Entrevista> Alfredo Llopis / Pte. Junta Mayor de Hermandades y Cofradías de la Semana Santa (Alicante, 30-enero-1958)
Llega una nueva Semana Santa a Alicante, la primera sin ningún tipo de restricción sanitaria desde 2019. En esta ocasión ya nadie tendrá que llevar mascarilla obligatoriamente durante las procesiones. Y también se espera que nos acompañe un mejor tiempo meteorológico que en la pasada primavera. En definitiva, todo está preparado para vivir unos días de devoción y pasión en las calles alicantinas como en los viejos tiempos.
«La pandemia nos sirvió para recuperar actos tradicionales que se habían perdido»
¿Habrá novedades en esta Semana Santa respecto a la programación habitual?
Este año nos ha ocurrido que las elecciones para la Junta Mayor debían haberse celebrado en junio, pero por diversos motivos el Obispado las pospuso hasta octubre. Por tanto hemos tenido menos tiempo de lo habitual y algunas cuestiones que están dentro de nuestro programa no se han podido ejecutar.
Aún así hemos realizado un magnífico pregón, la tamborrada, el certamen de bandas, diversos conciertos, etc. También hemos consolidado la carrera oficial de manera que ahora hay gradas a ambos lados de la Rambla.
Las hermandades alicantinas por lo general han aumentado su número de costaleros, algo que no ocurre en otros lugares. ¿Cómo se ha conseguido?
Hay muchas ganas de Semana Santa, supongo que como en cualquier otra ciudad de España. Aún así es cierto que en Alicante se ha trabajado mucho con las hermandades y cofradías durante este tiempo de pandemia. Porque la salida procesional a la calle es una parte muy importante, pero en realidad una hermandad es mucho más. A lo largo del año se realizan una serie de cultos a sus imágenes titulares, besamanos, exaltaciones, exposiciones, conciertos, etc.
En este tiempo la normativa no nos permitía salir a la calle, pero sí abrir nuestros templos con ciertas limitaciones de aforo. Así que desde la Junta Mayor pedimos a las hermandades que ampliaran su calendario litúrgico y cultural. Así lo hicieron, y fue muy gratificante comprobar cómo muchos alicantinos asistían a todos estos actos. Se recuperaron incluso muchos que se habían perdido desde hacía años.
«Es mejor tener 27 hermandades fuertes que aumentar el número solo por aumentar»
¿Esto ha ayudado a que más gente se apunte?
Sí. De hecho, una vez pasada la pandemia, les pedimos a las hermandades que mantuvieran todos estos actos recuperados porque suponen una riqueza alicantina. Creo que el resultado es que se ha quedado una Semana Santa más fuerte que antes de la pandemia. A veces el acomodamiento de los años te hace perder ciertas cosas, pero esto ha hecho un efecto llamada. Al igual por supuesto que el reconocimiento de la Declaración de Interés Turístico Nacional.
Cabe señalar que si bien las Hogueras de San Juan son, por supuesto, nuestras fiestas oficiales y las que más mueven… lo cierto es que la Semana Santa es el colectivo que más alicantinos tiene inscritos en una entidad y pagando cuota.
Mi sensación es que la Semana Santa de Alicante ha evolucionado mucho en los últimos años…
Es una Semana Santa que ha ido de menos a más. Durante una época la Junta Mayor solía dar más importancia al hecho de fundar tres hermandades más. Aquello me parece respetable, pero hoy en día creo que es más importante consolidar lo que tenemos.
Actualmente somos 27 hermandades y cofradías. ¿Hay ciudad para que fueran 50? Para mí no. Yo creo que la clave es hacer fuertes las que tenemos, que crezcan en patrimonio, fidelicen a sus hermanos cofrades, tengan más feligreses, etc. Esto es mucho mejor que hermandades cogidas por alfileres que son más proclives a acabar desapareciendo.
«La Semana Santa alicantina está yendo de menos a más en los últimos años»
¿Cuál dirías que es el factor diferencial de la Semana Santa de Alicante?
Tenemos una Semana Santa muy ecléctica fruto de una mezcla de distintas corrientes. Andalucía es muy barroca y alegre girando en torno a las vírgenes, mientras que Castilla es más austera y severa. Alicante por su parte es una tierra de acogida donde ha venido muchísima inmigración y turismo. Así pues tenemos hermandades de marcado carácter andaluz, otras más castellanas e incluso cartageneras o de estilo murciano.
Y al mismo tiempo somos una ciudad muy mediterránea. Hasta las procesiones que son por ejemplo más castellanas, acaban resultando diferentes porque en Castilla no tienen esta luz nuestra tan especial. Es decir, a toda esta mezcla de semanas santas de España nosotros les sumamos nuestro propio carácter y el resultado es una Semana Santa muy muy alicantina.
El pasado año se consiguió la Declaración de Interés Turístico Nacional… ¿cuál es la siguiente meta? ¿La internacional? ¿El Bien de Interés Cultural (BIC)?
Valoramos ambas posibilidades. Esto es más complejo de lo que parece. Por ejemplo la Semana Santa de Elche no tiene la Declaración de Interés Internacional, sino solo específicamente la procesión de las palmas. De hecho hemos tenido ya conversaciones con la Conselleria de Cultura para valorar si pedimos el BIC para determinadas hermandades o cuestiones concretas.
Desde luego la Declaración de Interés Nacional ha supuesto una justicia, porque Alicante la merecía desde hacía muchos años. Y el año pasado se notó porque hubo muchísima afluencia de público. Todo y a pesar de que aún estábamos con un pie metido en la pandemia. Hasta pocos meses antes ni siquiera sabíamos aún si podríamos tener procesiones y hubo costaleros que no participaron por miedo al contagio. Y aún así, vino una barbaridad de gente.
Por tanto claro que debemos ir a por la Declaración Internacional. El plazo para poder pedirla empieza dentro de cuatro años. Ya estamos trabajando por ello, aún siendo conscientes de que esto le corresponderá a la siguiente Junta Mayor.