas en lo alto de la palmera. Mientras, las mujeres se encargaban del rizado y la venta de la palma blanca para el Domingo de Ramos y de ofrecer en el mercado el sabroso fruto de la palmera, el dátil.” relata Juan Jesús Mas Mas, presidente de la Cofradía Jesús Triunfante.
Una de las familias más populares es la de ‘los datileros’
Recuperar una tradición
De esta manera, Salvador Mas Mas, siendo ya presidente de la Cofradía Jesús Triunfante, en 1994 puso en marcha la primera edición del taller de rizado de palma de solapa. Una idea del cofrade Francisco Alfonso Torres, que se inicia tutelada por los crevillentinos Francisco Galván Peral y Juan Pomares Sol, dos artesanos del esparto y la palma.
“Ellos enseñaron esta tradición y arte a un amplio grupo de personas, la mayoría mujeres, que se implicaron en este proyecto. Gracias a este taller nació la obra social de la Cofradía de la Burreta” explica.
Una buena causa
Las mismas personas que las elaboran, las pregonan, ofreciéndolas a cambio de una colaboración económica siempre destinada a un fin social de la localidad como las parroquias, la residencia de ancianos, el Centro de Educación Especial Virgen de los Desamparados, Cáritas, la Conferencia San Vicente de Paul, etc. A su vez, han contado con la colaboración de empresarios e instituciones administrativas que les han brindado su apoyo desde el inicio.
“Sin duda, lo más valioso han sido los cientos de manos que, durante estos 30 años, han entretejido las hojas de palma blanca, envasándolas con mucho mimo, para que miles de crevillentinos y crevillentinas las luzcan con gran esplendor. Acompañando así la obra póstuma del gran escultor valenciano, Mariano Benlliure, la mañana de cada Domingo de Ramos, elevándola y dándole la categoría de palma solidaria” explica Jesús Más.
El taller se ha consolidado como algo propio en la vida del pueblo
Algunos cambios
Los primeros años estuvieron ubicados en los bajos de la Parroquia de San Cayetano, luego en la Escuela de Formación Profesional, después pasaron al Centro de Mayores y en los últimos años en la sede de la Cooperativa Eléctrica San Francisco de Asís y la cripta de la Parroquia de Nuestra Señora de Belén. En la actualidad, organizan el taller en la Casa Municipal de Cultura José Candela Lledó.
Los principales cambios que ha tenido este taller durante estas tres décadas de historia han sido fundamentalmente el “crear mayor diversidad de modelos de palma de solapa e incorporar nuevos artículos elaborados de forma artesanal, como diademas, pulseras, etc.” todo ello con el objetivo de mantener viva la tradición, si bien “su finalidad se mantiene intacta” asegura.
Identidad crevillentina
Con el paso de los años, el taller se ha consolidado como algo propio en la vida del pueblo. “El trabajo solidario y altruista de los cientos de personas que durante este tiempo han pasado por el mismo son el mejor aval de una actividad seria y respetada” matiza Juan Jesús Mas.
“La demanda de los artículos elaborados en este taller se supera cada año, lo que muestra la implicación y la solidaridad de los crevillentinos y crevillentinas con nuestra obra social” añade.
Han creado un taller de aprendizaje con el que seguir manteniendo viva la tradición
Taller de aprendizaje
Los años han pasado y aquellas personas que iniciaron el taller, por ley de vida, van desapareciendo, por lo que es necesario formar a nuevos miembros. Todo esto en un contexto en el que los más jóvenes parecen mostrar poco interés por este oficio, que lentamente se va perdiendo.
Por este motivo, han organizado por primera vez, desde enero y hasta marzo, un taller previo de aprendizaje, dirigido por Ángel García Aznar y las mujeres más veteranas, con más de treinta personas. En él están aprendiendo a realizar distintos modelos de palma de solapa y se han incorporado al tradicional taller de producción.
Marca solidaria
Para celebrar este trigésimo aniversario también han creado un logo, diseñado por el cofrade Mario Ruiz Igual, creando la marca Palma Solidaria, para etiquetar todas las palmas elaboradas en su taller y que las identificará con el fin social de la cofradía.
¿Cómo participar en el taller?
El taller de rizado de palma se realizará durante este mes de marzo, todos los martes y jueves, de 17:30 a 19:30 horas, en la Casa Municipal de Cultura José Candela Lledó.